Rodeados por extensos cañaverales por los cuatro lados, cual si fuera una prisión agroindustrial, bajo los frondosos y añejos árboles de cacao del lugar que atestiguan que esas tierras fueron, son y serán mayas, cerca de medio millar de millennials mayas, xincas y campesinos se reunieron en el II Encuentro Nacional de Juventudes, titulado: Jóvenes […]
Rodeados por extensos cañaverales por los cuatro lados, cual si fuera una prisión agroindustrial, bajo los frondosos y añejos árboles de cacao del lugar que atestiguan que esas tierras fueron, son y serán mayas, cerca de medio millar de millennials mayas, xincas y campesinos se reunieron en el II Encuentro Nacional de Juventudes, titulado: Jóvenes por un Proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional.
Este original evento se realizó en un cantón del Municipio de Santo Domingo, Suchitepéquez, a 165 Km. al suroeste de la Ciudad de Guatemala, los días 1 y 2 de diciembre pasado. En un predio rural que los mismos miembros de las comunidades en resistencia compraron hace algunos años atrás con aportes propios. Sin financiamiento internacional, sin ONG, sin cámaras de prensa corporativa, sin hoteles, sin mesas, ni manteles. Así se realizó el Enuentro.
Viajaron desde los diferentes departamentos del país. Muchos de ellos, por más de 5 o 7 horas de viaje. Durmieron en piso de tierra, sobre hojarascas de cacao. Otros, prendidos en hamacas de árboles de cacao. Comieron tamales, frijoles, tortillas. Productos cultivados por ellos. Sin restaurantes, ni arsénico en forma de pollo.
«Estado de Guatemala es antijuvenil»
Pusieron en debate la situación caótica y antijuvenil de Guatemala. Sin doctores, ni licenciados de expositores. Ellos y ellas prepararon y expusieron las diferentes temáticas para la propuesta de cambios estructurales para el proceso constituyente plurinacional, en diferentes mesas.
Reiteraron que la juventud, al igual que niños, indígenas, campesinos y mujeres del país «viven sin Estado de Derecho». «Sin oportunidades». «El sistema nos exige que estudiemos, pero cuando nos graduamos no hay trabajo, y nos obligan a ir a las fincas de jornaleros o a migrar del país», sostuvieron.
«Un Estado Plurinacional desde los territorios»
Frente a esta situación, estos millennials, auto proclamados defensores y comunicadores comunitarios, plantean la urgente necesidad de construir un Estado Plurinacional desde los territorios y comunidades autónomas para garantizar derechos y oportunidades para todos y todas.
Proponen la urgente necesidad de cambiar el letal modelo de la economía neoliberal por otra economía donde los pueblos y comunidades indígenas y campesinos sean también actores de la economía del país. Una economía en la que el Estado sea el actor y rector principal, y promueva unidades productivas locales.
En el sistema político, ante el colapso de la democracia representativa electorera, plantearon la necesidad de transitar hacia una democracia participativa comunitaria. Con mecanismos de participación y control sobre los gobernante.
En este sentido, los millennials mayas y xincas celebraron con esperanza el nacimiento reciente de la organización política denominada Instrumento Político Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) creado en y por las comunidades en resistencia de Guatemala.
«Restitución de territorios ancestrales para la soberanía alimentaria»
Concluyeron que en base al derecho internacional indígena, vigente en Guatemala, el Estado y empresariado del país deben devolver los territorios, tierra y aguas ancestrales a los pueblos indígenas y campesinos. Con miras a garantizar la soberanía alimentaria, plantean la necesidad de poner límite al tamaño de la propiedad individual de la tierra.
Estos y otros fueron los temas/agendas que motivaron y motivan a los millenials rurales en resistencia, en un país colonizado como es Guatemala. Claridad, convicción y pasión creativa juvenil resonaron en los mudos cañales de cuatro lados.
Algo nuevo está naciendo en Guatemala fuera de los controles teóricos e ideológicos de la hegemonía imperial y sus «tanques de pensamiento».
Este Encuentro Nacional e Intercultural de los millennials rurales, luego de haber realizado procesos formativos de 7 meses en sus territorios, con contenidos, métodos y didácticas diferentes a los manuales permitidos o promovidos por la USAID, desafía a las y los guatemaltecos desmoralizados y/o derrotados o auto derrotados intelectual y espiritualmente. ¡Es un oráculo de que sí es posible superar la letal cultura de la auto derrota permanente que nos habita!.
Que sí es posible superar el desgano cultural generalizado en esta República de la USAID. Que sí es posible constituirnos en sujetos de cambios estructurales, incluso cuando la hegemonía nos configura como víctimas folclóricos. Que sí es posible superar la enfermedad colectiva del victimismo pordiosero que nos sembró la condición de colonialidad en la que aún vivimos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.