Déjame que te cuente los cuentos de siempre…
El debate de la política económica y su diseño presupuestal son un enredo constante caracterizado por el palabreo abstracto, las cifras y datos entremezclados para marear a la población, los cuadros estadísticos multicolor con líneas que van en diferentes direcciones, de manera que no entiendas nada y termines mirando al cielo raso. Vieja tarea de la tecnocracia que viene rotando en puestos claves del ejecutivo, aplicando la rígida política económica que viene desde 1990, la era del oscurantismo liderada por Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos (ambos presos por ladrones y matones).
Por esta razón, me parece útil llevar el debate a terrenos más sencillos a partir de una pregunta central: ¿cómo generamos recursos y cómo gastamos estos recursos en forma eficaz?, evitando marearnos, caer muy dóciles y boquiabiertos en la trampa del bostezo y su ¡Oh, oh, oh! Ha-Joong Chang (experto en Economía del Desarrollo, docente en la universidad de Cambridge) dice: «En mi libro anterior, 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo, me metí en camisa de once varas al afirmar que el 95 por ciento de la economía es sentido común, pero que se hace que parezca difícil mediante jergas y muchas matemáticas.
(…) Desde una perspectiva un tanto más cínica, todas las profesiones técnicas tienen un interés manifiesto en parecer más complicadas de lo que en realidad son, para de ese modo justificar los elevados honorarios que cobran los profesionales por sus servicios» (1)
Veamos el discurso en que se sustenta esta política económica tramposa frente a los ya habituales déficit fiscales (gastas más de lo que te ingresa en tu caja)
Endeudamiento interno y externo (la proyección de la deuda pública al 2055 es de $90,898 millones), ¡nada menos!, pero no te preocupes, otros están peor. Las investigaciones sobre las denuncias de la gran corrupción reinante dan cuenta del manejo oscuro en la venta de «bonos soberanos» por ejemplo.
Congelo sueldos y salarios, te demuestro estadísticamente que puedes sobrevivir con tu sueldo precario y si no te alcanza, mala suerte. ¿Informalidad laboral de 70%? ¡tienes que ser más competitivo cholito! Su complemento son los despidos arbitrarios. ¿Derechos laborales? ¡No pues, esto es tema de comunistas extremistas enemigos de la inversión, caviares!
En el otro extremo están los avivadores del emprendimiento que te dicen: ¡Despierta prójimo, eres millonario, el problema es que no te has dado cuenta. Empeña tu pobre casa al banco, invierte! El pobre hombre sonríe mostrando sus cuatro dientes.
Cuando viene el ajuste fiscal, la inversión pública en proyectos de inversión pública se frena afectando obras de infraestructura, salud, educación, actividad agropecuaria, etc. El año pasado, con la caída de la inversión pública y privada, hubo una terrible bronca entre el ex ministro de Economía Alfredo Thorne y el ex Presidente del Consejo de Ministros, economista Fernando Zavala, hecho que no es nada novedoso, la búsqueda de culpables en escenarios de crisis, es casi un deporte nacional.
El mayor de los impuestos va teledirigido del centro hacia abajo, arriba están los amigos, para ellos todas las facilidades, caso contrario las entidades internacionales que nos evalúan (sí, las mismas que dijeron que todo iba de maravilla antes del desmadre ocasionado por la crisis financiera del 2008), nos desacreditarán, dirán que somos un país muy, muy «inestable» para los negocios (léase lobbies y grandes coimas).
– Señor Presidente, señora ministra ¿por qué no una reforma tributaria integral para captar mayores ingresos? – Esteee, je, je je, sonríe el Presidente Pedro Pablo Kucsinsky, con su polo de la selección de fútbol (la que felizmente y para alegría nuestra, va al mundial después de 36 años).
El portal «OJO PÚBLICO» informa que del año 2006 al 2016, se dejaron de recaudar S/. 93,000 millones de soles (más de 28,000 millones de dólares) (2) El economista Raúl Mauro, haciendo un análisis comparativo demostró que las 50 megaempresas pagaban el 2011 cerca de S/. 8,000 millones, el 2017 baja a menos de S/. 3,300 millones; lo más cómico es que empresas mineras reciben S/ 5,889 millones por concepto de devoluciones de impuesto general a las ventas (IGV), mientras los aportes del sector al Estado impuesto a la renta (IR) e IGV, apenas llegaron a S/ 1,944 millones. Ver el siguiente enlace periodístico: https://gestion.pe/economia/
Ya quisiera el bodeguero de la esquina o el pequeño y mediano empresario, tener estas gangas.
Mientras países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene un 34% promedio de presión tributaria, siendo el 22,8% el promedio en América Latina (datos de CEPAL), Perú tiene uno de los porcentajes de menor presión tributaria en el mundo (13%), Congo (10,8%), Indonesia (11,8%), Guatemala (12,4%), Uganda (12,5%) (3)
Por esta razón es que la OCDE pide a Latinoamérica que haga pagar más a las clases altas (diario «El País» 23 marzo 2017). Perú tiene como meta integrar esta organización, ¡OH, oh, oh!
El Presidente y sus tecnócratas informan incansablemente que pronto, muy pronto, ingresaremos a esta organización, pero ¡nada de ajustar a los amigos poderosos! comentan en voz baja.
Su precaria estructura cerebral funciona como un flujo de caja, calculan ingresos y los egresos (¡y los grandes lobbies para los amigos de siempre!); derechos económicos, sociales, laborales, ya no alcanzan en su interconcexión neuronal, ocupan demasiado espacio y joden los grandes negocios.
Entonces, con baja presión tributaria, precariedad laboral (cholo barato), endeudamiento, privatizaciones del patrimonio nacional con precios de ganga y lobbies a granel, es preferible para la tecnocracia seguir con el modelo productivo concentrado en la minería (más del 50% de exportaciones) y que sigan operando con todas las «flexibilidades legales y administrativas posibles para aumentar inversión» (es decir, en cristiano: contaminando, con abuso laboral permanente, dividiendo y maltratando a comunidades, buscando controlar autoridades locales, regionales, ministerios clave del ejecutivo, prensa, policía, jueces y fiscales, ¡listo!).
Cuando los sectores progresistas, de izquierda proponen DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA, respeto a los derechos de la gente, estos sectores de la derecha responden: ¡cuentos, no es posible, caviar, caviar, caviar! Listo, tema cerrado.
Sin embargo, durante su estadía en Lima, en octubre del año pasado, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, dio una conferencia en la Universidad Católica titulada: «Desigualdad, Crecimiento y Reformas Estructurales». Durante su disertación informó que en CHINA por ejemplo, la pobreza se redujo de 60% a 4% mediante la fuerza de la industria. En esta perspectiva, recomendaba al Perù que considere como prioridad DIVERSIFICAR SU ECONOMÍA. El economista Jürgen Schuldt informa que la macroeconomía dispone de entre el 30% y 40% de la capacidad ociosa de la producción, especialmente la industria manufacturera. ¡Increíble!
(https://elcomercio.pe/
La tecnocracia reinante hace las cosas al revés, en el presupuesto 2018, al sector Agricultura (que concentra más de un tercio de la población económicamente activa y produce el 70% de los alimentos del consumo nacional) se le destina apenas el 2,3%, Turismo 0,3%, Pesca 0,3% Industria 0,1%. ¡De locos realmente!
Por el contrario, un enfoque de diversificación productiva permitiría lograr tres metas concretas, aprovechando el mapa de potencialidades que debería tener cada región:
1° Elevar la productividad. 2° Incrementar el empleo 3° Mejorar los ingresos familiares.
Esta medida, requiere como medida complementaria la baja de la tasa de interés, para incrementar la demanda interna y mayores lograr mayores inversiones en sectores de pequeña y mediana empresa que operan en área urbana y rural. ¡Te conozco bacalao aunque vengas disfrazao!
Mientras que la frívola tecnocracia apoltronada en la Lima criolla muestra sus cifras y cuadros multicolor donde demuestran que todo marcha de maravilla, las amas de casa (que son las mejores economistas del Perú, saben de su enorme esfuerzo y creatividad para cubrir la canasta familiar en el día a día. Ellas sí que no se dejan atarantar). Tampoco los más de un millón de jóvenes de 15 a 24 años que no estudian ni trabajan, según estudio de la Cámara de Comercio de Lima, o la enorme población subempleada y desempleada en situación de pobreza, pobreza extrema, testigos del colapso de la educación y salud, en fin …
Y el gran debate que la derecha elude siempre es QUÉ HACER con la renta nacional producto de los recursos naturales estratégicos (minería, petróleo, gas, pesca, etc), este tema es tabú en la discusión de temas económicos, políticos y sociales.
– ¿Te sigues llevando todo? No tío, se acabó la farándula; vamos a compartir utilidades netas porque estos recursos pertenecen a la Nación y son el factor principal para financiar su desarrollo (¿50-50, 60% para Estado y 40% para empresas que invierten?). Esta propuesta es parte de un debate y lucha patriótica mayor.
Recursos hay, falta redireccionarlos con políticas económicas y públicas más humanistas y patrióticas.
Con mayor disponibilidad presupuestal, mejora en la capacidad de gestión por resultados , severos controles y sanciones para evitar el abuso y corrupción galopante, nuestro progreso y desarrollo estará garantizado. Tendríamos población bien papeada, con empleo digno, un servicio de salud humanitario y de calidad, alto nivel educativo y cultural; se acabó la era del taper y candidatos regalones de comida, ropa, artefactos eléctricos, y borracheras multitudinarias a cambio del voto (dígase de paso, que las elecciones populistas se convierten en un gran camal donde son sacrificados: toros, vacas, gallinas, gallos, conejos, más gallinas, cuyes, pollos y demás relacionados, para alimentar al electorado hasta que la barriga les reviente).
Finalmente, considerando las actuales denuncias de la megacorrupción reinante, es oportuno recordar la advertencia del economista Paul Krugman (Nóbel de Economía 2008): «la historia y la experiencia moderna nos dicen que las sociedades altamente desiguales, también tienden a ser altamente corruptas». ¡Bon voyage!
Notas:
1) Ha-Joon Chang. Economía para el 99% de la población. Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona 2014, pág. 17.
2) https://ojo-publico.com/327/
3) https://peru21.pe/opinion/
Iván Salas Rodríguez. Sociólogo, columnista periodístico
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.