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La mejora económica de Grecia es una cuestión de fe

Fuentes: Rebelión

«Lo peor de la crisis griega ha pasado», aseguró este martes el gobernador del Banco Central de Grecia (BCG), Yorgos Provópulos, en una entrevista concedida al diario económico Financial Times. La afirmación pudiera parecer arriesgada a tenor de la situación en la que se halla la economía griega, pero procediendo de una figura autorizada como […]


«Lo peor de la crisis griega ha pasado», aseguró este martes el gobernador del Banco Central de Grecia (BCG), Yorgos Provópulos, en una entrevista concedida al diario económico Financial Times.

La afirmación pudiera parecer arriesgada a tenor de la situación en la que se halla la economía griega, pero procediendo de una figura autorizada como Provópulos y teniendo en cuenta que el mismo día el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, garantizó el fin de la recesión en 2013 todo parecía indicar que el gobierno contaba con una base sólida para tal euforia.

En sus declaraciones al periódico británico el banquero interpretó como una buena señal el hecho de que los bonos griegos cayeran por debajo del 10 por ciento de interés por primera vez en dos años, desde que se iniciara la crisis de la deuda soberana. Además consideró positivo el que la ciudadanía griega tuviera una mayor confianza en que el país permanecerá en la zona euro, al tiempo que se sanean las finanzas públicas, mejora la competitividad y vuelven a retornar los depósitos bancarios retirados durante los últimos meses.

Más que aportar datos Provópulos mostró su fe inquebrantable en unas drásticas medidas de austeridad que hasta el momento solo acarrearon problemas más graves que los que tratan de solucionar. Porque lo cierto es que Grecia se halla en el último puesto del Índice Global de Competitividad Industrial, que analiza centenares de empresas de 38 países. Además, de los 87 mil millones de euros que los ciudadanos griegos sacaron de sus cuentas hasta junio del pasado año, únicamente 15 mil retornaron de nuevo durante el segundo semestre de 2012. Y por mucho que el gobernador del BCG espere que «en el próximo año y medio retornen otros 15 mil millones» se está muy lejos de alcanzar los niveles de los meses previos.

Desde la firma del primer memorando de préstamo, en 2010, el índice de desempleo en Grecia se duplicó, afectando ya al 27 por ciento de la población activa, mientras la economía se redujo un 20 por ciento y según las proyecciones gubernamentales aún lo hará un 4 por ciento más durante 2013. Sin embargo, estos datos no parecen ser relevantes para Provópulos porque «lo realmente importante es que, aunque el PIB continúa contrayéndose, la confianza está mejorando constantemente» y pese a las dificultades «la estabilidad del sistema bancario se ha mantenido».

En efecto, el equilibrio del sistema financiero se mantiene por el momento a costa de inyectar ingentes cantidades de dinero público, más de 50 mil millones de euros, que no solo han hipotecado al estado griego sino que le han impedido mantener un nivel de funcionamiento digno y acorde a la realidad social del país.

En realidad la confianza esgrimida por el banquero hacía referencia a ciertas mejorías, momentáneas y volátiles, procedentes de los mercados financieros, como ocurrió durante unas horas con el rendimiento de los bonos griegos a 10 años que cayó unas centésimas, o la subida de 11 puntos en la Bolsa de Atenas desde el inicio del año. A la luz de los mercados Provópulos no dudó en asegurar que «Grecia disfruta de un descanso a tres años de oscuridad y parece estar cediendo el riesgo de agitación social», y lo dijo justo en una semana dominada por una dura y larga huelga en el transporte público, con la amenaza de importantes movilizaciones en varios sectores contra las medidas de austeridad y el anuncio de una jornada de Huelga General para el próximo 20 de febrero.

Por último, el responsable financiero reconoció que tanto el fraude fiscal, estimado en más de 30 mil millones de euros, como el fracaso del programa de privatizaciones, que aún no consiguió alcanzar los niveles exigidos por los acreedores internacionales, podrían suponer nuevos recortes presupuestarios.

También la recapitalización del sistema bancario, que demanda al menos 50 mil millones de euros, podría verse pospuesto de abril a junio debido a la ausencia de inversores privados dispuestos a dar vida a un sector moribundo, incapaz de colaborar en la recuperación económica del país como pretende el ejecutivo.

Al menos estas consideraciones finales de la entrevista le sirvieron a Provópulos para clarificar al personal la máxima bíblica de que la fe sin obras es fe muerta.

Antonio Cuesta es corresponsal de la agencia Prensa Latina en Grecia. Su blog de noticias es: http://deatenas.tumblr.com/

twitter: @de_atenas

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.