En los últimos años, desde el campo del “no ser”, los pueblos subalternos, dentro de las bicentenarias repúblicas criollas de Abya Yala, plantean la urgente necesidad de transitar del nacionalismo republicano (que no pudo ser) hacia la plurinacionalidad.
Desde los pueblos originarios entendemos por plurinacionalidad a esa posibilidad de construir un Estado entre todos los pueblos, sin ser asimilados o colonizados unos por otros. La plurinacionalidad es un proyecto para la construcción de una comunidad política desde nuestras nacionalidades diversas.
La plurinacionalidad, no es una doctrina, mucho menos un dogma. Es un camino en construcción, una propuesta que se fundamenta y se orienta hacia la construcción de la comunidad de comunidades políticas diversas para posibilitar los buenos vivires de los pueblos.
El nacionalismo republicano intentó anular la diversidad de nacionalidades para construir de manera fallida un Estado con una única nación, con una única identidad nacional. Eso, en los hechos no ocurrió en ninguna parte. En este sentido, la plurinacionalidad es la antípoda de los nacionalismos.
El nacionalismo busca construir una sociedad uniforme (como sumatoria de individuos), la plurinacionalidad busca construir comunidad, y no únicamente comunidad humana, sino restaurar las comunidades cósmicas (esto se lee idílico, pero la situación del Planeta nos obliga).
La plurinacionalidad se ancla en la premisa de la existencia de diferentes pueblos compartiendo un mismo territorio, sin renunciar a sus identidades. Pueblos entendidos como sujetos políticos, no como etnias (objetos antropológicos). En este sentido, la plurinacionalidad sólo es posible si existen diversos sujetos políticos culturalmente diversos dispuestos a construir una comunidad política mayor entre todos desde la diversidad.
La plurinacionalidad no es plurinacionalismo. Por alguna razón, algunos generadores de opinión, se refieren al camino de la plurinacionalidad como sinónimo de plurinacionalismo. Para cuantos conocemos la sociogénesis de algunos términos, todo sufijo “ismo” junto a un sustantivo cualquiera hace referencia a doctrina, y de la doctrina al dogmatismo no hay mucho trecho en la historia de la aplicación de las doctrinas.
La plurinacionalidad es una propuesta política en construcción, mas no una doctrina. En este sentido es una propuesta teórico práctico en constate construcción, y adquiere su particularidad según los pueblos o comunidades políticas que la impulsen.
En el caso concreto de Guatemala, las comunidades y pueblos en resistencia que promueven la plurinacionalidad, en sus prácticas evidencian que son y buscan ser comunidades, más que sociedad. Buscan construir el Buen Vivir más que reproducir modelos de desarrollo. Ponen en entredicho las instituciones y herramientas de la modernidad, más que correr tras la modernidad fallida (eso se escucha en algunas de sus narrativas). Se asumen defensoras/es de los derechos de la Madre Tierra, ya no se auto representan como defensores/as de los derechos humanos únicamente. La plurinacionalidad busca como fin último los buenos vivires de los pueblos en equilibrio con la comunidad cósmica.
Ollantay Itzamná. Defensor de Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos desde Abya Yala.
Blog del autor: https://ollantayitzamna.com/
@JubenalQ