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La hoja de ruta de Hillary: «la reina de la guerra»

Fuentes: Sputnik Mundo

Todo comenzó con una repentina historia de amor wahabí-sionista. El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí se vio obligado a desmentir, sobre la marcha, la visita a Israel el 22 de julio de una delegación saudita, encabezada por el general retirado Anwar Eshki. Anwar Eshki – estrecho colaborador de la superestrella de inteligencia saudí y otrora […]

Todo comenzó con una repentina historia de amor wahabí-sionista.

El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí se vio obligado a desmentir, sobre la marcha, la visita a Israel el 22 de julio de una delegación saudita, encabezada por el general retirado Anwar Eshki.

Anwar Eshki – estrecho colaborador de la superestrella de inteligencia saudí y otrora amigo de Osama bin Laden, el príncipe Turki bin Faisal – se reunió abiertamente con los jefes máximos de Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) generales; Yaakov Amidror y Amos Yadlin y , con Dore Gold, Directora General del Ministerio de Asuntos Exteriores y, El General Yoav Mordechai, mandamás de las FDI en Cisjordania.

Es poco creíble es que este tipo de reuniones, del más alto nivel, lo decida en solitario la familia saudí. Por cierto, el Ministerio del Interior Saudí sigue prohibiendo los viajes a Israel, Irán e Irak. La visita del general Ehski , difícilmente se pueda explicar como «un viaje de turismo.»

Entonces, ¿qué está pasando? Los israelíes afirman que los saudíes – liderando la Liga Árabe – ofrecen la normalización de las relaciones sin que Israel renuncie ni un milímetro en el frente palestino. Lo único que Tel Aviv tendría que hacer, más tarde, es adoptar la iniciativa de paz de árabe propuesta el 2002.

Nada de esto tiene sentido. La derecha ultra-sionista, en el poder en Tel Aviv , nunca aceptará volver a las fronteras anteriores a 1967 y nunca reconocerán un estado de Palestina.

Lo que fue «discutido» era un «no-trato». Según Tel Aviv: «importantes estados árabes están dispuestos a normalizar nuestras relaciones a pesar de que no hemos renunciado a una pulgada de los territorios ocupados en Cisjordania e incluso si seguimos controlando la Mezquita de Al-Aqsa.»

Si la Liga Árabe , llegará a acordar una locura similar, arrojando a los palestinos bajo una miríada de excavadoras israelíes, lo más probable es que reyes y oligarcas de las petro-monarquías tendrían que ir reservando un billete de ida a Londres.

¿Alianza Moscú-Teherán-Ankara?

A pesar de lo absurdo que parece un acuerdo de este tipo ¿ que hablaron los israelíes con los sauditas ? Es seguro que examinan una estrategia común ante la inminente perspectiva que la » reina de la guerra «, se haga cargo de la Casa Blanca.

Bajo la administración de Obama, tanto Bibi Netanyahu en Tel Aviv como el Príncipe de la Guerra Mohammed bin Salman en Riad, fueron reducidos a la eufemística condición de «aliados distantes».

Aunque entre ellos son aliados de facto, ninguno de los dos lo podría admitir ante sus pueblos . Pero, ambos saben que sí Estados Unidos es gobernado por «la reina de la guerra» se desencadenaría otra …guerra . La pregunta es, ¿contra quien se llevará a cabo?

Fuentes informadas de inteligencia especulan que el objetivo es Irán, enemigo común de Israel y los saudíes. Pero no es tan simple, la estrategia conjunta, de Israel y Arabia, para Oriente Medio, está en ruinas. Teherán no ha sido atrapado en el pantano de Irak y Siria. En esos países está siendo derrotados tanto el ISIS como su retaguardia de » rebeldes moderados», que cuentan con el apoyo secreto del eje Arabia-Israel. Por su lado el agresivo príncipe Bin Salman ha sido cogido en su propia trampa, en Yemen, en una guerra que no puede ganar.

Luego, está el espectacular giro político – después del golpe – dado por el Sultán Erdogan en Turquía, que en la práctica significa poner fin a la exclusión aérea y abandonar los sueños neo-otomanos de una anexión de una Siria post-Assad.

Los Saudíes enrojecen de ira cuando escuchan que diplomáticos turcos han comenzado a difundir una «superproducción» : Erdogan habría propuesto al líder de Irán, Rúhánímu, una amplia coalición que podría contar con el presidente Putin para resolver el rompecabezas de Oriente Medio.

Cualquiera que sea la errática agenda de Erdogan, el posible acuerdo para romper el hielo entre Moscú y Ankara se discutió en un «cara a cara» entre Putin y Erdogan.

Todos las señales geo-políticas pasan por este terreno. La tentativa de una alianza de Rusia / Irán / Turquía ha revivido, el miedo en la monarquía Saudita, que esta vez , y sin tabúes, quiere ganar la confianza de Moscú, ofreciendo » riquezas incalculables » y un acceso privilegiado a los mercados de los países del golfo.

Según han confirmado fuentes de inteligencia occidental » los saudíes están manteniendo acercamientos con el Kremlin». El rey saudí, que ahora está en Tánger, se ha reunido con una delegación rusa. Estas fuentes pueden decir lo que quieran pero, Putin no abandonará a Assad. Tienen un compromiso. Ambos se necesitan.

El presidente Putin está en una posición favorable. Incluso si rechaza la oferta saudí – que es una promesa sin garantías firmes – Rusia tiene las mejores cartas. Una alianza Moscú-Teherán-Ankara, obviamente, sería problemática, pero factible, porque conduciría a la integración euroasiática, con un asiento para Turquía, junto a Irán, en el Consejo de Cooperación de Shanghái (OCS).

Una alianza Saudí-Moscú , por su parte, conduciría inevitablemente a que la «reina de la guerra» – intentaría derrocar al régimen de Riad, enmascarándola como «R2P» (responsabilidad de protección) para la población saudí. Un idea similar defendió la compinche de Hillary ,Samantha Power, con vehemencia en las Naciones Unidas.

Tres Arpías

Los instintos bélicos «de la reina» es lanzar un ataque contra Irán. El plan » de guerra de Hillary» se encuentra en un documento titulado «Cómo extender el poder de los Estados Unidos», una peligrosa mezcolanza de políticas neoconservadoras y «neoliberalcons».

El documento es algo así como el PNAC , pero con esteroides (Proyecto para el Nuevo Siglo Americano). Pobremente enmascarado, con una retórica tranquilizadora, sobre un «orden internacional basado en reglas, se hace eco de las Instrucciones de Guerra de Estados Unidos del año 1992.

Este documento, de la CNA, fue mandatado por tres personajes que yo llamo «las tres arpías» – Hillary Clinton, Michelle Flournoy de la CNA y » la canciller», Victoria Nuland. Es posible que este trío letal conduzca, muy pronto, la política exterior de la tercera administración de los Clinton en la Casa Blanca.

Ahora, si el equipo de campaña de Trump logra contener la «obscena boca de su candidato» y este centra su discurso en denunciar lo que significa este documento – para Estados Unidos y el mundo – llegaría a millones de votantes indecisos de su país.

Hillary no va a ir a la guerra con Rusia

A pesar de su bravuconería la Dominatrix Americana no está tan loca como para iniciar una guerra – inevitablemente nuclear – contra Rusia (usando el Báltico como pretexto) o contra China (usando Mar del Sur de China como pretexto).

Mientras Erdogan puede hacer la vida insoportable a la OTAN en Turquía, en Siria los criminales de Al Qaeda, presentados como «rebeldes moderados», estarán (posiblemente, enero del 2017) en su mayoría bajo seis pies tierra.

Sin embargo, como la «reina de la guerra» está en el bolsillo de la AIPAC, ( El Comité Americano-Israelí de Asuntos Públicos) y, la Fundación Clinton se sostiene con los aportes de la dinastía saudí, el objetivo de la guerra no puede ser otro que el mismo objetivo militar de Israel y Arabia Saudí: Irán.

Cuál sería la forma de llevar a cabo la guerra ? Una de las vías, que se está explorando, es bombardear – literalmente – el programa nuclear de Irán. Los medios de comunicación de Estados Unidos ya están ejecutando una campaña, bien coordinada, cuyo como objetivo es enterrar todo acuerdo de paz.

Según, medios norteamericanos, el líder supremo iraní ayatolá Jamenei ha dicho que no se puede confiar en Washington : «Nos dicen, vamos a hablar de los problemas regionales, pero la experiencia del acuerdo nuclear sugiere que esto es veneno mortal; de ninguna manera se puede confiar en los estadounidenses».

Lo que espera del equipo de Clinton primero con un bombardeo – a través de los medios de comunicación- repleto de acusaciones sin fundamento y, posteriormente con la acción de una «necesaria falsa bandera» es que Teherán caiga en la trampa y reanude su programa nuclear. Por supuesto esto no va a ocurrir. Pero este ataque «infernal» de desinformación será esgrimido como prueba, en el Congreso de Estados Unidos, por el lobby anti-iraní. Aunque solo es una alucinación o una expresión de los deseos «neoliberalcons».

Todo esto ocurre mientras Irán está planificando un nuevo corredor mercantil, desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Negro, que unirá Armenia, Georgia y Bulgaria. Esta ruta colocaría a la nación persa como un centro comercial clave para conectar al mundo árabe por el sur y oeste con Europa (Asia Central por el norte; Afganistán y Pakistán por el este). Una vez más, la integración eurasiática en movimiento.

Teherán tiene motivos, en abundancia, para estar en alerta roja si la Comandante Hillary tiene en sus manos los códigos nucleares (¿cómo alguien puede pensar que es menos temible que Trump?) La Dominatrix actuará como una fiel servidora de la alianza de Israel y Arabia Saudita. La hoja de ruta esta lista.

Tanto los neoconservadores como los «neoliberalcons» apenas pueden contener su emoción al ver que el plan – diseñado por el CNA – pondrá en acción » una fuerza capaz de ganar la batalla en diferentes frentes.»

Por Pepe Escobar, analista internaional

Fuente: http://sputniknews.com/columnists/20160804/1043937453/hillary-clinton-war-queen.html