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La geopolitica de Donald Trump

Fuentes: AGN

Trump es inaprensible. Y lo es, en parte, por la construcción de la narrativa mediática. Es decir, desconocemos más de lo que sabemos. En los últimos días volvió a desequilibrar en tablero internacional. Mientras Inglaterra busca re-instalar un viejo orden mundial y afianzar, a escala global, el proceso de ofensiva neoliberal, Trump desarticula las movidas […]

Trump es inaprensible. Y lo es, en parte, por la construcción de la narrativa mediática. Es decir, desconocemos más de lo que sabemos.

En los últimos días volvió a desequilibrar en tablero internacional. Mientras Inglaterra busca re-instalar un viejo orden mundial y afianzar, a escala global, el proceso de ofensiva neoliberal, Trump desarticula las movidas europeas y cambia el rumbo de la estrategia geopolítica.

Lo mismo ocurre con Kim. El gran demonio asiático, que supuestamente amenazaba la paz mundial. Claro que la traducción de semejante eufemismo no es más que: El Norcoreano es un obstáculo para la expresión del mercado financiero en una gran parte de Asia.

Así, Corea del Norte fue presentada como el cúmulo de la atrocidad ideológica y política. En tanto, Corea del Sur era el país del desarrollo que mostraba las bondades del capitalismo tardío. Lo que no decían las crónicas marcianas de Occidente, era que esa Corea de la prosperidad del mercado implicó que la del Sur sea la Corea realmente trágica con la tasa de suicido más alta del mundo, por ejemplo.

En esa vernácula narración vivimos en constante peligro bajo la amenaza de un tercera guerra mundial. Una distinción que no fue más que la representación de un mundo idealizado por el espacio de la nueva guerra fría jugada desde los panópticos mediáticos.

Trump y Kim se encontraron en estas horas y el mundo no explotó. Previamente el estadounidense dejó plantado al G7. Y pulverizó un posible macro-acuerdo comercial entre los seudos dueños de Occidente. Duro golpe para Inglaterra que no deja de perder apuestas políticas.

Lo curioso es que esta reunión entre Trum y Kim acerca y nutre las potencialidades del bloque emergente: China y Rusia. Por deducción Trump está más alineado con estos actores que con los históricos aliados de Imperio.

La geopolítica no ya no puede ser leída en los viejos términos de la bipolaridad. La multesectorialidad rompió con la homogeniezación tradicional y abre nuevas expectativas mundiales.

¿Se aísla el neoliberalismo? Es prematuro trazar un análisis lineal pero sin dudas el mundo no se mueve según la crónica del relato convencional de las corporaciones político-mediáticas.

Este encuentro entre Kim y Trump también dejó mal parado al gobierno argentino que todo el tiempo asegura que volvimos al mundo. El mundo del que habla Macri es el mundo que desea May. Uno que ya no existe.

Gustavo Ramirez – AGN / Radio Grafica