Considera que Rusia ha cumplido con el acuerdo de paz de Georgia
La UE acordó ayer retomar las negociaciones para llegar a un acuerdo político, económico y comercial con Rusia, su principal proveedor energético. Las conversaciones, congeladas a causa de la invasión de Georgia, se reanudarán tras la cumbre UE-Rusia de este viernes y la próxima ronda de negociaciones sobre el futuro de Abjasia y Osetia del Sur, prevista para el 18 de noviembre.
Este paso hacia la normalización de las relaciones obedece a que la UE considera que Rusia ha cumplido con lo acordado en Moscú entre Nicolas Sarkozy y Dimitri Medvédev: el repliegue a las posiciones anteriores al conflicto, la presencia de observadores internacionales y las negociaciones sobre el futuro de las dos regiones independentistas, que la Federación Rusa reconoce casi en solitario como naciones independientes.
Escasas resistencias
Los ministros de Asuntos Exteriores lograron vencer las reticencias de suecos, británicos y polacos, que, junto al ministro lituano, presionaban para dejar en suspenso esas negociaciones. El Consejo tampoco ha tenido en cuenta la oposición georgiana o el anuncio del despliegue de misiles rusos en Kaliningrado, muy cerca de Polonia y la República Checa, que hizo saltar las alarmas en Bruselas.
Esta operación fue la respuesta de Moscú al escudo antimisiles de EEUU, que cuenta con bases cercanas y que Rusia vio como un órdago.
Por otra parte, los ministros de Exteriores y Defensa acordaron ayer la puesta en marcha de la primera operación naval en el Índico contra la piratería. Impulsada por España, que se ha ofrecido a hacerse cargo del mando sobre el terreno, tendrá su base en Northwood (Reino Unido) y contará con el apoyo de ocho países, que aportarán aviones, fragatas y otros navíos de ayuda logística.
El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, anunció la colaboración de España con un avión de vigilancia, una fragata y un barco que ayudará en tareas logísticas. La operación, que se iniciará en enero, podría implicar hasta 400 soldados españoles. Ahora, el Gobierno tendrá que obtener el visto bueno del Parlamento.