Más de 20.000 georgianos se congregaron ayer ante el Parlamento de Tbilissi para exigir la dimisión del presidente Mijail Saakachvili, en el trigésimo día de protestas callejeras. La oposición denuncia la gestión de Saakachvili en la guerra con Rusia y su autoritarismo.
Más de 20.000 georgianos se manifestaron ayer en las calles de Tbilissi para reclamar la dimisión de su presidente, Mijail Saakachvili, en el trigésimo día consecutivo de protestas.
Los manifestantes reunidos ante el Parlamento coreaban consignas como «Misha [diminutivo de Mijail], vete», después de que Saakachvili se negara a recibir a los representantes de la oposición, tal y como habían reclamado el viernes.
«Después de 30 días, es la nación entera quien está de pie aquí para que este presidente autoproclamado reconozca que hay una crisis en este país y que se trata de una crisis muy seria», proclamó, dirigiéndose a la multitud, Salomé Zurabichvili, una de las líderes opositoras.
La oposición acusa a Saakachvili de haber gestionado incorrectamente la guerra con Rusia de agosto pasado y de haber caído en una deriva autoritaria, por lo que reclama su dimisión.
Tbilissi desencadenó en agosto una ofensiva militar con el objetivo de intentar recuperar el control del territorio independentista de Osetia del Sur, lo que provocó que Rusia respondiera con un envío masivo de tropas a la zona. Posteriormente, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia.
«Si no recibimos una respuesta hoy [ayer] y no se produce un encuentro con Saakachvili en un par de días, interpretaremos que el presidente no quiere dialogar», declaró a la prensa Nino Burjanadze, otra de las líderes opositoras, que hasta hace escasas fechas era una de las aliadas de Saakachvili.
Otros miembros de la oposición, en cambio, se mostraron menos contundentes. «El encuentro con el jefe del Estado debe producirse sin mayores demoras, pero no creo que sea útil crear barreras artificiales lanzando ultimátums», señaló el ex embajador de Georgia en la ONU Irakili Alassania, considerado como un moderado en el seno de la oposición.
La UE, por su parte, mostró su apoyo al diálogo entre Gobierno y oposición, incluso aunque no surja nada positivo de estos encuentros. «El encuentro que tuvo lugar ayer [viernes] es algo muy positivo y es importante que tenga continuidad», declaró el representante de la UE para el Sur del Cáucaso, Peter Semneby.
Las conversaciones del viernes y la manifestación de ayer se han producido en una semana que ha sido especialmente movida para Georgia. El martes, tuvo lugar un motín militar mientras las maniobras de la OTAN que fueron intensamente denunciadas por Rusia estaban a punto de comenzar.