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La UE estrecha la puerta por la que entrarán en enero Rumanía y Bulgaria

Fuentes: Gara

Que la UE ha perdido gas no es un secreto, menos desde la crisis provocada por el rechazo de sus poblaciones al tratado constitucional. De ahí que vaya a acoger con frialdad y mil condiciones draconianas a Bulgaria y Rumanía el 1 de enero de 2007 para cerrar la puerta a futuros ingresos. Y, en […]

Que la UE ha perdido gas no es un secreto, menos desde la crisis provocada por el rechazo de sus poblaciones al tratado constitucional. De ahí que vaya a acoger con frialdad y mil condiciones draconianas a Bulgaria y Rumanía el 1 de enero de 2007 para cerrar la puerta a futuros ingresos. Y, en su interior, la Europa sin fronteras es ya un laberinto de prohibiciones para sus ciudadanos más pobres. Y éstos reproducen el mismo esquema restrictivo entre ellos.

Rumanía y Bulgaria «están en condiciones de asumir los derechos y obligaciones de la pertenencia a la Unión Europea el 1 de enero de 2007», anunció ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

«La adhesión de Bulgaria y Rumanía supone un hito histórico. Es la consecuencia de la quinta ampliación que prosigue la reunificación de la familia europea», anunció Barroso en un intento de aplicar un tono solemne a la frialdad de la acogida a estos dos países. El mismo Barroso que, la víspera, adelantara el parón en futuras eventuales ampliaciones.

Le tocó al comisario responsable de Ampliación, Olli Rehn, descender a la cruda realidad y enumerar las duras medidas de control a los dos ejecutivos balcánicos, medidas que persistirán tras su ingreso.

Fondos estructurales. Rehn advirtió de que Bruselas garantizará «la protección y buen uso del dinero de los contribuyentes». Al hilo de ello, ha establecido mecanismos para interrumpir, suspender o incluso cancelar los pagos de fondos estructurales y ayudas agrícolas «si se sospecha de irregularidades, fraudes o prácticas corruptas».

Bruselas ha amenazado además con reducir el año que viene los pagos de los fondos estructurales «si el sistema de gestión de los fondos agrícolas (que suponen el 80% de los gastos agrícolas de Rumanía y Bulgaria) «no funciona correctamente».

Medidas de vigilancia . Los dos países deberán rendir cuenta dos veces al año, la primera el 17 de marzo de 2007, sobre sus progresos en diversas materias, que serán verificados por la Comisión.

Reforma judicial. Deberán hacer progresos en la «lucha contra la corrupción y el crimen organizado». Bulgaria deberá, para ello, incluso modificar su Constitución.

Seguridad aérea. Bruselas incluirá a ciertas compañías aéreas a su «lista negra» si Sofía no resuelve las «graves insuficiencias» identificadas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

Seguridad alimentaria. Se mantendrá el embargo sobre el porcino por la persistencia de la peste porcina y sobre los productos bovinos derivados por carencias en el control del mal de las «vacas locas». La Comisión se arroga el derecho a aplicar más restricciones sobre otros productos que «no cumplan con los requisitos necesarios», y que no podrán venderse en su caso en la UE.

Cláusulas de salvaguarda. Si juzga sus esfuerzos insuficientes, Bruselas aplicará las cláusulas de salvaguarda del Tratado de Adhesión. Estas pueden ser invocadas hasta tres años después del ingreso y suponen la suspensión del reconocimiento por parte de la UE de las decisiones de los tribunales búlgaros o rumanos. Estas cláusulas, además de las limitaciones a la libre circulación de personas, se siguen aplicando actualmente a los países que entraron en la UE en 2004.

Reacción rumana. El presidente, Traian Basescu, dijo que con el ingreso «no conseguiremos gratis la prosperidad (…) Entre el ingreso y la integración hay un largo camino».

Reacción búlgara. Pese a anunciar «la caída final del Muro de Berlín para Bulgaria», el primer ministro búlgaro, Sergei Stanishev, instó a seguir «trabajando duro para la plena integración del país a nivel económico y social».

Bruselas avala el plan neoliberal de Hungría
El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, aplaudió el plan neoliberal que el Gobierno húngaro hurtó a los electores, lo que ha provocado una crisis sin precedentes en el país magiar. No contento con ello, instó a Budapest a que aplique «rigurosamente» estas medidas y las combine con otras nuevas. –

Los Diez quieren aplicar a los dos nuevos países las restricciones que sufren en la UE

BRUSELAS

Los 10 países que entraron en la UE el 1 de mayo de 2004 analizan la posibilidad de obstruir el acceso de los ciudadanos búlgaros y rumanos «a ciertos sectores» de sus mercados laborales si «se comprueba que pueden resultar perjudicados», indicaron fuentes diplomáticas de la República Checa.

Estas fuentes, que aseguraron que los otros nueve países comparten la preocupación de Praga, aseguraron que «se abrirían los mercados, pero sólo después de evaluar la situación y los sectores (laborales) que podrían resultar distorsionados» y en los que, anunciaron, «se podría tomar alguna medida para evitar el empleo de búlgaros y rumanos».

La República Checa y otros de los nuevos estados miembros estudian ya la eventual imposición de medidas frente al ingreso de Rumanía y Bulgaria a la UE al mismo tiempo que reclaman que sus ciudadanos dejen de ser de segunda y se igualen sus derechos con el resto con su entrada en el espacio Schengen, que contempla la supresión de las fronteras interiores en la UE y la libre circulación de personas.

Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia forman, junto a Eslovenia y Austria, el denominado Foro de Salzburgo que ha protestado por el nuevo retraso decretado para la adhesión de los nuevos socios de la UE al sistema Schengen, cuya fecha ha sido fijada ahora para 2009.

En respuesta a la amenaza de estos países, Barroso admitió que los gobiernos tienen «pleno derecho» para prohibir durante siete años la libre circulación de rumanos y búlgaros y se mostró «comprensivo».