Ellos saben que una Constituyente puede significar una reforma agraria, puede significar la tierra, puede significar libertad para los campesinos, puede significar un montón de consignas para los olvidados.
-¿Qué nos podés decir acerca de la situación que se vive en Perú?
-En qué problema me metes. Mira, si tuviéramos un registro de todas las entrevistas que me has hecho sobre Perú verías que yo puse el acento en dos conceptos que te los voy a fundamentar. Cuando asumió Castillo yo dije que su elección era un epifenómeno. El problema central no era Castillo persona en cuanto lo hubieran elegido por sus cualidades personales, sino que él es producto de una especie de resistencia y rebelión popular de un área cansada ya de los gobiernos de derecha y que se apoderaron de él. De su figura de maestro rural, que todo el mundo resalta y que no es de izquierda. Y de cómo él llevó una lista donde lo llevaron como primera figura, con un programa de reformismo radical que tenía como centro la Asamblea Constituyente, el cambio de los contratos petroleros, el problema contra la corrupción, etc., etc.
El centro era el por qué, en qué condiciones estos votantes votaron a un hombre desconocido en una lista desconocida y en una coyuntura que parecía del realismo mágico, si tomamos en cuenta lo que García Márquez decía.
Esas cosas que yo fui relatando en las entrevistas del sujeto principal eran las masas pobres de provincias que se rebelaron y se apoyaron en su lista para que a través de las reivindicaciones que ellos levantaron emerger directamente de dónde estaban, de la peor miseria y abandono.
El hecho ocurre con que este hombre no pudo, con los que lo llevaron al gobierno, realizar el mínimo de ese programa y la constatación de que no pudo o no quiso. Pero, ese hecho central tiene una respuesta hoy en lo que tú me estás pidiendo en la entrevista, esos mismos que tuvieron la pretensión o que quisieron que este hombrecito maestro rural que era como ellos cholito, mestizo y andino cumpliera ese programa, ahora han salido reivindicando ese programa. Porque no nos podemos engañar por lo que dicen esos diarios, los diarios están poniendo el acento en la forma, cómo la gente está protestando, cortando caminos y que se enfrentan con la policía, que toman los aeropuertos, pero el hecho central son las reivindicaciones que levantan.
Ellos han tomado las reivindicaciones que abandonó el grupo que lo llevó al gobierno y, sobre todo, al presidente Castillo. ¿Acaso el centro fue a la Asamblea Constituyente? ¿Qué saben los campesinos, los marginales y los provincianos olvidados de una Asamblea Constituyente? Pero sí ellos intuyen que una Asamblea Constituyente es algo útil para ellos porque ya la hubo antes en la época nuestra, y otras batallas para enseñarles y decirles a las masas qué era una Constituyente.
Ellos saben que una Constituyente puede significar una reforma agraria, puede significar la tierra, puede significar libertad para los campesinos, puede significar un montón de consignas para los olvidados. Empíricamente lo saben, han puesto el centro en una nueva Constituyente.
Y no solamente eso, agregan a la Constituyente «que se vayan todos» como en Argentina. Porque estos hombres que cortan caminos y pelean con la policía levantan consignas radicales. «Que se vayan todos» dicen, o sea, que en la simpleza de la consigna ellos están contra este sistema y este régimen, es decir, ya no aguantan más.
Cuando dicen que la presidenta Dina Boluarte, que fue la vicepresidenta de Castillo y que ahora está transitoriamente, que se vaya, también están diciendo, obviamente, no solamente que vuelva Castillo sino que se vayan todos, incluso ella.
Y cuando ellos piden un adelanto a las elecciones están pensando que ese es el camino que pueden tener para ver si ellos, por segunda vez, un segundo intento con todos los que luchan y resisten en estos momentos por reivindicar y retomar lo que Castillo ha abandonado.
Ese es el centro de mi concepto, tal es así que los diarios ponen menos acento en la libertad de Castillo, no es que no digan que quieren la libertad de Castillo. Otra vez se apoderan de la figura de Castillo. Repiten la misma figura anterior porque aunque lo critiquen por abandono de los postulados por los que ellos suscribieron su candidatura, ellos saben que levantando ahora transitoriamente la consigna de Castillo tienen una figura, porque la gente necesita lemas y necesita objetivos, y transitoriamente se apodera de la libertad de Castillo también sabiendo que el régimen y todos los que se sientan en el poder no lo quieren.
De tal manera que estamos complicando el análisis en ese sentido, en el buen sentido. De tal manera que la politización de la situación en Perú es muy alta en este momento. Hay gente que se preocupa al nivel de Argentina y dice «en Argentina hay manifestaciones y vienen centenares de miles de personas», pero por ahora las movilizaciones de Argentina, que son tumultuosas y son de alto significado político, están en el orden democrático, están en el orden de los partidos, están contenidas por lo que se llama democracia formal. Pero en Perú, como en otros países pobres andinos, sobre todo en los cuales yo he vivido, he vivido esas experiencias, los regímenes no permiten este tipo de libertades y de manifestaciones. No hay libertades para nadie. De tal manera que un minero que tiene que hacer una huelga, tiene que estar al día siguiente contra la policía. Y el mensaje fáctico es el siguiente: «cualquier gobierno tiene decenas de muertes». El más democrático tiene 78 muertos, centenares de heridos, Alan García también 70 muertos, centenares de heridos. La violencia del sistema y del régimen es permanente en el país. De tal manera que la figura de los humildes, un campesino que quiere su tierra y que lucha por lo suyo, que creyó en las promesas y que se levanta ahora, no tiene otra arma que ocupar tierras o enfrentar a la policía que lo mata todos los días. La violencia está intrínseca en la forma de dominación de carácter oligárquico y hace salvaje al país.
Lo he vivido yo y lo sabes tú; yo estuve 15 veces en prisión y 5 meses en destierro, es decir una cosa benigna. De tal manera que lo que hay que rescatar es que todos aquellos que están apropiándose de las consignas que abandonó Castillo en este momento están creando una situación nueva en el país. En el cuadro de la coyuntura donde la vicepresidenta, que es correcto que traicionó a Castillo, porque ella iba a renunciar si lo deponían a Castillo, pero como quiere poder ahora pretende quedarse hasta el 2024.
Ella no va a poder quedarse hasta el 2024 porque la situación no da. No solamente la derecha, sino la propia rebelión de las masas la va a obligar a que acorte el plazo. De tal manera que si decide no irse a su casa en este momento va a tener que decidir elecciones en los próximos meses, porque la situación no aguanta más. La polarización es tal que si tú has leído los diarios la derecha se va radicalizando, no solamente porque pide más represión, sino que está pidiendo que las Fuerzas Armadas salgan a la calle para calmar la situación. Y en Perú las Fuerzas Armadas, salvo en la época de Velasco Alvarado, nunca han sido, lógicamente, institucionales, tienen una vocación golpista permanente. Están listas para salir, diríamos.
La derecha está armando todo su equipo para buscar una solución de este tipo porque los políticos peruanos de cualquier siglo intrasistema no permiten este tipo de rebelión de las masas, aunque sea particular o parcial.
Porque la tendencia es hacia una rebelión permanente en estas condiciones, de tal manera que la polarización va a llegar a un endurecimiento de las fuerzas de represión y van a tener que salir las Fuerzas Armadas en caso de necesidad, y para que eso no ocurra los que tienen un poco de cordura política van a decir ‘oye convoca a elecciones en cuatro meses’ para hacer una especie de salida con la idea de que los rebeldes, como en el caso de Castillo, buscarán otra figura y la derecha buscará su propia gente. De tal manera, que si tú quieres ese es el centro de la situación que te describo a través del análisis de los acontecimientos que están ocurriendo a través de los datos de la realidad que hemos venido conversando en las diversas entrevistas que hemos tenido por tu medio de expresión.
-Bien, Ricardo, seguimos de cerca esta situación la semana que viene. ¿Querés agregar algo más?
-Yo te quiero preguntar si estás un poco de acuerdo o no con lo que yo digo. Porque como yo te considero inteligente, reflexivo y más inteligente que yo, quiero saber si estás de acuerdo o no. Para entre los dos decir que tú y yo estamos ofreciendo una versión de la realidad de la situación política en Perú. ¿Qué me decís?
-El rechazo de las masas a la situación política planteada por la renuncia de Castillo y la definición del Parlamento peruano creo que ha motivado incluso un cambio de posiciones como las que tuvo inicialmente el gobierno argentino de apoyo al golpe parlamentario. Y te pregunto, porque desconozco, ¿hasta dónde esa movilización popular puede modificar la situación planteada?
-Pero ya la modificó. Ya la está modificando. ¿Sabes por qué? Porque la represión va a ser feroz, y ya lo va siendo por eso te cité…
-27 muertos…
La situación en Perú se va polarizando
-No, 27 muertos, pero la compulsión es más allá de los muertos, porque si toman el aeropuerto de Arequipa solamente puede haber 2 muertos, pero hay policías que están enfrentándose a los manifestantes. De tal manera que los muertos son un hecho indicativo, pero la represión general y los enfrentamientos son fuerzas policiales contra rebeldes sociales, más allá de los muertos y los heridos es la manera de represión colectiva.
La situación en Perú se va polarizando en un sentido que a pesar que sea una minoría la que sale a la calle, con los métodos de cortes de caminos y enfrentamientos con piedritas contra la policía, eso no lo permite la derecha en Perú. No lo permitía en la época mía tampoco, ni lo ha permitido nunca.
Hay que decirlo y repetirlo a cada rato, Perú es un país donde hubo seis presidentes ladrones, es un país donde hubo 30 años de liberalismo conservador salvaje, donde han sido corrompidos todos los actores de poder, las Fuerzas Armadas, la justicia, los dueños de prensa, la burocracia, es decir, todo el mundo.
Por eso es que yo hablaba de realismo mágico porque el maestro rural aparecía como una especie de Cristo salvador para esas masas que vivían marginales en ese horrendo mundo de dominación brutal de los factores de poder de las clases dominantes. Ese es el hecho del realismo mágico.
Ahora no hay realismo mágico, esos sectores populares expresan una tendencia de rebelión, la derecha va a responder y el camino que van a encontrar los más juiciosos no es la represión ilimitada o la llegada del general José Williams, que sería el que reemplazaría a Boluarte porque es el presidente del Congreso, porque es un fascista que está condenado por Derechos Humanos, sino porque eso llevaría a mayor polarización y le van a exigir que convoque elecciones a un menor plazo como una salida, si tú quieres casi pedagógica frente a una situación ante una sociedad que, desde el punto de vista de un poder real, no aguanta directamente la rebeldía de los de abajo.
El camino van a ser las elecciones no en abril del 2024, sino en 4 o 6 meses. Me parece que esa va a ser la salida de urgencia antes de un enfrentamiento más brutal que lleve a centenares de muertos y una catástrofe social en el país.
-Ricardo, dejamos acá, pero te comprometo a seguir de cerca está situación.
-Pero, hay que seguirla de cerca porque esta situación no es una cosa excepcional en América Latina, ojo.
-No, para nada. Incluso me llamó la atención la actitud de Alberto Fernández, en un primer momento, avalando este golpe institucional. Y luego, firmando una declaración con México y Bolivia…
-Lavada la declaración…
-Bien, pero en última instancia modificando la postura del gobierno argentino.
-Todos se ocultan por la necesidad de mantener el orden intrasistema dado que el hecho real es la rebelión de las masas, ¿Por qué? Porque hay una oligarquía, un gobierno burgués y regímenes que operan contra las masas a tanto de liquidar la vida mínima de la gente. De tal manera que como es el sistema el que está por medio y los regímenes son parte del sistema de opresión, hay una complicidad en ese sentido porque si no avalara algo de eso se pondrían del lado de los rebeldes y ellos no quieren rebeldía. Ellos quieren líderes que saluden a la gente y que digan que la democracia se expresa a través de quienes nos representan en el Parlamento. No quieren que esta rebeldía social ubique a los rebeldes aspirando a un poder alternativo.
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