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La guerra y el «Nuevo Orden Mundial»

Fuentes: Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

«Ahora estamos en el año 1908, el año en el que la Fundación Carnegie comenzó sus operaciones. Y, en ese año, la reunión de los fideicomisarios, por primera vez, presentó un problema específico, que discutieron durante todo el resto del año, de manera muy erudita. Y el problema es: ¿Existe algún medio conocido más efectivo que la guerra, suponiendo que se desee alterar la vida de todo un pueblo? Y concluyeron que no, la humanidad no conoce un medio más efectivo que la guerra para lograr ese fin. Así que entonces, en 1909, presentaron un segundo problema y lo discutieron, es decir: ¿cómo involucramos a EE.UU. en una guerra?»

-Norman Dobbs, Comité Especial del Congreso de EE.UU. para la Investigación de Fundaciones Exentas de Impuestos (1982)

La guerra es el medio supremo para intentar el cambio de sociedades y la remodelación de naciones. Mediante la guerra economías nacionales y estructuras políticas pueden ser reestructuradas por la fuerza. La guerra es potencialmente la máxima terapia de choque económica. Las guerras en Oriente Próximo son peldaños hacia el establecimiento de una visión del orden global que ha motivado desde hace años a los círculos dominantes anglo-estadounidenses. Esa visión es el dominio global.

Hacia el «Nuevo Orden Internacional» mediante la «Guerra Global contra el Terror»

«Existe una posibilidad de el presidente de EE.UU. [George W. Bush hijo] utilice este desastre [es decir los ataques del 11 de septiembre de 2001] para realizar lo que su padre…una frase que creo que su padre [George H. Bush padre] utilizó sólo una vez, y que no ha sido utilizada desde entonces… y es un nuevo orden mundial. Piense en eso. Ya tenemos el apoyo de la OTAN en un notable cambio histórico.»

-Gary Hart, «Seguridad Nacional en el Siglo XXI: Resultados de la Comisión Hart-Rudman» (14 de septiembre de 2007)

El 18 de enero de 2005 Henry Kissinger apareció en Charlie Rose, un programa de televisión de PBS, y habló de un «Nuevo Orden Internacional» que estaba siendo creado por George W. Bush hijo y su gobierno. [1] Henry Kissinger declaró que dentro de los próximos años la humanidad verá la emergencia del comienzo de un «Nuevo Orden Internacional.» Kissinger también declaró que el gobierno de Bush hijo podía generar ese Estado; «y que podría ser que este presidente, (queriendo decir el presidente Bush hijo] que es tan denigrado por los intelectuales, emergerá como uno de los presidentes fundamentales de… de este… de este período… de la historia moderna estadounidense.» [2]

Cuando su entrevistador le preguntó lo que George W. Bush debe hacer para producir este «Nuevo Orden Internacional» Kissinger hizo una pausa y dio una respuesta vaga que evitó la mención de la criminalidad de la guerra. «Tiene que hacer ciertas cosas y tiene que tener algo de suerte,» fue la respuesta de Kissinger, seguida por: «La suerte es el residuo del propósito.» [3] Habría que señalar que si la suerte es un residuo del propósito, ya no es un azar, sino un cálculo de intención.

El papel del público estadounidense fue discutido brevemente por Charlie Rose con Kissinger, quien hizo una pausa para elegir cuidadosamente sus palabras. Kissinger dijo a su entrevistador, Rose, que EE.UU. es una nación cuyo público no tiene la menor idea sobre la política exterior estadounidense. [4] En cuanto al público estadounidense, la agenda bélica no puede avanzar si EE.UU. mantiene sus características multiculturales. Fue dicha característica multicultural lo que inicialmente presentó un problema para EE.UU. en la declaración de la guerra a Alemania en ambas guerras mundiales hasta el hundimiento del RMS Lusitania y el ataque japonés contra Pearl Harbour. [5]

Por lo tanto, el fin de un régimen liberal de inmigración norteamericano que asegura un entorno multicultural en Norteamérica es un requisito previo para guerras expandidas de EE.UU. Zbigniew Brzezinski ha escrito que «a medida que EE.UU. se convierte en una sociedad cada vez más multicultural, puede serle más difícil formar un consenso sobre temas de política exterior [en el pueblo estadounidense], excepto en la circunstancia de una amenaza externa verdaderamente masiva y ampliamente percibida.» [6] La UE también comienza a hacer lo mismo. Esta premisa de Brzezinski, un individuo que forma parte de las clases dominantes en el gobierno de EE.UU., puede ser utilizada para explicar la satanización de los musulmanes y de varios grupos nacionales y étnico-culturales tales como los árabes, los turcos y los iraníes.

También vale la pena señalar que Gary Hart, un ex senador estadounidense de Colorado, implicó el 14 de septiembre de 2001 que la «Guerra Global contra el Terror» auspiciada por el gobierno de Bush hijo era un pretexto para establecer el así llamado «Nuevo Orden Mundial.»[7] Gary Hart también involucró el papel de la OTAN en la conformación de este «Nuevo Orden Mundial.» [8] El proyecto ha de ser llevado a la

práctica mediante el poderío militar.

Un mundo unipolar: ¿Pax Estadounidense?

«Sin embargo, ¿qué es un mundo unipolar? Por más que se trate de hermosear este término, a fin de cuentas se refiere a un cierto tipo de situación, es decir un centro de autoridad, un centro de fuerza, un centro de toma de decisiones.»

-Vladimir Putin en la Conferencia sobre Política de Seguridad de Munich en Alemania (11 de febrero de 2007)

Durante esta entrevista con Charlie Rose, Henry Kissinger se había referido a lo que George H. Bush padre identificó como el «Nuevo Orden Mundial.» Fue un término frecuentemente utilizado por el ex presidente estadounidense que se hizo famoso durante la Guerra del Golfo. Con el fin de la Guerra Fría y la derrota de Iraq en la Guerra del Golfo, George H. Bush padre dijo que la humanidad presenciaba en 1991 la emergencia de un «Nuevo Orden Mundial» que sería dirigido por EE.UU. [9] La Guerra del Golfo era sólo el comienzo de este «Nuevo Orden Mundial.» En Oriente Próximo se habían plantado las semillas para futuras guerras y la expansión eurasiática.

La Comisión Trilateral, una organización fundada en 1973 compuesta por las elites más acaudaladas y poderosas de EE.UU., la UE y Japón, creó originalmente el término al que recurrió George H. Bush padre. Su expresión fue «Nuevo Orden Económico Internacional.» La terminología de la Comisión Trilateral deja al desnudo el contexto económico de este programa. El poderío militar es sólo el responsable de imponer la política exterior, y la política exterior se basa en intereses económicos.

Una agenda de guerra y violencia perpetuas ha estado impulsando la marcha hacia la dominación global por medios económicos. En esencia esta agenda bélica ha sido un proceso ininterrumpido supervisado por los diferentes gobiernos de EE.UU.

Surgiendo de detrás de las cortinas: El papel de la OTAN en el mapa de ruta eurasiático.

«Las políticas de EE.UU. desde el fin de la Guerra Fría son complicadas y vastas. Involucran un propósito de dominar y el uso de organizaciones internacionales para promover los intereses económicos y geopolíticos de EE.UU. También incluyen la conversión de la OTAN en una fuerza de policía militar suplente para la globalización y la dominación económica mundial de EE.UU.»

-Ramsey Clark, 66º Procurador General de EE.UU. (6 de octubre de 2000)

La OTAN ha comenzado a reproducir tácticas y estrategias bélicas a largo plazo de EE.UU. La OTAN está creando una fuerza de reacción rápida, que involucra un importante papel alemán. La fuerza está modelada según la Fuerza de Reacción Rápida de EE.UU., la precursora de CENTCOM, y tiene un alcance global. La transformación de la Fuerza de Despliegue Rápido de EE.UU. en CENTCOM formó parte de planes bélicos anglo-estadounidenses a largo plazo. La fuerza de la OTAN es proyectada para que pueda ser desplegada a cualquier región del mundo dentro de cinco días y planificada para que pueda ser capaz de operaciones autosuficientes, aisladas, durante aproximadamente un mes. La fuerza también tendrá componentes terrestres, marítimos y aéreos, incluyendo un portaaviones. [10]

Es obvio que el control sobre Iraq fue planificado durante la culminación de la Guerra Fría por responsables políticos anglo-estadounidense. Se puede decir que la serie de guerras que ha ocurrido desde la guerra Iraq-Irán son productos de un proyecto histórico anglo-estadounidense en Oriente Próximo – un proyecto que originalmente fue sólo un proyecto británico anterior a la Guerra Fría. El proyecto de reestructurar y controlar Oriente Próximo forma parte del proyecto mayor de controlar Eurasia. Igual como ese grandioso proyecto fue abrazado por EE.UU. como heredero de la estrategia británica, el proyecto ha sido adoptado por la entente franco-alemana y la OTAN. Zbigniew Brzezinski argumentó en 1997 que «Europa es la cabecera de puente geopolítica esencial de EE.UU. en Eurasia,» o sea un punto de entrada hacia la dominación de Eurasia. [11]

De las declaraciones y objetivos de funcionarios estadounidenses que datan de los años noventa, se proyectaba que la OTAN se expandiera por la masa terrestre eurasiática y comprendiera a Japón, Corea del Sur y Australia en lo que Zbigniew Brzezinski identifica como «el sistema de seguridad trans-eurasiático.» [12] Las características de conflictos potenciales parecen estar destinadas a ser dominadas por la OTAN a medida que Francia y Alemania expanden sus papeles en la «guerra prolongada.» El papel de la OTAN en el Mediterráneo oriental, el Mar Rojo, el Océano Índico, el Líbano, y Afganistán, junto con la ofensiva de la OTAN dentro del nicho post-soviético y Eurasia interior, son precarias señales de esto.

Convirtiendo a Europa en socio de EE.UU. en la «Guerra Prolongada»: Llega la entente franco-alemana

«La victoria sobre Iraq [en la Guerra del Golfo] no fue lograda como ‘una guerra para terminar todas las guerras.’ Incluso el ‘Nuevo Orden Mundial’ no puede garantizar una era de paz perpetua.»

-George H. Bush padre, 41º presidente de EE.UU. (6 de marzo de 1991)

Brzezinski explicó que aunque Japón era importante para la geoestrategia estadounidense, Europa como entidad geopolítica (a través de la UE y la OTAN) constituye la cabecera de punte de EE.UU. dentro de Eurasia. [13] «A diferencia de los vínculos de EE.UU. con Japón, la OTAN afianza la influencia política y el poder militar estadounidenses en el continente eurasiático,» y «las naciones europeas aliadas [siguen siendo] altamente dependientes de la protección de EE.UU.; toda expansión del alcance político de Europa es automáticamente una expansión de la influencia de EE.UU.,» explicó Brzezinski respecto a Europa y Japón. [14] Brzezinski hacía más que aparentar al hablar de los aliados de EE.UU. en Europa continental: subrayaba que eran cruciales, aunque como subordinados, para los intereses globales estadounidenses.

La fuerza de la OTAN dependería de la vitalidad de  la Unión Europa, un dispositivo anglo-estadounidense y franco-alemán. Para subrayar este hecho, Brzezinski escribió que la capacidad «de EE.UU.» de proyectar su influencia y poder en Eurasia se basa en estrechos lazos transatlánticos.» [15] Brzezinski también agregó que Francia y Alemania, la entente franco-alemana, serían los socios vitales de EE.UU. en la expansión de la OTAN y en afianzar Eurasia, pero que una Europa unida era un requisito previo esencial. En cuanto a la entente franco-alemana, Brzezinski escribió en 1998 que «en la periferia occidental de Eurasia, los actores esenciales seguirán siendo Francia y Alemania, y el objetivo central de EE.UU. debería ser seguir expandiendo la cabecera de puente democrática europea.» [16] Fue esencialmente el pronóstico de la «expansión de la UE» el que ha ido de la mano con la anterior expansión de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría. Según Brzezinski correspondería a la entente franco-alemana dirigir Europa: «EE.UU. no puede crear solo una Europa más unida – es una tarea para los europeos, especialmente para los franceses y los alemanes.» [17]

Ninguno de los planes geoestratégicos del Pentágono puede progresar sin la UE y la OTAN. Para que esto suceda es esencial que se forje un consenso entre la alianza anglo-estadounidense y la entente franco-alemana. La alianza anglo-estadounidense ha impulsado esta ruta y una integración más profunda con el lado franco-alemán, mientras que al mismo tiempo adopta una posición antagónica contra la entente franco-alemana. Iraq es un testimonio simbólico de esta rivalidad, mientras el Líbano y la expansión de la OTAN en el Mediterráneo oriental es un testimonio paralelo de la cooperación estratégica entre la alianza anglo-estadounidense y la entente franco-alemana. Estas rutas envían un mensaje contradictorio y confuso, pero siempre hay más de lo que se ve a primera vista. Sin embargo, es evidente que los intereses franco-alemanes y anglo-estadounidenses deben ser sincronizados para que EE.UU. expanda su control global.

La final: ¿Un «mercado único» bajo un gobierno del mundo?
 

«He pasado treinta y tres años y cuatro meses en el servicio militar activo como miembro de la fuerza militar más ágil de este país, el Cuerpo de Marines. He servido en todos los rangos del ejército desde alférez a general de división. Y durante ese período, pasé la mayor parte de mi tiempo siendo un matón de clase superior para el Gran Dinero, para Wall Street y para los banqueros. En suma, era un mafioso…»

General de división Smedley D. Butler, comandante del Cuerpo de Marines de EE.UU. (War Is a Racket, 1935)


Después de la Segunda Guerra Mundial, se creía que se formaría un «Nuevo Orden Mundial» a partir del pequeño núcleo de Gran Bretaña y EE.UU. Gran Bretaña y EE.UU. incluso tuvieron un estado mayor militar combinado y jefes combinados del personal militar. Las visiones de una forma especial de gobierno global han estado ligadas vívidamente a los círculos gobernantes anglo-estadounidenses. En 1966, el profesor Carroll Quigley, un destacado economista estadounidense, escribió en su libro «Hope and Tragedy: A History of the World in Our Time» [Tragedia y esperanza; una historia del mundo actual] que la economía y las finanzas con respecto a los conglomerados bancarios eran el motor de este impulso y las fuerzas reales que controlan las políticas nacionales. Carroll Quigley escribió respecto a la alianza anglo-estadounidense que «he objetado, tanto en el pasado como recientemente, a algunas de sus políticas (notablemente a su creencia en que Inglaterra era un poder atlántico en vez de europeo y que debería estar aliada, o incluso federada, con EE.UU. y debe permanecer aislada de Europa), pero en general mi diferencia de opinión principal es que desea permanecer desconocida, y creo que su papel en la historia es suficientemente importante como par ser conocido.» [18]

«Para EE.UU., la presa geopolítica principal es Eurasia,» insiste Zbigniew Brzezinski. También sostiene: «Ahora un poder no-eurasiático [es decir EE.UU.] es preeminente en Eurasia – y la primacía global de EE.UU. depende directamente de durante cuánto tiempo y con cuánta efectividad se sostendrá su preponderancia en el continente eurasiático.» [19] El antiguo consejero nacional de seguridad también declaró en 1997, que a fin de cooptar a la entente franco-alemana un «Acuerdo de Libre Comercio Transatlántico, ya propugnado por una serie de destacados dirigentes atlánticos, podría también mitigar el riesgo de una creciente rivalidad económica entre una UE más unida y EE.UU.» [20]

Existe oposición en Norteamérica a lo que se considera como la emergencia de una proyectada «Unión Norteamericana. Esta entidad norteamericana amalgamaría a Canadá, EE.UU. y México, pero ya se han elaborado los mecanismos para una confederación global más grandiosa. El Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y la creación de la UE fueron peldaños hacia esta aspiración. La economía es la llave que fusiona esos sistemas de gobierno.

Una cumbre entre la UE y EE.UU. ha arrojado luz sobre planes de amalgamación económica. [21] El término utilizado en la cumbre fue «mercado único» mediante la «renovación de la colaboración transatlántica.» [22] Es la misma expresión utilizada para el «mercado común» cuando intensificó la integración europea occidental, que en última instancia dio origen a la Unión Europea. En la cumbre el presidente Bush hijo se reunió con José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea y la canciller federal alemana, Angela Merkel, presente oficialmente en nombre de la UE, representó los intereses de la entente franco-alemana, mientras el presidente Bush hijo representó los intereses anglo-estadounidenses. José Manuel Barroso, como presidente de la Comisión Europea representó los intereses anglo-estadounidenses así como los franco-alemanes porque la UE es un organismo conjunto anglo-estadounidense y franco-alemán. EE.UU. es una potencia de facto de la UE debido a su alianza con Gran Bretaña, uno de las tres principales potencias de la UE junto a Francia y Alemania.

Se llegó a un acuerdo entre la UE y EE.UU. para integrar aún más los mercados y las regulaciones de EE.UU. y Europa. Este acuerdo constituyó un aditamento más al consenso estratégico al que se llegó en la Cumbre de Riga de la OTAN. Los dos lados también declararon que la economía es el espíritu impulsador en su relación y que la política tiene muy poca importancia. Los dirigentes liberales y conservadores de EE.UU. y de Europa son sólo dos caras de la misma moneda.

Décadas después del fin de la Guerra Fría, el globo está envuelto en un estado de guerra casi perpetua dominado por el poderío militar de EE.UU. Las últimas líneas en «The Grand Chessboard: American Primacy and the Geostrategic Imperatives» (1998) [El gran tablero mundial, Paidós, México] revelan el objetivo final de la política anglo-estadounidense: «Estos esfuerzos tendrán la ventaja histórica adicional de beneficiarse de la nueva red de vínculos globales que crece exponencialmente afuera del sistema más tradicional de estado-nación. Esa red – tejida por corporaciones multinacionales, ONGs (…) ya crea un sistema global informal que es inherentemente congenial a una cooperación global más institucionalizada e inclusiva [una referencia a un gobierno global].» [23]

Brzezinski sigue prediciendo que: «En el curso de las próximas décadas, una estructura en funcionamiento de cooperación global, basada en realidades geopolíticas, podría por lo tanto emerger y asumir gradualmente el lugar del actual ‘regente’ del mundo [una referencia a EE.UU.],» y «El éxito geoestratégico en esa causa representaría un legado adecuado del papel de EE.UU. como la primera, única, y última superpotencia verdaderamente global.» [24] En todo el globo estados-naciones serían absorbidos en entidades políticas y socioeconómicas cada vez más grandes. Esto forma parte de la historia de la globalización, pero tiene su lado oscuro. Es la globalización de los pocos y no de los muchos. 

La lucha por la civilización y la tormenta que se viene

«Cuando todo haya sido dicho y hecho, el conflicto en Afganistán será en la guerra contra el terrorismo lo que la campaña norafricana fue para la Segunda Guerra Mundial: un comienzo esencial en el camino hacia la victoria. Pero en comparación con lo que amenaza en el horizonte – una guerra general en escenarios desde Asia Central a Oriente Próximo y, por desgracia, de vuelta a EE.UU. – Afganistán no será más que una primera batalla.»
-Robert Kagan y William Kristol,» The Gathering Storm» (The Weekly Standard), 29 de octubre de 2001)

 No se puede dejar de recordar lo que fue aclarado en 2001 durante el comienzo de la «Guerra Global contra el Terror» por dos miembros del Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC, por sus siglas en inglés), declarando que Afganistán sólo forma parte de una «guerra general.» [25] Robert Kagan y William Kristol están profundamente vinculados con la política exterior y militar de EE.UU., desde la redacción de discursos presidenciales, a una ex esposa como embajadora de EE.UU. ante la OTAN. No es por coincidencia que una parte de su editorial de octubre de 2001 en The Weekly Standard se haya hecho efectivamente realidad. Hay que tomarlos en serio cuando dicen que Afganistán es sólo la «primera batalla» en comparación con lo que espera en el horizonte.

Haciendo referencia a Robert Kagan y a William Kristol: «esta guerra no terminará en Afganistán. Va a extenderse y a envolver a una serie de país en conflictos de diversa intensidad. Podría requerir el uso del poder militar estadounidense en múltiples sitios simultáneamente. Va a parecerse al choque de civilizaciones que todos habían esperado que fuera evitado. Y va a someter a una presión enorme y tal vez insoportable a partes de una coalición internacional que se regodea en un consenso satisfecho.» [26] La «coalición internacional» a la que se refieren es la OTAN y la red militar internacional basada alrededor de EE.UU. y la «presión insoportable» es la guerra, pero de una escala desconocida. El 10 de agosto de 2007, el teniente general Douglas Lute, el «Zar de la Guerra» que supervisa las guerras en Iraq y Afganistán y todo teatro expandido de operaciones, habló públicamente de la restauración de un servicio militar obligatorio. [27] La marcha hacia la guerra no disminuye su fuerza, sino lleva al mundo hacia el abismo.

Afganistán fue la primera salva en una fase avanzada del conflicto global que estuvo en sus etapas preparatorias hacia decenios durante la Guerra Iraq-Irán, la Guerra del Golfo, y la Guerra de Kosovo. No se sabe dónde nos llevará este conflicto global, esta «guerra prolongada», pero toda la humanidad en su conjunto está comprometida en ella. El pueblo estadounidense sentirá tarde o temprano el dolor de la guerra cuando su libertad sea afectada. La autocracia es un requisito previo para los grandes imperios. Brzezinski ha señalado que «EE.UU. es demasiado democrático en el interior como para ser autocrático en el extranjero,» y «nunca antes ha logrado una democracia populista la supremacía internacional.» [28] La anomalía se está convirtiendo en la norma en todo el globo por este proyecto global. Los que están detrás de semejantes proyectos deben ser reducidos a apestados sociales, a parias, denunciados por todas las sociedades.

Resistencia en Oriente Próximo: El poder del pueblo

«La resistencia iraquí es por definición democrática ya que es la expresión espontánea de un pueblo que tomó su destino en sus manos, y es por definición progresista ya que defiende los intereses del pueblo.»

-Hana Al-Bayaty (18 de marzo de2007)


Los planificadores anglo-estadounidenses han subestimado la capacidad del poder de la gente de a pie y del espíritu humano. En Oriente Próximo la resistencia de la gente de a pie ha paralizado la globalización militante. Los movimientos de resistencia popular han empantanado el poderío militar de la superpotencia global.

Una nación es sólo tan legítima como la defina el pueblo o los pueblos que viven en ella. EE.UU. no está en guerra con naciones individuales, sino con los pueblos de esas naciones. El pueblo estadounidense tampoco está en guerra con esas naciones, son los círculos dominantes del gobierno estadounidense y las elites los que están en guerra con esos pueblos.

Las fuerzas de la resistencia son las fuerzas de la voluntad popular, sin el apoyo del pueblo ninguna de ellas podría durar o resistir ante algunas de las maquinarias bélicas más poderosas de la historia humana.

Las guerras en Oriente Próximo tienen que ver tanto con la libertad de elección como con el derecho a vivir. Lo que está en juego es la autodeterminación y la libertad. Esas guerras representan el esfuerzo por imponer un monopolio general de controles sobre otras naciones por parte de unos pocos que han secuestrado las políticas exteriores de EE.UU. y Gran Bretaña para servir sus propios objetivos.

La resistencia iraquí y los otros movimientos de resistencia en Oriente Próximo son movimientos de los pueblos e igualitarios por naturaleza. ¿Se atrevería alguien en el así llamado Occidente a calificar de terroristas a los movimientos de resistencia en Francia, Checoslovaquia, Grecia, Libia, China, Malasia y en la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial contra Alemania, Italia y Japón? Sin embargo, los gobiernos del Eje los llamaron terroristas. ¿No tenían Francia y las demás áreas ocupadas por Alemania y las potencias del Eje gobiernos que afirmaban que daban la bienvenida a estas fuerzas porque llevaban la estabilidad así como lo hacen los gobiernos de Iraq y Afganistán? Por ejemplo, en Francia existía el gobierno de Vichy. Cuando Alemania fue derrotada, los dirigentes del gobierno de Vichy en Francia fueron ejecutados como traidores.

El gobierno de EE.UU. afirma engañosamente que lleva la democracia a esas tierras, pero ¿desde cuando se impone la democracia de arriba hacia abajo? ¿No es lo contrario de la democracia cuando las cosas son impuestas de arriba hacia abajo? La democracia es una expresión de las masas que se manifiesta hacia arriba y no en la dirección contraria.

Ninguna fuerza en el mundo puede derrotar a la voluntad popular del pueblo; por eso las poblaciones dentro del país son manipuladas para que apoyen las guerras. Sólo la división permite que pequeños grupos reinen temporalmente sobre los pueblos. Sin embargo, ante cada artimaña y plan para crear la división y la anarquía entre los pueblos del mundo existe un plan para unirlos y fortalecerlos. Es uno de los mayores temores de muchos que se encuentran en las posiciones del poder. Es el miedo ante todo despertar de amplios grupos y poblaciones de la sociedad.

No hay mayor aliado de los movimientos de resistencia en Oriente Próximo y más allá que la opinión pública auténtica en el resto del mundo. Los pueblos de Gran Bretaña, Israel y EE.UU. son también víctimas de sus propios gobiernos que manipulan sus temores y crean animosidad entre ellos y otras naciones. Esto en sí es un gran crimen. Las diferencias que existen entre naciones son sólo un medio para poner a prueba lo mejor de ellos.

El temor y el odio son las armas de los verdaderos terroristas, de los maestros del engaño, y de los que humillan a otros en función de los beneficios y de las ventajas personales. Esos son los terroristas que mandan en posiciones de liderazgo político en la Casa Blanca y en otros sitios a costas de su propio pueblo y del resto de la humanidad. El mundo se está embarcando ahora hacia el abismo de la guerra perpetua y en un período en el que se contempla el uso de armas nucleares. Los individuos de buena conciencia y voluntad deben tomar posición. Parece posible que tarde algo antes de que los ciudadanos de Europa, Norteamérica, y otros países se vean obligados o necesitados a unirse en la resistencia a los pueblos de los países ocupados.

Hay que impedir la guerra en dos frentes; a un plazo más breve (a diferencia de «a corto plazo») o en el futuro cercano, hay que impedir que la guerra emerja en Oriente Próximo, y a un plazo más lejano en Eurasia. Sólo la resistencia del pueblo y de la opinión pública puede evitar que la guerra envuelva el globo. La opinión pública debe traducirse en acción pública si se ha de salvar a la humanidad de una guerra masiva – una guerra que puede convertirse en un Apocalipsis nuclear.

¿Conteo regresivo hacia 1984?

«En breve, el objetivo político de EE.UU. debe ser doble, sin excusas: Perpetuar la propia posición dominante de EE.UU. por lo menos por una generación o preferiblemente durante más tiempo; y crear un marco geopolítico que pueda absorber los inevitables choques y tensiones del cambio socio-político…»

-Zbigniew Brzezinski («The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives,» 1997)


En una vuelta de destino orwelliana, la tierra parece más cercana a parecerse a una interpretación del mundo en la novela «1984» de George Orwell, {29] Sin embargo, el camino futuro no forma parte del guión. El futuro sólo se anticipa y planifica, pero nunca es definitivo en un universo de infinitas probabilidades. El tiempo dirá adonde nos llevará el camino que nos espera. Los que se ven a sí mismos como amos del destino han comprobado que Iraq, Afganistán, Palestina, Somalia y el Líbano demostraron que sus ideas eran erróneas. Podrá parecer que la oposición a una agenda bélica es como si pequeñas gotas de lluvia cayeran sobre una montaña implacable, pero las montañas pueden terminar por ser erosionadas por esas pequeñas gotas. Existe una «dependencia delicada de las condiciones iniciales,» llamada comúnmente el «efecto mariposa,» en el que el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil puede provocar un tornado en Texas. Acciones individuales pueden contrarrestar la marcha hacia la guerra que se desarrolla en este planeta.

NOTAS

 [1] Henry Kissinger, A conversation with Henry Kissinger, entrevista con Charles P. Rose Jr., Charlie Rose (show), 18 de enero de 2005.
[2] Íbid.

[3] Íbid.

[4] Íbid.

[5] El gobierno de EE.UU. armó en secreto a Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial y se benefició con la guerra. Respecto al hundimiento del RMS Lusitania, un barco de pasajeros británico, el público en la época ignoraba que el barco también llevaba suministros militares de EE.UU. a Gran Bretaña.

En el caso de Pearl Harbour, el gobierno de EE.UU. conocía un plan japonés de atacar a la Flota del Pacífico de EE.UU. en Hawai. Funcionarios de EE.UU. permitieron que el ataque tuviera lugar para provocar el apoyo público para la entrada de EE.UU. a la Segunda Guerra Mundial. Hay que señalar que antes del ataque japonés contra Pearl Harbour, el gobierno de EE.UU. había mantenido un embargo total sobre el petróleo y los materiales contra Japón y congelado todos los activos japoneses el 25 de julio de 1941. El petróleo es necesario para las economías y la guerra y todos los estrategas y planificadores militares lo saben perfectamente. Japón fue acosado a librar una guerra inevitable con EE.UU. y decidió lanzar el primer tiro. Eso benefició al gobierno de EE.UU. en la movilización del público estadounidense en apoyo al esfuerzo de guerra en la Segunda Guerra Mundial tal como los trágicos eventos del 11 de septiembre de 2001 permitieron al gobierno de Bush hijo que lanzara la «Guerra Global contra el Terror.»  La participación de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial fue por motivos económicos y no tuvo nada que ver con la moralidad.

En el caso del RMS Lusitania la embajada alemana en Washington D.C. estaba tratando de dejar en claro a los estadounidenses antes de que se comenzara a hundir barcos mercantes que ayudaban a Gran Bretaña, que se iniciarían actividades semejantes. Habría que señalar que Gran Bretaña hizo lo mismo en ambas guerras mundiales. En realidad se cree que funcionarios de EE.UU. obstruyeron esos intentos de los alemanes en su empeño por involucrar a EE.UU. en la Primera Guerra Mundial.

[6] Zbigniew Brzezinski, «The Grand Chessboard: American Primacy and the Geostrategic Imperatives» (NYC, New York: HarperCollins Publishers, 1997), p.211.

[7] Gary Hart, Transcripción. «National Security in the 21st Century: Findings of the Hart-Rudman Commission,» Council on Foreign Relations (CFR), 14 de septiembre de 2001.
http://www.cfr.org/publication/4049/national_security_in_the_21st_century.html

[8] Íbid

 [9] George Herbert Walker Bush Sr., Gulf War Victory Speech, (Discurso, Capitol Hill, Washington, District of Columbia, 6 de enero de 1991) 6 de marzo de1991.

[10] Bettina Berg, «High readiness and global deployability,» Ministerio Federal de Defensa (Alemania), 30 de noviembre de 2006.

[11] Zbigniew Brzezinski, «A geostrategy for Eurasia,» Foreign Affairs, vol. 76, no. 5 (September- October, 1997): p.50-64.

Nota: Los escritos del trabajo de Brzezinski para Foreign Affairs y el Council for Foreign Relations (CFR) fueron también utilizados para su libro «The Grand Chessboard: American Primacy and the Geostrategic Imperatives» cuya primera edición fue publicada en 1997.

[12] Íbid.

[13] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (NYC, New York: The Macmillan Company, 1966), p.950.

[14] Brzezinski, A geostrategy for Eurasia, Op. cit.

[15] Íbid.

 [16] Íbid.

[17] Íbid.

 [18] Íbid.

[19] Brzezinski, The Grand Chessboard, Op. cit., p.30.

[20] Brzezinski, The Grand Chessboard, Op. cit., p.200.

[21] Desmond Butler, E.U., U.S. Agree on Iran, Russia Disputes, Associated Press, 30 de abril de 2007.
http://www.guardian.co.uk/worldlatest/story/0,,-6597779,00.html

[22] US and EU agree ‘single market,’ British Broadcasting Corporation (BBC), 30 de abril de 2007.
http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/6607757.stm

[23] Brzezinski, The Grand Chessboard, Op. cit., p.215.

[24] Íbid.

[25] Robert Kagan and William Kristol, The Gathering Storm, The Weekly Standard, October 29, 2002, p.13.
http://www.newamericancentury.org/Editorial-102901.pdf

[26] Íbid.

[27] Toby Harnden, ‘Return to conscription should be considered,’ The Telegraph (U.K.), 11 de agosto de 2007.
http://www.telegraph.co.uk/news/main.jhtml?xml=/news/2007/08/11/wdraft111.xml

[28] Brzezinski, The Grand Chessboard, Op. cit., p.35-36.
[29] Referencia al sistema de gobierno y a las fronteras geográficas en el mundo ficticio de Winston Smith en la novela de Orwell. En el Estado ficticio de Oceanía (que incluye a EE.UU., las islas británicas y Australia) existe un control absoluto ejercido sobre todos los aspectos de las vidas de todos los ciudadanos por una sola entidad, el Partido, que tiene tres consignas políticas: GUERRA ES PAZ, LIBERTAD ES ESCLAVITUD, IGNORANCIA ES FUERZA.

© Copyright Mahdi Darius Nazemroaya, Global Research, 2007

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