Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
George Stathakis, profesor de economía de la Universidad de Creta, es diputado de SYRIZA y ministro de Desarrollo alternativo de la oposición (1). Recientemente escribió [en griego] «La cuestión griega en la imaginación de los políticos alemanes» en el que señala seis verdades obvias acerca de la crisis griega que se han evitado en las discusiones electorales en Alemania acerca de Grecia. He traducido [del griego al inglés] estos seis puntos porque creo que ponen de relieve el «sentido común de [la web] European Tribune» y son interesantes en sí mismos ya que se hacen eco de los análisis de los dirigentes de SYRIZA, que con muchas posibilidades formará gobierno en Grecia después de las próximas elecciones (se celebren cuando se celebren y puede que no sea dentro de mucho tiempo)…
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Los contribuyentes alemanes no han pagado un solo euro por la crisis griega. El mecanismo que proporciona créditos para los países en crisis toma prestado el dinero de los mercados, no de los contribuyentes, sobre la base de garantías de gobierno que ofrecen países como Alemania. El patrimonio de la organización es de solo 80.000 millones de euros, de los que 20.000 provienen de Alemania. Solo estos se pueden denominar teóricamente «dinero de los contribuyentes». Solo en el caso de una «quita» (2) habrá algún coste fiscal para los Estados garantes.
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El Banco Central Europeo (BCE), que ha estado implicado en la compra de bonos de países según los memoranda, está obteniendo beneficios hasta el momento. Lo mismo ocurre con los demás Bancos Centrales a los que se está pidiendo que devuelvan esos beneficios a Grecia, como ya han hecho algunos.
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Los bancos alemanes minimizaron sus pérdidas de los bonos griegos a través del primer memorándum griego, a pesar del posterior acuerdo PSI (Private Sector Involvement) y Alemania se ha beneficiado de la crisis europea debido a que puede solicitar préstamos a interés cero.
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El programa griego es una farsa que está hundiendo la economía griega y debilitando su capacidad para pagar los intereses no solo de la deuda actual sino incluso una carga de la deuda menor. Por paradójico que pueda parecer, una economía que se enfrenta a un problema de deuda necesita, quizá temporalmente, más duda para recuperarse. Las políticas de austeridad aumentan la deuda pública al tiempo que minan su capacidad de pagarla.
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Se necesita un tercer «paquete de préstamo» debido al primer y segundo de esos paquetes. Puede que se haya pospuesto hasta 2020 la devolución de 300.000 millones, pero hasta entonces habrá que pagar 83.000 millones de euros de intereses, una deuda que la Troika calcula que se pagará por medio de superávits de presupuesto después de 2014 que llegarán al 4,5% del PNB y de privatizaciones, que actualmente se calculan (después de la revisión del escandaloso objetivo inicial de 50.000 millones de euros) en 22.000 millones de euros. Para que esto suceda la Troika anticipa una vuelta al crecimiento para 2014 y posteriormente una tasa de crecimiento del 3%, basado en un aumento de las exportaciones del 50% en comparación con 2009 y en un boom de las inversiones que aumentará la formación de capital hasta el 15% del PNB por año. Por decirlo de manera sencilla, es un panorama de ciencia ficción. Esto significa que el vacío de financiación puede resultar ser más cercano a 80.000 millones de euros que a 10.000 millones de euros.
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Grecia debe salir del memorándum y evitar por todos los medios nuevos préstamos. Para que esto ocurra se necesitan tres cosas: reducción de la deuda (directa o indirecta), transferencia de los 50.000 millones reservados para la recapitalización de la banca a un mecanismo de unión bancaria y un generoso periodo de gracia de una moratoria de pago de intereses o una cláusula de crecimiento. Solo entonces será factible una vuelta de Grecia al préstamo regular y solo si el BCE sigue haciendo, como en Italia, lo que debería hacer: intervenir o amenazar con intervenir cada vez que sube la tasa de interés.
El problema griego es más conveniente para la campaña electoral alemana que el italiano o el español. Revive la idea inicial de un «caso especial» y desvía la discusión de sus verdaderas dimensiones que son europeas. Alemania, como un «hegemon [líder] incompleto», puede masacrar al enemigo imaginario de una Grecia «problemática» y evitar así la discusión que le concierne, o debería concernirle, y que es la crisis europea. En esto domina el silencio.
En mi próximo diario abordaré algunos de estos puntos junto con una perspectiva general de las maneras cómo se está «reformando» Grecia, que parece ser un tema fundamental en las próximas elecciones alemanas…
Notas de la traductora
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En inglés Shadow Minister of Developement, en referencia a la institución anglosajona del «gobierno en la sombra», es decir, a la sombra del que ostenta el poder ejecutivo. Se trata de una formación alternativa, legitimada por el Parlamento y perfectamente conocida por el pueblo, y lista para desempeñar funciones de gobierno si surge la necesidad de un relevo de emergencia. Ejerce además de oponente y rival político en las cuestiones de importancia.
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En inglés «hair-cut». Adopto la traducción del término (y las explicaciones) propuesta por Miguel Llorens http://blog.traductor-financiero.com/2011/10/03/terminologia-de-la-crisis-financiera-la-traduccion-del-%E2%80%9Chaircut%E2%80%9D-financiero-al-espanol/
Fuente: http://www.eurotrib.com/story/2013/9/9/125459/7113