Trinidad y Tobago anunció el 18 de diciembre que no participará en ninguna votación de la OEA hasta que se reincorpore al representante del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y se destituya al delegado del líder opositor Juan Guaidó.
Mirar al Sur considera más importante la noticia, dado que el primer ministro trinitario Keith Rowley, quien en el pasado ha pedido la destitución de Luis Almagro como secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), asumirá en enero la presidencia del Caricom, organización que agrupa a 15 Estados del Caribe.
Asistimos a las reuniones, pero no votamos sobre ninguna resolución ni apoyamos ninguna resolución hasta que las personas que están sentadas allí representando a los países sean las adecuadas, dijo Rowley. Sus declaraciones tienen lugar en medio de la crisis por la muerte de al menos 28 venezolanos en un naufragio cuando trataban de llegar a Trinidad y Tobago.
El naufragio se produjo el pasado sábado, aunque las primeras noticias comenzaron a llegar en la madrugada del domingo por medio de las denuncias de David Smolansky, nombrado comisionado ante la OEA por el líder opositor Juan Guaidó. En una conferencia de prensa, Rowley mostró también su desacuerdo por declaraciones similares de Almagro (www.nodal.am).
¡Nos tiraron a matar y estamos vivos!, afirma Díaz-Canel. Así lo argumentó en su balance del año: Hace un año, desde esta misma tribuna dijimos: ¡nos tiraron a matar y estamos vivos! Suponíamos entonces que nada podría ser peor que aquella escalada de medidas de endurecimiento del bloqueo imperialista y de ataque a las fuentes de suministros energéticos, a las brigadas médicas y a cualquier posibilidad de financiamiento.
Hasta que llegó 2020, un año duro y desafiante como pocos a causa de la desconcertante pandemia de Covid-19, que cerró de golpe y durante meses las puertas a la economía y a la vida misma.
Todo fue peor, porque su impacto es universal y alcanzó momentos insoportables, con el oportunista recrudecimiento del bloqueo estadunidense, prueba definitiva de la profunda maldad de nuestros adversarios (www.cubadebate.cu).
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Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/12/20/opinion/023o1mun