Para una persona desinformada o poco atenta, la avalancha de artículos y programas radiales aparecidos en el último mes en los medios de Suecia satanizando a Cuba, podría tratarse sólo de una casualidad o del mero interés profesional de informar sobre la situación de la isla caribeña a partir de la enfermedad y retiro temporal […]
Para una persona desinformada o poco atenta, la avalancha de artículos y programas radiales aparecidos en el último mes en los medios de Suecia satanizando a Cuba, podría tratarse sólo de una casualidad o del mero interés profesional de informar sobre la situación de la isla caribeña a partir de la enfermedad y retiro temporal de Fidel Castro de la dirección del país.
Sin embargo no es así, porque estas «habas que se cuecen» responden a una campaña coordinada desde Estados Unidos para reintroducir el «caso Cuba» en la Unión Europea y lograr que ésta se pliegue aun más al bloqueo y al plan que la administración Bush ha diseñado para «la transición» capitalista «después de Fidel». O sea en buenas palabras el derrocamiento del legítimo gobierno cubano y terminar para siempre con la independencia y soberanía alcanzada con sacrificio por la pequeña nación latioamericana.
Con España como punta de lanza bajo el gobierno de Aznar, a partir de 1996 el gobierno de Estados Unidos había logrado someter a la Unión Europea y plegarla al plan desestabilizador norteamericano contra Cuba en lo que se denominó «posición común» y que mediante la aplicación de sanciones económicas y claras intromisiones de las embajadas en La Habana apoyando a los disidentes made in USA, dañó los históricos vínculos políticos y económicos que mantenían los países europeos con la isla. Muchas veces ajenos y contrarios a la agresión contínua que han mantenido durante más de cuatro décadas todas las administraciones norteamericanas contra la Revolución Cubana . El advenimiento de un nuevo gobierno en España supuso un leve mejoramiento de los vínculos de la UE con Cuba, que Washington y los círculos contrarrevolucionarios de Miami vieron con preocupación.
Por eso tras la elección de Alemania en la presidencia temporal de la Unión, Estados Unidos con la colaboración de países conversos encabezados por la República Checa, cree tener ahora una mejor oportunidad para reactivar en la próximo reunión presidencial de la Unión Europea la agenda con una «Estrategia a mediano y largo plazo para la democratización de Cuba», que copia punto por punto las directivas de la «Comisión para la ayuda a una Cuba Libre» que ha elaborado los informes conocidos como Plan Bush 1 y 2.
En Suecia, Estados Unidos mediante un lobby que financia actividades propagandísticas y políticas contra Cuba de los partidos Liberal y Demócrata Cristiano logró plegar a la administración socialdemócrata y darle continuidad a la posición hostil instaurada durante el antiguo gobierno conservador de Carl Bildt, e incluso confundir y dividir al interior del Partido de Izquierda. Cabe anotar que la política del gobierno de Persson en relación a Cuba se escudó justamente en la existencia de la famosa «posición común de la UE» introducida por Estados Unidos y Aznar.
Por eso es bastante obvio que la prensa sueca y en especial a quienes se les ha encomendado «informar sobre el caso Cuba» estén en estos últimos tiempos actuando al unísono para formar también una «posición común» en los ciudadanos que logre convencerles de que la isla caribeña está oprimida por una dictadura comunista que sólo provoca privaciones del pueblo y persecusiones a aquellos que quieren la libertad, y por ello es menester aquí también apoyar las decisiones que tome la Unión Europea.
Si uno mira de cerca el seguimiento que los medios suecos hacen de América Latina, gana Cuba por lejos en el espacio que estos le dedican contra el «olvido» en que quedan sumidos el resto de más de una veintena de naciones latinoamericanas. Sólo Venezuela últimamente empieza a disputarle el título de campeón en esta desinformación que se orquesta muy lejos de Estocolmo.
Prepárese el lector de aquí en adelante para ser «informado» que junto al peligro atómico iraní, existe aún la última dictadura comunista de Occidente vivita y coleando en una bella isla de sol y palmeras.