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Los sindicatos paralizan la política económica de Berlusconi

Fuentes: Agencias

Italia vivió este viernes una jornada de caos y enormes dificultades, debido a la huelga del sector público convocada por varios sindicatos y las manifestaciones organizadas en las grandes ciudades contra la política económica y social del Gobierno de Silvio Berlusconi. Los sindicatos de base Cub, Cobas y SdL convocaron una huelga de 24 horas […]

Italia vivió este viernes una jornada de caos y enormes dificultades, debido a la huelga del sector público convocada por varios sindicatos y las manifestaciones organizadas en las grandes ciudades contra la política económica y social del Gobierno de Silvio Berlusconi. Los sindicatos de base Cub, Cobas y SdL convocaron una huelga de 24 horas en los sectores del transporte, la sanidad y la educación, en protesta por las últimas decisiones del Ejecutivo conservador italiano y para pedir aumentos de sueldo y mayor seguridad en el lugar de trabajo.

A los inconvenientes por el parón de los transportes públicos, que colapsó prácticamente las grandes ciudades, se sumaron las manifestaciones que los sindicatos convocaron en concomitancia. Roma fue la ciudad más afectada, ya que la manifestación en la que participaron miles de estudiantes para protestar contra la reforma educativa aprobada por el Gobierno congregó a cerca de 300.000 personas, según los organizadores.

Salvando a los banqueros

La marcha, que transcurrió bajo la lluvia por el centro de Roma, estaba encabezada por una pancarta con el lema «Basta con la destrucción del trabajo, los sueldos, los derechos, la escuela y los servicios públicos». Esta masiva respuesta «indica que existen ganas de denunciar todas las políticas económicas que está aprobando este Gobierno, que salva a los banqueros, pero no hace nada por los puestos de trabajo precarios y viola sus derechos», afirmó el secretario general de Cobas, Piero Bernocchi.

La protesta contra la reforma del sistema educativo, que prevé la eliminación de casi 100.000 puestos de trabajo entre profesores y personal no docente, fue la gran protagonista de la jornada y las mayores críticas durante las marchas estuvieron dirigidas a la ministra italiana de Educación, Maria Stella Gelmini. Los estudiantes y profesores critican, entre otras cosas, la imposición de la nota de conducta como requisito para aprobar el curso.

Otra de las medidas que ha provocado rechazo es la que afectará a la escuela para niños de entre 6 y 11 años, en la que los alumnos volverán al maestro único, excepto en inglés, cuando ahora tenían un profesor para cada asignatura.

Recorte en las universidades

En las protestas también participaron miembros del mundo univeritario, que denunciaron el recorte de 8.000 millones de euros en el gasto en educación en los próximos Presupuestos del Estado. Asimismo, algunos sectores de la administración pública salieron a la calle, como los miembros del Cuerpo de Bomberos, que se manifetaron para pedir «una mayor sensibilización ante los contratos precarios y salarios dignos».

En Milán (norte de Italia), la Policía municipal calificó la situación de los transportes públicos de «caótica», pues, según la empresa que gestiona el sector ATM, a las 10.30 hora local (08.30 GMT) la adhesión a la huelga era del 68%. Según los sindicatos, la participación de los trabajadores del sector del transporte en Turín (norte) alcanzó entre el 70-80%, mientras que para la empresa gestora fue del 35%.

También la septentrional Venecia vivió un día de caos en el que los vecinos y los turistas tomaron al asalto taxis y góndolas para poder trasladarse de un lado a otro de la ciudad ante la huelga de los «traghetti» (transbordadores).