Una toma de rehenes en la sala de conciertos Bataclan se ha saldado con un centenar de jóvenes asesinados. Se ha registrado al menos un ataque suicida en los exteriores del Stade de France, donde se disputaba un Francia-Alemania en el que estaba presente François Hollande
Más de un centenar de personas han muerto según fuentes policiales en al menos seis ataques en diferentes puntos de París este viernes por la noche. Un secuestro en la sala de conciertos Bataclan, ha acabado con una asalto de la Policía y la muerte de al menos dos terroristas. En el interior, según algunas fuentes, se ha producido una matanza de jóvenes que asistían a un concierto de un conjunto de heavy. La policía asegura que ha hallado cerca de un centenar de cadáveres. Julien Pierce, un periodista de Europe 1 que se encontraba en el interior de Bataclan cuando se ha producido el ataque, ha relatado a su emisora que «varios individuos armados han entrado en pleno concierto».
Según su testimonio, se trataría de «dos o tres individuos que no iban cubiertos» y que portaban «armas automáticas de tipo Kalashnikov». Una vez en el interior, «han comenzado a disparar sin mirar sobre la multitud». El tiroteo, según Pierce, ha durado «unos diez minutos» durante los cuales «los asaltantes han tenido tiempo de volver a cargar sus armas en al menos tres ocasiones».
Según el periodista, «ha sido extremadamente violento» y los asistentes han corrido sumidos en el pánico hacia el escenario, donde se han producido agolpamientos y pisotones.
El reportero de Europe 1 ha explicado que los asaltantes han actuado tranquilos y eran «muy jóvenes». «No han dicho una sola palabra, al menos que yo haya podido escuchar», ha añadido Pierce, que ha conseguido escapar por una salida de emergencia y que una vez fuera ha visto «una decena de cadáveres en el suelo».
Otro testigo de los hechos, que al igual que Pierce ha escapado antes del asalto de las fuerzas de seguridad, ha indicado a France Info que los asaltantes han gritado «Allah Akbar» mientras disparaban contra los espectadores.
«El concierto se ha interrumpido y todo el mundo se ha tirado al suelo y ellos seguían disparando contra la gente», ha añadido Louis, que ha logrado escapar junto a su madre de la «pesadilla» pasando por encima de algunos cuerpos.
Testigos de la zona además confirman que una de las explosiones ha tenido lugar en los alrededores del Stade de France, donde este viernes se disputaba el partido de fútbol Francia-Alemania y donde se encontraba François Hollande. Algunas fuentes aseguran que algunos de los ataques han sido cometidos por suicidas.
Por otra parte y según afirman los medios franceses, tres personas habrían entrado en el bar Le Carrillon abriendo fuego y matando a varias personas y provocando numerosos heridos.
La Policía, por otro lado, ya estaría presente en la calle Voltaire, donde según testimonios recientes, se han escuchado al menos 20 disparos sin aún conocer si estos han provocado víctimas mortales.
Testimonios difundidos por Le Figaro han narrado cómo dos hombres armados habrían entrado en el salón de conciertos Bataclan.
El presidente de la República, François Hollande, ha salido ante los medios para anunciar el decreto del estado de urgencia vigente para todo el país y el cierre de fronteras con el exterior.
La Policía ha confirmado el cierre de varias líneas de metro y ha advertido a todos los parisinos a no abandonar sus casas.
Los espectadores presentes en el Stade de France han sido llevados al centro del estadio. El partido, ya finalizado, no se llegó a interrumpir a pesar de la amenaza para no provocar el pánico.
Comunicado Nuevo Partido Anticapitalista de Francia
Los atentados horribles que han tenido lugar en París el viernes por la noche, han provocado más de 120 muertos y decenas de heridos. Esta violencia ciega, suscita la rebelión y la indignación. El NPA comparte esa rebelión y esa indignación y expresa su solidaridad con las víctimas y sus familias. Este drama es aún más indignante ya que golpea a víctimas inocentes y dado que estos ataques asesinos apuntaban a la población.
Esta barbarie abyecta en pleno París responde a la violencia igual de ciega y aún más asesina de los bombardeos perpetrados por la aviación francesa en Siria debidos a las decisiones tomadas por François Hollande y su gobierno.
Esos bombardeos combaten supuestamente al Estado islámico, a los terroristas yihadistas, sin embargo, con la intervención y los bombardeos rusos, protegen al régimen del principal responsable del sufrimiento del pueblo sirio, al dictador Assad.
Y una vez más, son también en este caso, la población civil las primeras víctimas condenadas a sobrevivir bajo el terror o a huir poniendo en peligro sus propias vidas.
La barbarie imperialista y la barbarie islamista se nutren mutuamente. Y esto en busca del control de las fuentes de abastecimiento de petroleo.
En una intervención lamentable, Hollande se ha descompuesto en directo y ha balbuceado algunas palabras sobre la República. Él que juega con fuego participando en guerras y tiene por tanto una responsabilidad inmensa en este nuevo drama se atreve a reclamar «confianza». Ha decretado el estado de urgencia en todo el territorio, dejando claro que la primera respuesta a llevar a cabo es la de pisotear las libertades fundamentales. Se ha visto inmediatamente apoyado por Sarkozy. Las autoridades políticas pueden de ese modo a partir de ahora prohibir las reuniones públicas y controlar la prensa.
Una vez más, los principales responsables de esta oleada de violencia salvaje hacen un llamamiento a la unidad nacional. Intentan darle la vuelta a esta situación dramática para sacarle provecho y acallar la indignación y la revuelta. Disponen para ello de un chivo expiatorio muy claro: los musulmanes. Rechazamos toda unidad nacional con los responsables de las guerras, la burguesía, Hollande, Sarkozy y Le Pen.
Denunciamos el racismo que destila el Estado en nombre de los pretendidos «valores de la república» en el mismo momento en el que, bajo la denominada lucha contra el terrorismo, son los derechos democráticos los que están amenazados. Exigimos el levantamiento del Estado de urgencia.
La única respuesta a las guerras y al terrorismo es la unidad de los trabajadores y de los pueblos, más allá de los orígenes, de su color de piel, sus religiones, más allá de las fronteras, para luchar junt@s contra aquellos que quieren acallarlos y someterlos, con el fin de acabar con este sistema capitalista que conlleva barbarie.
Para acabar con el terrorismo, hay que acabar con las guerras imperialistas que tienen como objetivo perpetrar el pillaje de las riquezas de los pueblos dominados por las multinacionales, imponer la retirada de las tropas francesas de todos los países dónde están presenten, en particular en Siria, en Iraq, en África.