Costa Rica alcanza ya más de cuarenta semanas de huelga en contra del llamado combo fiscal. Varios sectores sindicales se fueron retirando pero se mantiene la base de fuerza que le dio origen: el magisterio nacional. Los sindicatos de educación, que además son los de mayor número de afiliados, se han mantenido hasta el día […]
Costa Rica alcanza ya más de cuarenta semanas de huelga en contra del llamado combo fiscal. Varios sectores sindicales se fueron retirando pero se mantiene la base de fuerza que le dio origen: el magisterio nacional. Los sindicatos de educación, que además son los de mayor número de afiliados, se han mantenido hasta el día de hoy a pesar de la declaratoria de ilegalidad de la huelga, a la espera de la apelación presentada, lo cual daría dos posibles escenarios: mantenerse fuera de las aulas o regresar a las instituciones.
Mientras tanto, la semana anterior se envió desde la Asamblea Legislativa el proyecto de ley aprobado en primer debate a la Sala Constitucional para que sea revisado por los magistrados con el fin de verificar que no roce con la Carta Magna, sin embargo la consulta de los diputados solo se hizo por el fondo y no por la forma. El problema que esto conlleva es que al ser solo por el fondo del proyecto, se corre el riesgo que se le deban hacer solo ajustes mínimos para que pueda ser aprobado, mientras que por la forma implicaría nulidad completa de todo el procedimiento. Parece que se enviará una nueva consulta para verificar esto último pero aún no se cuenta con el total de firmas de diputados requerida (mínimo diez firmas).
Antes del envío a consulta a la Sala Constitucional, los ojos del país estaban dirigidos hacia la Corte Plena del Poder Judicial, donde los magistrados debían pronunciarse sobre el proyecto del plan fiscal, ante posibles afectaciones. En este escenario, los magistrados de la Sala Constitucional se abstuvieron de votar pues el proyecto sería consultado como se expuso líneas arriba, mientras que fue finalmente rechazado por once magistrados frente a cuatro pues el capítulo de la llamada «regla fiscal», así como otros puntos relacionados con empleo público, roza con la organización y funcionamiento del Poder Judicial.
Y de último momento, el Partido Restauración Nacional, de corriente neopentecostal, siendo la segunda fuerza en el congreso, se dividió cuando su candidato presidencial Fabricio Alvarado (quien quedara segundo en las elecciones pasadas) anunció que conformaría un nuevo partido político (Nueva República, según se dio a conocer) y con él se fueron siete diputados de los catorce en total. Los otros se quedaron al lado del fundador de Restauración Nacional, el diputado Carlos Avendaño. Esta ruptura podría definir muchas cosas en adelante, tanto con el plan fiscal como con los proyectos que vengan a futuro.
Costa Rica está en una encrucijada en varios sentidos. Está polarizada en torno al tema del paquete de impuestos. El gobierno empieza a verse presionado por múltiples factores: organismos financieros, cierre del año, falta de liquidez, deudas, un ciclo lectivo que no cierra por causa de la huelga, números rojos en las finanzas. La terquedad por aprobar este plan fiscal regresivo lo pone en una situación compleja frente a sus grandes aliados: las cámaras empresariales. En los próximos días se definen muchas condiciones respecto a la huelga y respecto al proyecto de ley.
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