La política de mantener la colonia para que continúe siendo un jugoso negocio para los Estados Unidos, florece nuevamente con la privatización de la generación de energía eléctrica en Puerto Rico.
El plan es que corporaciones extranjeras y asociadas a las estructuras bancarias financieras estadounidenses tomen el control de miles de millones de dólares que subsidiarán la economía gringa.
La privatización es una orden de Washington implementada por la Junta de Control Fiscal. Cuenta con la complicidad de los serviles criados del PNP-PPD, que quieren hacernos creer que mandan algo, pero solo se suman a las acciones que buscan alcanzar un “Puerto Rico sin puertorriqueños”.
Ese Puerto Rico sin puertorriqueños, significa: desplazarnos, expulsarnos, marginarnos. Nos quieren convertir en sirvientes de los extranjeros- invasores. Quieren continuar el control de la economía y la sociedad puertorriqueña. Nos quieren convertir en parias en nuestra tierra, si se lo permitimos, claro está.
Debemos enfrentarlos con todas las vías y herramientas a la mano, porque la vida de una nación y de un pueblo se defiende por todos los medios y se combate el intento de su genocidio, que valida las acciones de lucha que entendamos necesarias para detenerlo.
La política de privatización de la generación eléctrica, contrario a lo que múltiples analistas opinan, no es ajena a lo que hace el imperio. Esos son los lineamientos que impone la administración Biden en su colonia.
El impulso e implementación de fuentes de energía renovable es promovido, sí, pero controladas por corporaciones privadas. Esa es la política de los estadounidenses. Estados Unidos, que nos invadió en 1898 y que han ocupado ilegalmente nuestro suelo, tiene un sistema de producción de energía eléctrica mayoritariamente privatizado, donde 72% de sus abonados la reciben de compañías privadas, que responden a sus inversionistas y a su afán de lucro no al beneficio del pueblo trabajador.
Los Estados Unidos no avanzará una visión de la energía eléctrica como derecho humano, como servicio esencial y mucho menos que esté en las manos del pueblo. Esta es la única forma de garantizar que la energía eléctrica en nuestra nación sea una democrática y comunitaria. Esa visión solo puede lograrse desde el ejercicio de los poderes políticos soberanos que solo la independencia nacional nos otorgaría.
Pero claramente, es fundamental que para establecer e implementar la visión democrática de la energía, hay que enfrentar la ofensiva de destrucción y austeridad empujada por los Estados Unidos, con su Junta, con la complicidad del PNP-PPD. Y esa lucha colectiva-comunitaria tiene que arraigarse en levantar y forjar poderes para el pueblo, solo posible con la Independencia Nacional de nuestra nación.
De la misma manera que no puede existir soberanía alimentaria en la colonia, no puede existir energía eléctrica como derecho humano en la colonia porque el ejercicio de la soberanía política es la que provee la posibilidad de implementar y defender dichas visiones, que solo un pueblo con poderes y soberanía puede garantizar.
Energía Eléctrica es un Derecho Humano, es un servicio esencial.
No a la Privatización- No a las Alianzas Públicas-Privadas.
Fuente: https://movimientoninnegron.wordpress.com/2023/02/01/la-privatizacion-de-la-generacion-electrica/
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