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Muerte de Alain Krivine, figura histórica de la izquierda radical

Fuentes: Le Monde

Antiguo dirigente de la Liga Comunista Revolucionaria, vivió más de medio siglo de vida política sin apartarse nunca de la convicción de que «la revolución es posible». Murió a los 80 años.

https://www.lemonde.fr/

Traducción de Correspondencia de Prensa

El «presidente» Alain Krivine falleció el sábado 12 de marzo en París a la edad de 80 años, según supo Le Monde a través de su familia. «Presidente», tal era el apodo cariñoso que le daban sus amigos como recuerdo de las elecciones presidenciales de 1969, en las que se llamaba «Presidente» a un simple recluta de corbata -entonces hacía el servicio militar como soldado de segunda clase en el 150º Regimiento de Infantería de Verdún. Algo rígido, con el pelo oscuro y una mirada sombría, y decía ser miembro del movimiento de Mayo del 68, así se presentó ante los electores, denunciando el «engaño» de las elecciones. «El poder no está en las urnas», decía aquel hombre que empezaba cada una de sus intervenciones televisivas diciendo: «Por primera vez, un candidato revolucionario se dirige a ustedes…»

Nacido el 10 de julio de 1941 en París, Alain Krivine venía de una familia de judíos ucranianos que emigraron a Francia tras los pogromos antisemitas de finales del siglo XIX. A los 17 años se afilió a las Jeunesses Communistes, la organización juvenil del Partido Comunista Francés (PCF), donde también militaban sus cuatro hermanos, y expresó su desacuerdo con la línea política de un partido que rechazaba la independencia de Argelia. Se unió a una organización clandestina, Jeune résistance, que multiplicaba las acciones para incitar a los jóvenes soldados a que se negaran a ir a la guerra en Argelia. Esta fue su primera experiencia de militancia radical, que acercó a este militante modelo, educado en el crisol de la familia comunista, a la IV Internacional trotskista, y lo llevó a romper con el estalinismo.

«Ganado a la causa»

Alain Krivine fue orientado discretamente por los dirigentes trotskistas del Partido Comunista Internacionalista (PCI), entre ellos Pierre Franck, antiguo secretario personal de Trotsky, cuando pasó a ser uno de los dirigentes del Frente Universitario Antifascista (FUA), creado como reacción al golpe de Estado de Argel del 22 de abril de 1961. El 23 de marzo de 1962, una carga de explosivos de plástico estalló en la puerta del apartamento de su padre, el Dr. Krivine, especialista en estomatología, causando importantes daños.

Aunque ya estaba «ganado» a la causa trotskista, siguió participando activamente en la oposición de izquierdas en la Unión de Estudiantes Comunistas (UEC). Como líder del sector Sorbonne-lettres de la organización vinculada al PCF, luchó por el «derecho de tendencia» y la «desestalinización» del partido. El congreso de marzo de 1965 dio lugar a violentos enfrentamientos. Alain Krivine, orador elocuente y con una ironía mordaz, desafió a los guardianes de la línea oficial desde la tribuna. Un año después, el «sector», que se había negado a apoyar la candidatura de François Mitterrand en las elecciones presidenciales de 1965, en contra de la dirección del partido, fue excluido de la UEC.

Alain Krivine y los militantes de «Sorbonne-lettres» crearon entonces la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR), que desempeñó un papel importante en las movilizaciones contra la guerra de Vietnam y luego durante los acontecimientos de mayo de 1968. Alain Krivine, cuyo hermano Jean-Michel, cirujano, participó en dos comisiones médicas de investigación en Vietnam, fue uno de los fundadores del Comité Nacional de Vietnam junto al matemático Laurent Schwartz. La JCR, aunque se reivindicaba como trotskista, quería abrirse a las nuevas corrientes del marxismo y, en particular, a las que sacudían el Tercer Mundo (castrismo, guevarismo…) y a la juventud occidental. Estableció numerosos contactos con los líderes de los movimientos revolucionarios en países extranjeros, como Rudi Dutschke en Alemania o Tariq Ali en Inglaterra.

Semiclandestinidad

Cuando en 1968 comenzaron los primeros temblores de lo que se convertiría en una huelga general y sacudiría al gobierno gaullista, Alain Krivine era secretario de redacción a tiempo parcial en las ediciones Hachette. Rápidamente dejó su puesto para integrarse al movimiento. El servicio de seguridad de las JCR constituyó la columna vertebral del de la UNEF [Unión Nacional de Estudiantes de Francia] durante las principales manifestaciones de mayo de 1968. Los cuadros de las JCR desempeñaron un papel de supervisión y dirección, especialmente durante la «noche de las barricadas» del 10 de mayo, o el intento de unir a estudiantes y trabajadores en Renault el 17 de mayo, que fue violentamente reprimido por los batallones de la CGT [Confederación General del Trabajo] y del PCF [Partido Comunista de Francia].

En cuanto el gobierno gaullista pudo controlar nuevamente la situación, las JCR fueron disueltas por decreto el 12 de junio. Alain Krivine pasó entonces a la semiclandestinidad. Fue detenido el 16 de julio en compañía de su esposa, Michèle, hija del ex vicesecretario general del Partido Socialista Unificado (PSU) Gilles Martinet. Acusado de «mantener y reconstituir una liga disuelta», fue encarcelado durante cinco semanas en la c de la cárcel de la Santé antes de ser puesto en libertad bajo fianza ante la insistencia del nuevo Ministro de Educación, Edgar Faure, que intentaba garantizar un inicio de año escolar «pacífico».

En abril de 1969 nació la Liga Comunista. Junto a Alain Krivine, sus principales figuras fueron Daniel Bensaïd, Henri Weber y Charles Michaloux. Presentar un candidato a las elecciones presidenciales fue un verdadero reto. «Queremos hacer oír la voz revolucionaria de mayo y junio del 68 en la televisión, explican los jóvenes dirigentes. Esta candidatura revolucionaria busca disipar las ilusiones electoralistas y parlamentarias del PC. Queremos romper con esa visión y afirmar una fuerza a la izquierda del PC.»

En la primera línea de las protestas

Personalidades de los círculos intelectuales, literarios y artísticos -como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Michel Leiris, Maurice Nadeau- lanzaron un llamamiento en su favor. La liga consiguió reunir 230 firmas de representantes electos para patrocinar a su candidato, más del doble de las requeridas -cien en aquel momento. Alain Krivine benefició entonces de un «permiso especial». Después de haber dirigido «una campaña roja», como el nombre del órgano de prensa, Rouge, que la joven formación había fundado, recogió algo más del 1% de los votos. Volvió a ser candidato en 1974, tras la muerte de Georges Pompidou, y obtuvo un escaso 0,37%. «No fui elegido Presidente de la República. Siempre me faltó el 99% de los votos», repetía con humor.

Mientras tanto, la Liga Comunista fue disuelta tras oponerse mediante la fuerza a una reunión del movimiento de extrema derecha «Ordre nouveau» contra la «inmigración salvaje» el 21 de junio de 1973. Alain Krivine fue de nuevo detenido, acusado de infringir la ley anti disturbios y encarcelado en la prisión de la Santé. Respaldado por un fuerte movimiento de apoyo, fue liberado cinco semanas después.

Toda su vida fue un revolucionario. No se le pasó con los años, contrariamente al título de sus memorias, publicadas en 2006, «Ça te passera avec l’âge» (Flammarion). Vivió más de medio siglo sin desviarse nunca de la convicción de que «la revolución es posible», de que «nunca ha habido tantas razones para rebelarse», atento a todos los movimientos de protesta susceptibles de contribuir a la emancipación social, de desplazar las líneas del movimiento obrero. «La verdadera felicidad para cualquier hombre digno de ese nombre es participar, conscientemente, en todas las luchas por la emancipación», declaró en 1973 cuando se preparaba para participar de nuevo en las elecciones presidenciales, en las que hizo campaña con el lema «ni tregua, ni compromisos».

De Lip [del nombre de la fábrica de relojes Lip. Lucha de los trabajadores que movilizó a miles de trabajadores en Francia y en Europa entre 1970 y 1976] a los comités de soldados [en 1974, «llamamiento de los 100», con el objetivo de sindicalizar a los soldados, de acabar con los abusos, de defender los derechos; salarios, contratos, etc. NdT] de los movimientos feministas a las movilizaciones liceales y estudiantiles, de las manifestaciones internacionalistas a las luchas antirracistas y antifascistas, del apoyo a los indocumentados a las acciones por el derecho a la vivienda, de las coordinaciones a las agitaciones del movimiento sindical, sin dejar de lado las plataformas electorales, la organización dirigida por Alain Krivine, que se convirtió en la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) en diciembre de 1974, estuvo presente en todos los campos de lucha. Con la constante obsesión de «que las cosas avancen» y de «encontrar una expresión política para los movimientos sociales», el líder trotskista -aunque a él no le gustara el término- trató de sembrar «las semillas de una nueva izquierda, ni socialdemócrata ni estalinista», incansablemente dispuesto a jugarse por entero a pesar de los reveses, los fracasos y las decepciones.

En todos los frentes de protesta, Alain Krivine estaba en primera línea, siempre disponible, siempre dispuesto a «darles una mano a los compañeros», a recurrir a su impresionante lista de contactos para difundir una iniciativa, a servir de relevo para ampliar el campo de apoyos. El movimiento social del invierno de 1995 multiplicó por diez la energía de una LCR que pensó que podía encontrar un eco más amplio entre las nuevas capas radicalizadas.

Primer mandato

En las elecciones europeas de 1999, la LCR formó una lista conjunta con Lutte ouvrière (LO). Alain Krivine ocupó el segundo lugar, detrás de la emblemática portavoz de LO, Arlette Laguiller. La lista recibió más del 5% de los votos y obtuvo la elección de cinco miembros. Con 58 años, este hombre que llevaba más de cuarenta años de militancia política, ejerció su primer mandato electivo. La elección al Parlamento Europeo, además del descubrimiento del mundo político institucional, le permitió disponer de medios adicionales y contratar a un asistente parlamentario. Durante un año, fue un joven militante sindical de La Poste [Correos], Olivier Besancenot, quien ocupó este puesto.

En 2002, Alain Krivine le convenció, con no pocas dificultades, para que fuera el candidato de la LCR a las elecciones presidenciales. El joven cartero obtuvo un 4,25% en la primera vuelta en unas elecciones en las que el candidato del PS, Lionel Jospin, fue eliminado para la segunda vuelta, en la que se enfrentaron Jacques Chirac y Jean-Marie Le Pen. Cinco años después, Olivier Besancenot volvió a ser candidato presidencial y obtuvo más del 4% al final de una campaña que suscitó un entusiasmo sin precedentes por un candidato de extrema izquierda. La Liga decidió disolverse para dar paso a un Nuevo Partido Anticapitalista, que esperaba poder ampliar el público de la antigua formación trotskista.

Una nueva generación tomó el relevo. Alain Krivine dio un paso atrás y dejó de ejercer responsabilidades políticas, pero siguió estando presente. Si bien se jubiló en 2004, siguió ocupando un escritorio encima de la imprenta Rotographie en Montreuil (Seine-Saint-Denis) y aportando sus consejos: «Siempre presente.» Una vida revolucionaria… sin revolución.

Alain Krivine en algunas fechas

10 de julio de 1941 nació en París

1958 Ingreso a las Juventudes Comunistas

1966 Exclusión de la Unión de Estudiantes Comunistas

1967 Creación de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR)

1969 Creación de la Ligue Comunista

1969 Candidato a las elecciones presidenciales

1974 Candidato a las elecciones presidenciales

2006 Publicación de «Ça te passera avec l’âge» (autobiografía)

2009 Disolución de la Liga y nacimiento del Nuevo Partido Anticapitalista [NPA]

2022 Fallecimiento a los 80 años