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Lugo no se rinde

Fuentes: Rebelión

Sin ninguna duda fue un golpe de Estado el que derrocó a Lugo. Atándose a la letra fría de la Constitución -dado que no explicita plazos para la defensa-, el proceso fue legal, pero las dos horas para preparar la defensa fueron de una ilegalidad natural. Es lo mismo que exigir a una persona que […]

Sin ninguna duda fue un golpe de Estado el que derrocó a Lugo. Atándose a la letra fría de la Constitución -dado que no explicita plazos para la defensa-, el proceso fue legal, pero las dos horas para preparar la defensa fueron de una ilegalidad natural. Es lo mismo que exigir a una persona que corra 100 metros llanos en dos segundos. ¿Por qué lo derrocaron? Muy simple. Paraguay es un país con un capitalismo salvaje desregulado que permitió y permite que el 2,06 % de los propietarios concentre el 85,5 % de las tierras cultivables del país [1]. La polarización de las clases sociales en Paraguay es un ejemplo de libro. La movilidad social -salvo mediante corrupción-, nula. La burguesía hace las leyes, maneja a los jueces, tiene a todos los empleados que quiera pagando siempre el salario mínimo o menos cuando se decide a coimear a los inspectores, no existe el impuesto a la Renta Personal y los impuestos de las empresas pueden minimizarse usando doble contabilidad, de ser sorprendidos un pequeño óbolo es suficiente.

Al asumir Lugo prometió la Reforma Agraria. Pese a que subió por una alianza en la que el principal aportante de votos (el 80%): el Partido Liberal Radical Auténtico, PLRA (Centro derecha) uno de los dos partidos mayoritarios, opositor al Colorado, al que Lugo sacó del poder después de 61 años de gobierno ininterrumpido, sin respaldo en las Cámaras (el PLRA, no le dio un cheque en blanco) tuvo que resignarse a organizar un catastro de las propiedades agrarias que duraría hasta el 2023 (sic). Había salido un libro con la investigación sobre las tierras otorgadas ilegalmente por Stroessner y algunos de sus sucesores, pero no se le prestó atención [2]. Efectivamente la relación de fuerzas no daba.

El campo paraguayo, paraíso de la soja, tuvo sus primeras víctimas en una población rodeada de campos de soja. Gran parte de sus habitantes contrajo cáncer. Lugo sacó un decreto para proteger a la población. La Asociación Agraria, amenazó con un tractorazo y Lugo derogó el decreto.

Los campesinos -con larga tradición de lucha y sufrimiento–, comenzaron a hacerse justicia por mano propia. Así nacieron los «carperos» asentamientos de campesinos sin tierra, en tierras con dueño. La burguesía nacional basada (la legal), fundamentalmente en el campo, comenzó a ponerse nerviosa. En cualquier momento podían ocupar sus tierras. Contrataron seguridad privada e iban aguantando hasta que se dio la oportunidad de acabar con el miedo.

Sucedió en un intento de allanamiento policial del campamento de unos «carperos» que habían ocupado una estancia en Curuguaty (240 Km de Asunción), que por las limitaciones de violencia impuestas a la policía terminó con 17 muertos, 6 de ellos policías. No fue una matanza pues los policías tenían órdenes de que no lo fuera. Incluso la avanzadilla de la policía para negociar solo llevaba balas de goma, el comandante del Grupo Especial de Operaciones, Erven Lovera, que encabezaba la avanzadilla murió con heridas en el rostro cuello y tórax [3]. Si hubiese sido en Irak, Curuguaty hubiera sido otra Faluya, pero no, no estaba en los planes del gobierno el aterrorizar a los ocupantes solo tratar de hacer cumplir la ley.

Ante la conmoción que provocó la muerte de 17 personas (6 policías) y el poco feliz reemplazo a poco del enfrentamiento armado del Ministro del Interior por un colorado en vez de un liberal, con lo que Lugo perdió el ya alicaído apoyo del PLRA, la burguesía amontonó unas cuantas causas que por sí solas pueden dar hasta gracia y armó el Juicio Político, que se organizó y resolvió en tiempo récord. Es claro no querían dar tiempo a que lleguen a Asunción los campesinos que si bien disconformes veían a Lugo como su mejor apuesta.

A pocos días de la aceptación de su destitución, Lugo ahora declaró que va a resistir sin violencia. Por más que uno simpatice con Lugo hay que aceptar que su gobierno no podía ser más que una transición suave hacia algún régimen más justo. Eso sucederá, la decisión de Lugo resistir y de constituir un gabinete paralelo para convertirse en fiscales, observadores y para monitorear todo lo que van a hacer los nuevos ministros, es una elección valerosa y útil. Más ahora que la sociedad civil está despertando al control ciudadano habiendo logrado su primer triunfo al conseguir que un veto de Lugo a una ley que estafaba a la ciudadanía fuese por fin aceptado en la segunda vuelta por Senadores después de haber sido rechazado por segunda vez por la Cámara de Diputados. Solo cuatro países reconocieron al nuevo gobierno: España, Canadá, la Santa Sede y Alemania. En señal de protesta, retiraron o llamaron en consulta a sus embajadores: Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Uruguay, Ecuador, Chile y México.

Las sanciones e incluso la ya decidida suspensión a Paraguay de participar en la próxima reunión a realizarse desde el jueves 27de junio en Mendoza, Argentina y la posible suspensión de la participación en el Unasur, debilitarán sin duda al nuevo gobierno. Lugo comprometió su presencia en la próxima reunión del MERCOSUR en Mendoza y en la del Unasur a realizarse próximamente en Lima, para explicar pormenorizadamente lo ocurrido la semana que terminó con su destitución. Por último aunque no figure en la Constitución por Ley podrán adelantarse las elecciones, llevará un tiempo, pero el tiempo -en esta situación–, juega en contra de los golpistas.

Notas

[1] Censo Agropecuario 2008. http://elriodeheraclito.wordpress.com/2011/07/09/sobre-el-problema-de-la-tierra-en-paraguay-censo-agropecuario-2008-el-paraguay-del-reves/

[2] La Tierra en Paraguay 1947-2007. (60 años de entrega del patrimionio nacional Stroessner y el Partido Colorado). Efraín Alegre Sasiain y Aníbal Orué Pozzo. Ed. Arandurã. Asunción, 2008.

[3] http://www.ultimahora.com/notas/537695-Medico-forense-confirma-que-disparos-en-Curuguaty-fueron-de-mediana-y-larga-distancia

Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor y la fuente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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