Por tercera vez desde comienzos de 2012, un vuelo colectivo ha salido de Düsseldorf este martes 17 de abril con destino a Belgrado (Serbia). Alemania, con el apoyo de FRONTEX (agencia comunitaria de gestión de las fronteras exteriores de los Estados miembros), lleva una política sistemática de expulsión hacia la comunidad gitana, a un ritmo […]
Por tercera vez desde comienzos de 2012, un vuelo colectivo ha salido de Düsseldorf este martes 17 de abril con destino a Belgrado (Serbia). Alemania, con el apoyo de FRONTEX (agencia comunitaria de gestión de las fronteras exteriores de los Estados miembros), lleva una política sistemática de expulsión hacia la comunidad gitana, a un ritmo sostenido de uno a dos vuelos colectivos al mes hacia Serbia o Kosovo.
Desde 2006, FRONTEX coordina la organización de los denominados vuelos » conjuntos » entre diferentes Estados miembros de la UE, para expulsar migrantes en situación irregular. El gobierno alemán ha confirmado que en 2011, la policía federal ha participado en 21 operaciones de este tipo organizadas y financiadas por FRONTEX, especialmente con destino a Kosovo y Serbia [1].
La legalidad de esta nueva expulsión colectiva coordinada por FRONTEX es criticable a la luz de los textos de protección de derechos humanos que prohíben las expulsiones colectivas (Convención Europea de Derechos Humanos y Carta de derechos fundamentales). Anunciando la expulsión de un gran número de solicitantes de asilo rechazados -en el marco de un procedimiento acelerado- para dar una muestra de firmeza a las autoridades serbias, Alemania se orienta hacia una política de » expulsión colectiva » en los términos en que la ha definido, para condenarla, el Tribunal europeo de Derechos Humanos en 2002 en su sentencia Conka. Además, la situación que vive en Serbia la comunidad gitana permite dudar del respeto por Alemania de sus obligaciones en materia de protección contra los tratos inhumanos y degradantes de las personas expulsadas [2].
Esta expulsión demuestra nuevamente cómo FRONTEX, cuyo mandato incluye en particular la posibilidad de iniciar y coordinar para los Estados miembros de la Unión Europea vuelos conjuntos de retorno, legitimiza y banaliza una práctica en contradicción con los derechos fundamentales. Ilustra igualmente el modo en que los Estados miembros subcontratan las tareas infames de su política de expulsión.
Nos oponemos firmemente a estas prácticas de expulsiones masivas coordinadas, incluso iniciadas [3], por FRONTEX por cuenta de la UE y de sus miembros. Estas expulsiones refuerzan los prejuicios y las percepciones discriminatorias respecto a esta comunidad que se cuenta ya entre las más discriminadas de la UE, incluso más que los inmigrantes en conjunto. Condenamos esta política de expulsión que, a la vista de los medios empleados e ignorando las discriminaciones a las que expone a las personas en los países de retorno, constituye una violación de los derechos humanos.
Relación con los medios :
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Organizaciones firmantes : Migreurop, Chachipe, ROM e.V. Köln, Flüchtlingsrat Niedersachen, Roma Center Göttingen, European Network Against Racism (ENAR)