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La posición de EE.UU. en el Caspio se deteriora

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El domingo, en camino a Astana, Kazajstán, después de un «viaje muy agradable a India,» la Secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, dijo a los reporteros que la acompañaban: «Sólo desearía haber podido quedarme más tiempo en India.» Nueva Delhi debe ser una de un puñado a capitales en las que responsables del gobierno de George W Bush reciben una bienvenida expectante, y las advertencias apocalípticas emitidas desde Nueva York y Washington parecen carecer de importancia.

Pero había otro motivo para la inquietud de Rice mientras su jet descendía hacia Astana – la influencia y el prestigio de EE.UU. en Asia Central y en la región del Caspio han vuelto a caer. Rice se da cuenta de que apenas queda tiempo para recuperar el terreno perdido, y el legado del gobierno de Bill Clinton en el Caspio y Asia Central se ha disipado en gran parte. En el centro de ese hecho está que el gobierno de Bush no ha logrado manejar las relaciones con Rusia. Ya comenzaron a sacar cuentas.

Escribiendo en The Washington Post el miércoles, los ex Secretarios de Estado Henry Kissinger y George Shultz regañaron al gobierno de Bush por su «deriva hacia la confrontación con Rusia» y señalaron que «el aislamiento de Rusia no es una política sostenible a largo plazo.» Dijeron que gran parte de Europa está «inquieta». Su objetivo era Rice, una sedicente «sovietóloga», y su inexcusable ataque vitriólico contra el Kremlin en un discurso en el Fondo Marshall de Alemania en Washington el 18 de septiembre.

Diplomacia de confrontación

Kissinger y Shultz pusieron sobre todo en guardia al gobierno de Bush contra el alentamiento de una diplomacia de confrontación contra Rusia de sus vecinos, que sería contraproducente. Sin duda alguna, ya existe una reacción en la región. Azerbaiyán, que el gobierno de Bush considerara otrora como un estrecho aliado regional, desairó al vicepresidente durante su visita a la capital, Bakú, el mes pasado. Washington pretendió no haberse dado cuenta, y delegó a Bakú la semana pasada a otro alto funcionario – el Secretario de Estado Adjunto John Negroponte – a quien el sitio en la Red del Departamento de Estado describe como «alter ego» de Rice.

Al llegar, el 2 de octubre, Negroponte dijo sin dilación que llevaba un «simple mensaje» – que EE.UU. tiene «intereses profundos y perdurables» en Azerbaiyán y que son «intereses importantes» que tienen implicaciones para la seguridad regional e internacional. Implicó que Washington no se echaría a un lado para ceder el paso a Moscú en el sur del Cáucaso.

Desde la perspectiva del conflicto en el Cáucaso en agosto, la cuenca del Mar Caspio se ha convertido en un punto focal. Era inevitable. En el centro está la determinación de Washington de evitar la participación rusa en la cadena de suministro de energía europea. Para citar a Ariel Cohen, del think-tank conservador estadounidense Heritage Foundation: «Desde agosto, diplomáticos estadounidenses han estado ocupados tratando de reforzar la posición geopolítica de Washington por doquier en el Caspio, incluyendo Bakú, [la capital de Turkmenistán] Ashgabat y Astana.»

Rusia está obteniendo ventaja en la región. A pesar de la enérgica actividad diplomática de EE.UU. en Ashgabat – más de 15 delegaciones estadounidenses llegaron allí el año pasado – Turkmenistán, que ya exporta cerca de 50.000 millones de metros cúbicos de su gas a través de Rusia, ha reaccionado positivamente a las aperturas de Moscú. Ha decidido adherirse a las condiciones de un acuerdo de abril de 2003 según el cual virtualmente todas sus exportaciones son manejadas por Rusia «hasta después de 2025», y se espera que las exportaciones de gas turcomanas a Rusia aumenten a 60-70.000 millones de metros cúbicos para 2009, dejando apenas un excedente para las compañías occidentales. Ashgabat también se ha comprometido a construir un gasoducto a Rusia a través de Kazajstán a lo largo de la costa oriental del Mar Caspio.

El acto decisivo fue la oferta de Rusia de comprar gas turcomano «a precios europeos» – el mismo enfoque que Moscú adoptó para asegurarse el control de las exportaciones de gas kazajas y uzbecas. Rusia ha hecho desde entonces una oferta similar a Azerbaiyán, que está siendo considerada por Bakú. Azerbaiyán fue el verdadero éxito de la diplomacia petrolera de EE.UU. en la era post-soviética. Clinton se la arrancó literalmente a la órbita rusa en los años noventa al hacer aprobar el oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan [BTC] a pesar de que parecía que todo estaba en contra. Azerbaiyán ahora vuelve hacia Moscú.

Está negociando con Rusia un aumento de la capacidad anual del oleoducto Bakú-Novorossiisk. Que Azerbaiyán reduzca su compromiso con los oleoductos Bakú-Supsa y BTC, que tienen una masiva capacidad de 60 millones de toneladas por año y podrían cubrir fácilmente todas las exportaciones de petróleo azeríes, es un gran adelanto para Rusia.

La postura resuelta de Rusia en el Cáucaso ha captado la atención de Bakú. Bakú comprende la resurrección de Rusia en el Cáucaso meridional, y al presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev le disgusta la personalidad mercurial del presidente georgiano Mikheil Saakashvili. Azerbaiyán podría haber perdido 500 millones de dólares en ingresos por la suspensión del transporte de petróleo a través de los oleoductos Bakú-Supsa y Bakú-Tiflis-Ceyhan en agosto debido al conflicto, y el renovado interés de Bakú en el oleoducto ruso proviene del deseo de proteger su relación con Moscú.

Las implicaciones son bastante serias para Washington. Cualquiera reducción en las exportaciones azeríes a través del BTC podría afectar la viabilidad del oleoducto, que ha sido una piedra angular de la diplomacia petrolera de EE.UU. en el Caspio, bombeando cerca de 1 millón de barriles de petróleo por día de Azerbaiyán a la costa mediterránea de Turquía, donde la mayor parte del suministro es embarcado a Europa. El oleoducto BTC parece seguro por el momento, pero es observado crecientemente por Rusia.

De nuevo, han aparecido signos de interrogación sobre el futuro del gasoducto Nabucco, que, si es construido, evitaría el territorio ruso y llevaría gas del Caspio, de Azerbaiyán a través de Georgia y Turquía al mercado europeo. ¿Qué pasará si Azerbaiyán acepta la oferta rusa de comprar gas a «precios europeos»? ¿Ha perjudicado fatalmente el conflicto del Cáucaso el futuro de Nabucco?

Rusia sale ganando

Ciertamente existe una nueva ambivalencia en la geopolítica de la región. Por toda Europa, Eurasia y China, los países están asimilando lo que sucedió en el Cáucaso en agosto y están evaluando sus apuestas respecto a una Rusia resurgente. Buscan acomodamiento con Rusia. Moscú ha salido ganando considerablemente.

La guerra en Georgia ha enturbiado en algo las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. La declaración final de la cumbre de la UE del 1 de septiembre subrayó la necesidad de reducir la dependencia energética de Rusia. Pero las opciones de la UE, son también limitadas. Europa ha cifrado sus esperanzas en Nabucco, pero sólo puede ser implementado con participación rusa. Claude Mandil, ex jefe de la Agencia Internacional de Energía, dijo recientemente en una entrevista con el diario ruso Kommersant: «Hay mucho petróleo y gas en Asia Central, pero todavía menos que en Rusia o Irán.»

Mandil, quien asesora al presidente francés Nicolas Sarkozy en temas de energía, criticó la presión de EE.UU. sobre Europa para aislar a Rusia, calificándola de «contraproducente.» Dijo: «La UE debe decidir por sí sola el tema de la seguridad de la energía. El propio EE.UU. depende en alto grado de importaciones de petróleo de Venezuela, pero ningún miembro de la UE dice a Washington que es hora de encarar ese problema.»

China también reconoce la consolidación rusa en la región Caspio-Asia Central. Un comentario en el People’s Daily a principios de septiembre tomó nota de que la diplomacia rusa en Asia Central ha sido «coronada por mucho éxito.» Señaló que visitas de dirigentes rusos a capitales centroasiáticas en agosto ayudaron «a consolidar y fortalecer» los vínculos de Moscú con la región y lograron «resultados sustanciales» en la cooperación energética.

El comentario chino concluyó: «Con un telón de fondo global de crecientes contradicciones de Rusia con Occidente «la diplomacia de viajes diplomáticos de alto nivel de dirigentes rusos realzará aún más la posición estratégica de Rusia en Asia Central, fortalecerá el control de los recursos de petróleo y gas y ayudará a coordinar las posiciones de Rusia y de esas naciones centroasiáticas sobre el tema trascaucásico.» Beijing ha hecho evidentemente una evaluación realista de sus propias opciones en Asia Central.

De hecho, durante la visita del primer ministro ruso Vladimir Putin a Tashkent el 1 y 2 de septiembre, Uzbekistán y Rusia acordaron construir un nuevo gasoducto con una capacidad de 26 a 30.000 millones de metros cúbicos anualmente para bombear gas uzbeco y turcomano a Europa. Un gasoducto semejante debilitaría los esfuerzos de EE.UU. por desarrollar una ruta energética tras-Caspio circunvalando a Rusia. De nuevo, LUKoil de Rusia ha anunciado planes para producir 12.000 millones de metros cúbicos de gas por año en los campos Kandym y Gissar de Uzbekistán.

En definitiva, por lo tanto, la visita de Rice a Kazajstán tuvo lugar ante un sombrío telón de fondo. Ni Azerbaiyán ni Kazajstán parecen interesados en pedidos de EE.UU. para que reorienten sus exportaciones de energía para dejar de lado a Rusia. Ambos países esperan mantener buenas relaciones con EE.UU. pero no son posibles mediante una pelea con Rusia. En una conferencia de prensa con Rice en Astana el domingo, el ministro de exteriores kazajo, Marat Tazhin, subrayó que las relaciones con Rusia seguirán siendo la máxima prioridad. «Nuestra relación con Rusia, puedo decir, es simplemente excelente. Tenemos muy buenas relaciones políticas. Rusia es nuestro socio estratégico. Al mismo tiempo, debería subrayar que nuestra relación con EE.UU. tiene un carácter estratégico estable.»

Ni Tazhin ni el presidente kazajo Nurusultan Nazarbayev hicieron al parecer algún compromiso con Rice respecto a los oleoductos auspiciados por EE.UU. Al contrario, dirigiéndose a los medios junto con el presidente ruso Dmitry Medvedev, después del foro ruso-kazajo sobre la región fronteriza en Aktyubinsk, Kazajstán, el 22 de septiembre, Nazarbayev dijo que Kazajstán aumentará su producción de petróleo en 12 millones de toneladas métricas en 2009 y tiene la intención de bombear el petróleo adicional a través de Rusia. «Es muy importante que el petróleo kazajo debe pasar por Rusia,» dijo.

Puzzle en Kashagan

 

Nazarbayev dio a entender que Astana utilizaría el Consorcio del Oleoducto Caspio (CPC), controlado por Rusia, para llevar el crudo kazajo del depósito de Kashagan en 2012-2013 a la terminal rusa en el Mar Negro. Nurlan Balagimbayev, asesor de Nazarbayev, dijo el jueves que Kazajstán está interesado en comprar otro 13,7% de partes pertenecientes a BP y a Omán en el CPC, en el que Rusia tiene un 24%, aparte de Chevron, Shell y ExxonMobil.

Rice habrá utilizado su visita a Astana para informarse sobre Kashagan. Kazajstán y un grupo de compañías petroleras occidentales encabezadas por ENI de Italia deben finalizar detalles sobre el futuro de Kashagan antes del 25 de octubre. Se espera que se forme una nueva empresa y que probablemente compañías individuales – ENI, Shell, ConocoPhillips, Inpex Holdings de Japón y KazMunaiGas de Kazajstán – controlen diferentes aspectos de la operación, como ser la producción, o el embarque.

Se estima que Kashagan contenga 7.000 a 9.000 millones de barriles de reservas recuperables y es indudablemente la joya en la corona en la cuenca del Mar Caspio. Probablemente se necesitarán varias rutas diferentes para llevar petróleo de Kashagan a clientes, involucrando la construcción de grandes oleoductos nuevos. Rice habrá sencillamente anticipado las acuciosas rivalidades que se avecinan antes del comienzo de la producción de Kashagan en 2013. La batalla por Kashagan está a punto de comenzar.

La ruta de transporte para Kashagan tendrá una influencia vital en la viabilidad económica a largo plazo del oleoducto BTC. Pero Astana no ha mostrado hasta ahora apuro por comprometer el petróleo de Kashagan al BTC. Puede ser que Kazajstán esté tomándose su tiempo y sincronizando con la esperada terminación por Rusia del oleoducto de Siberia Oriental al Pacífico (ESPO) en 2012 para llevar petróleo a los mercados asiáticos.

El ministro ruso de energía, Sergei Shmatko, dijo el miércoles que el operador estatal del oleoducto de Kazajstán, KazTransOil está interesado en transportar petróleo kazajo a través de ESPO. «Nuestros socios kazajos están considerando el proyecto con mucho interés y entusiasmo. Estamos contentos de que así sea,» dijo en un acto en el que se lanzó una sección de ESPO entre Talakan y Taishet. La sección Taishet-Talakan del oleoducto ESPO fue completada en septiembre, mientras se ha programado que el trecho restante a Skovorodino, cerca de la frontera china, sea completado a fines de 2009.

¿Se decidirá Astana a embarcar su producción proyectada de petróleo – 150 millones de toneladas al año en 2015 – a través de ESPO? China será un gran beneficiado y la geopolítica del Caspio experimentará una transformación histórica.

Alianza petrolera ruso-kazaja

Rice se presentó, y dijo: «No se trata de algún tipo de competencia por el afecto de Kazajstán entre los países de la región.» Pero es muy obvio que Washington está nervioso porque Kazajstán muestra alarmantes señales de movimiento hacia Moscú. Astana apoyó la acción rusa en el Cáucaso y redujo su inversión en Georgia. Si Rice esperaba alentar a Kazajstán para que se opusiera al «matonaje» ruso, quedó desilusionada.

La víspera de la llegada de Rice a Astana, Nazarbayev dijo: «Fui testigo personal del hecho de que Georgia atacó primero. Estaba en Beijing el 8 de agosto con el señor Putin, cuando recibimos las primeras noticias. Pienso que la cobertura de esos eventos fue sesgada. Sea quien sea el que pueda ser culpado por el conflicto, los hechos son suficientemente malos.»

Desde que asumió su puesto en el Kremlin el 7 de mayo, Medvedev ha visitado Kazajstán tres veces. Durante su última visita, prometió: «Nosotros [Rusia y Kazajstán] seguiremos aumentando la producción y la exportación de materias primas de hidrocarburos, construiremos nuevos oleoductos cuando sea beneficioso y necesario, y atraeremos inversiones en gran escala al sector del combustible y la energía.»

El miércoles, durante una visita a Almaty, la mayor ciudad de Kazajstán, el influyente presidente del Comité del Consejo de la Federación (Senado de Rusia), para los países de la Comunidad de Estados Independientes, Vadim Gustov, presentó una nueva idea en el sentido de que los dos países tienen que desarrollar un mercado energético común. Dijo que una «alianza petrolera» puede ser de ventaja mutua.

«Un mercado energético común de Rusia y Kazajstán ayudaría a desarrollar la cooperación energética, suministrar recursos energéticos baratos a los mercados internos y aumentar los suministros de energía a terceros países,»dijo Gustov. A su juicio, Rusia y Kazajstán deberían desarrollar y adoptar un concepto conjunto del mercado de la energía, que podría servir como base para el espacio de la Comunidad Económica Eurasiática.

Evidentemente, Washington apenas logra seguir el ritmo de la diplomacia rusa. Para empeorar las cosas, la crisis financiera interna ha erosionado la credibilidad de EE.UU. Toda una ideología de desarrollo económico que los diplomáticos de EE.UU. propagaron en la región está desacreditada.

Hay un inmenso simbolismo político cuando Islandia expresa «desilusión» con el mundo occidental y se vuelve hacia Moscú para conseguir un préstamo de 4.000 millones de euros (5.500 millones de dólares) para salvar su economía de la inminente bancarrota. Imágenes semejantes dejan una impresión duradera en las estepas centroasiáticas.

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El embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera del ministerio de Asuntos Exteriores indio. Estuvo destinado en la Unión Soviética, Corea de Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.

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http://www.atimes.com/atimes/Central_Asia/JJ11Ag01.html