La directiva mantendría la excepción que permite superar las 48 horas semanales, con un techo tácito de 78 horas por semana, como ya ocurre en países como Reino Unido o España.
La Comisión Europea se ha rendido finalmente a la presión del Parlamento Europeo y de los sindicatos contra el límite de 65 horas laborales por semana. El organismo comunitario ha ofrecido la supresión de ese techo como vía para intentar alcanzar un acuerdo sobre la polémica directiva de tiempo de trabajo.
La oferta se ha materializado en un dictamen de la CE sobre las 22 enmiendas a la directiva aprobadas por el Parlamento Europeo el 17 de diciembre. Esa opinión, a la que ha tenido acceso CincoDías, acepta 15 de las enmiendas, nueve de ellas de manera parcial y seis, completas.
Entre las enmiendas aceptadas figura la que suprime el límite de 65 horas para la semana laboral en los países donde esté permitido superar las 48 horas. ‘Este artículo ha sido el más criticado y ha llevado a considerables distorsiones sobre sus objetivos’, justifica la supresión el organismo comunitario. La CE espera que la desaparición del límite ‘facilite el acuerdo’ entre los ministros de Trabajo y el Parlamento europeo.
La victoria parlamentaria y sindical, sin embargo, puede ser pírrica si la directiva mantiene la excepción que permite superar las 48 horas semanales, porque en ese caso el techo tácito serían 78 horas por semana.
Y en ese terreno la Comisión se muestra inflexible. Su dictamen rechaza completamente la enmienda parlamentaria que concedía un plazo de tres años para la desaparición de la cláusula que permite a países como Reino Unido o España superar las 48 horas en ciertos casos. El departamento del comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, ha recordado en repetidas ocasiones que la gran mayoría de los Estados se niegan a renunciar a esa posibilidad.
A cambio, Bruselas acepta, como pedía el Parlamento, que el tiempo de guardia no activa, en sectores como el sanitario, se compute como tiempo de trabajo, aunque con cierta flexibilidad.
Las fuentes consultadas confían en que las concesiones del dictamen de la CE permitan llegar a un acuerdo. Bruselas considera ‘urgente’ la adopción de la directiva antes de que termine la actual legislatura en mayo, para atajar la inseguridad jurídica derivada de la legislación actual.