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Movimientos sociales durante y después de la pandemia en Abya Yala

Fuentes: Rebelión

Las tres décadas anteriores a la pandemia global del COVID19, fue un tiempo “fecundo” para la emergencia y beligerancia propositiva de diferentes movimientos sociales, en diferentes países de Abya Yala.

Varios de dichos movimientos, incluso cuando el mundo occidental proclamaba el fin de la historia con la cúspide del sistema del libre mercado, se atrevieron, no únicamente posicionar una narrativa contra hegemónica en el imaginario colectivo de Abya Yala, sino mediante los llamados gobiernos “progresistas” lograron que cerca de 70 millones de personas en la región salieran de la situación de pobreza.

La inédita pandemia global del COVID19 encontró a varios de los movimientos sociales contemporáneos desconcertados por los últimos golpes de estado (Honduras, Paraguay, Brasil, Bolivia). Aunque desde Chile y Ecuador, justo al inicio de la pandemia, multitudes de insatisfechos con el sistema neoliberal mostraban su inconformidad con sus gobiernos desde las calles.

La pandemia, y el “obligatorio aislamiento social planetario”, puso un barbijo (tapaboca) obligatorio a todos los movimientos sociales. Aunque incluso con tapabocas, multitudes hambrientas y desempleadas, desafiaron y desafían al COVID19 y a los gobiernos en los EEUU., Bolivia, Honduras, Colombia.

¿Cuáles son los principales desafíos para los movimientos sociales en la post pandemia?

Construcción de un ideario compartido más allá del antropocentrismo. Se asume que los movimientos sociales se constituyen para la búsqueda del bienestar humano centrado en el reconocimiento y garantía de los derechos. En ese sentido, son voluntades centradas en el bienestar humano (antropocéntricos).

La pandemia nos devolvió a nuestra condición de seres dependientes de la comunidad cósmica, del sistema Tierra. Sin salud, sin alimentación, sin agua, sin oxígeno…, por más que tengamos dinero, no podemos subsistir. En este sentido, el horizonte teórico y conceptual de los movimientos sociales que sobrevivan a la pandemia debe cambiar.

Una perspectiva holística que supere la mirada fragmentada y sectorial de la realidad. Una concepción de la vida humana como parte del entramado de las diferentes formas de vida que conformamos la comunidad cósmica. Debemos educarnos que de la salud y derechos de la Madre Tierra dependen la salud y derechos humanos. Urge desoccidentalizar, decolonizar, despatriarcalizar, desbinarizar (izquierda/derecha), dehumanizar (superar el antropocentrismo)

Articulación continental y acciones simultáneas. La pandemia nos constata que las consecuencias nefastas del sistema neoliberal carecen de fronteras nacionales. Después de décadas de las democracias representativas y el libre mercado, los estados de Abya Yala no cuentan con básicos sistemas de salud. El libre mercado no salva vidas.

Además, se visualiza que, la pandemia, lejos de constituirse en un golpe de timón en el modelo hegemónico, será un motivo para recargar los procesos de incursión/saqueo de los territorios, disolución de los derechos, anulación de los Estados de Derecho.

Ante esta realidad, los movimientos sociales con identidad y raigambre territorial debemos conectar entre todos los movimientos a nivel de toda Abya Yala y constituirnos en un actor continental que se mueve de forma simultánea desde diferentes puntos del Continente. Ante enemigos comunes, amenazas simultáneas, y vulneración de derechos compartidos, la acción propositiva de los movimientos sociales debe de ser continental en la post pandemia.

Transitar de sujetos sociales a sujetos sociopolíticos. El sistema neoliberal florece, y el intervencionismo norteamericano es impune, en la medida que los movimientos sociales no logramos superar la protesta como nuestro horizonte beligerante. Urge transitar de la protesta a la propuesta.

En la post pandemia, la disputa por el control del Estado (como ente garante de derechos) debe ser una apuesta esencial de los movimientos sociales. Es decir, los movimientos sociales estamos llamados a transitar de ser sujetos sociales a sujetos sociopolíticos.

La apuesta por constituirnos en sujetos sociopolíticos inevitablemente conlleva la construcción ascendente de organizaciones políticas propias para disputar el poder desde las urnas, y así garantizar el cumplimiento de los derechos. De lo contrario, los agentes del libre mercado seguirán creando las condiciones para las nuevas pandemias letales.

Comunicadores en movimiento desde las calles y en la nube. En la post pandemia debe cambiar el tradicional modelo de organización social, y el modo tradicional de comunicación desde los movimientos sociales.

En las últimas acciones colectivas de los movimientos sociales se constata que todo actor movilizado es al mismo tiempo un comunicador en acción mediante sus dispositivos de telefonía celular. Un actor red que genera y/o distribuye contenidos para las redes socio digitales. Antes, en los movimientos sociales, el rol de la comunicación estaba asignado para una “secretaria/responsable”. Ahora, todos los y las integrantes de movimientos sociales nos constituimos en comunicador@s.

Quizás esta batalla comunicacional por la instalación de una determinada narrativa en el imaginario de los pueblos y sociedades de Abya Yala, desde la nube/internet, sea una de las trincheras más potentes en la guerra desigual entre los hidalgos de la muerte y los “guerreros del arcoíris”.

Consensuar un horizonte de luchas más allá de la modernidad y el desarrollo. Durante la pandemia la disputa por la narrativa post pandemia, a más de uno, hizo creer que la “nueva normalidad” sería un estilo de vida más amigable con el sistema Tierra, más centrado en el ethos del cuidado/cooperación que en la competencia/aniquilación…. Pero, los mensajes oficiales para la reactivación de las economías nos indican que la post pandemia no será más que la reactivación neoliberal con fondos públicos. Es decir, la post pandemia será la apuesta por más desarrollismo/extractivismo, más modernismo (sin ilustración).

En este panorama, los movimientos sociopolíticos en Abya Yala, desde los territorios, las calles y las redes socio digitales estamos llamados a pensar, consensuar y construir un mundo más allá de las ilusiones del desarrollo y de la modernidad, sin renunciar al legado benigno de la modernidad.

El desarrollo, como ese horizonte de acumulación de bienes y explotación de las diferentes formas de vida, no puede ser más un horizonte post pandemia desde los movimientos sociales. En coherencia y fidelidad a nuestra tradición histórica, los movimientos sociales estamos llamados a promover y cultivar un estilo de vida alternativo, centrado en el cuidado y la restauración de los equilibrios rotos en la comunidad cósmica. Y esta apuesta es enminentemente sociopolítica.

Ollantay Itzamná. Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos

Blog del autor: https://ollantayitzamna.com/

@JubenalQ