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El camino de la guerra: de Afganistán e Irak, pasando por Irán, hasta India y China

Preparando la siguiente guerra mundial

Fuentes: Rebelión

No me gustan los artículos alarmistas ni dramáticos. Por eso me gustaría empezar este texto expresando mis esperanzas de que esté equivocado, que los análisis, cada vez más frecuentes, son erróneos, y todo sólo es un mal sueño. Pero los antecedentes no ayudan a pensar eso, y los hechos silenciados por los medios de diversión […]

No me gustan los artículos alarmistas ni dramáticos. Por eso me gustaría empezar este texto expresando mis esperanzas de que esté equivocado, que los análisis, cada vez más frecuentes, son erróneos, y todo sólo es un mal sueño. Pero los antecedentes no ayudan a pensar eso, y los hechos silenciados por los medios de diversión masiva, indican que se están poniendo en marcha los preparativos de un escenario de diferentes guerras nucleares.

Los inicios de una guerra.

Las guerras no empiezan porque sí. Existen siempre unas fases previas que preparan la estructura estatal y la sociedad para la guerra. Sin variación alguna, la construcción de la imagen del enemigo que supone un peligro para la existencia misma del país es condición sine qua non para preparar a la población para una guerra. Y siempre la guerra es presentada como difícil y llena de sacrificios (de la población claro, no de los gobernantes), pero la victoria está fuera de cualquier duda por la simple lógica de que la ‘justicia’ y la ‘razón’ están del lado propio.

Para la creación del enemigo hacen falta, junto al discurso oficial lleno de manipulaciones, exageraciones y mentiras, unos hechos que den prueba de la peligrosidad del declarado enemigo. En una primera fase se suelen tomar medidas contra ese enemigo con el objetivo de provocarle y generar algún acto de violencia. En el caso de que no se logre tal violencia, una acción encubierta, atribuida al enemigo ha sido a lo largo de la historia la excusa perfecta para declarar la guerra. Varios ejemplos empleados por EEUU se detallan en el texto «La estrategia del ataque provocado» [1] del mismo autor.

Para hablar de la segundo guerra mundial se suelen utilizar los años 1940 hasta 1945, pero en realidad, en Alemania, Hitler estuvo preparando al país para ir a la guerra durante casi toda la década de los años 30. Centenares de personas avisaron de esta preparación, pero los gobernantes europeos y estadounidenses no les hicieron caso. Al contrario, la economía surgente en Alemania representaba jugosos intereses económicos. Sólo para dar un ejemplo, el abuelo del actual presidente de EEUU, Bush, como director del banco ‘Brown Brothers Harriman’, mantuvo sus intereses comerciales con Hitler y sus SS hasta 1942, cuando el Congreso estadounidense finalmente prohibió el comercio con los nazis.

El escenario para organizar las guerras contra Afganistán e Irak no fue diferente. Como tampoco es distinto el escenario de la próxima guerra contra Irán.

Preparando la guerra contra Irak.

Varios años antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, los planes de una invasión de Irak fueron diseñados. El 11S sólo fue el detonante ‘esperado’ para la puesta en marcha oficialmente de dichos planes.

El ataque a Afganistán fue casi inmediato y no fueron necesarias más medidas de preparación de la población que la repetición de las imágenes del 11S y la supuesta vinculación del régimen de Afganistán con los terroristas. Decenas de miles de afganos han muerto, sin tener nada que ver con los atentados en EEUU, ni se ha presentado ninguna prueba que vinculara a los talibán con la planificación, la financiación ni la preparación de los pilotos suicidas. Ni siquiera se han presentado pruebas de que los aviones realmente fueron secuestrados, y no, por ejemplo, teledirigidos. Al contrario, de lo que se ha presentado en los medios de diversión masiva se puede deducir que los atentados fueron organizados desde Europa occidental (entre otros, en el estado español donde se mantuvieron varias reuniones), diferentes supuestos pilotos suicidas fueron entrenados en los mimos EEUU, la ideología religiosa justificante fue impulsada desde Arabia Saudí y todo la organización estaba a cargo de una estructura construida con dinero y armas facilitadas por el mismo gobierno de EEUU y bajo el mando de Ben Laden, ex colaborador de la CIA. De poco sirvió la disposición del régimen talibán de entregar a Ben Laden, dado que los objetivos del ataque eran otros. Afganistán, en realidad sólo fue una ‘distracción’ obligada, un paso previo al verdadero objetivo: Irak.

Para justificar la siguiente guerra, contra Irak, hubo que manipular a la opinión pública con mentiras sobre la peligrosidad de Sadam Husain y de sus relaciones con Al Qa’eda, además de generar un estado de miedo generalizado a través de las alertas de supuestos nuevos ataques. La población de EEUU fue mantenida en un estado de psicosis y de miedo, no solamente para garantizar un apoyo ‘popular’ a los ataques, sino también para conseguir la victoria electoral del presidente en guerra, Bush. Aunque la opinión pública del mundo se expresó en contra de la inminente guerra a través de manifestaciones masivas, el régimen de Bush encontró los apoyos necesarios en unos gobernantes que le sirvieron de ‘idiotas útiles’ para poder presentar una falsa ‘coalición internacional’. Más de cien mil iraqués inocentes fueron asesinados por las bombas arrojadas sobre barrios, escuelas, hospitales, mercados, trenes e instalaciones de servicios básicos. Ni el conocimiento de los crímenes contra la Humanidad, como la práctica sistemática de la tortura y el empleo de armas prohibidas, como son las armas químicas, ni las imágenes y los testimonios de los presos en el campo de concentración de Guantánamo han producido un rechazo real por parte de los líderes europeos. Por ejemplo, Alemania y Bélgica, dos estados que supuestamente se opusieron a la invasión, pusieron a disposición de EEUU toda su infraestructura pública para el transporte de tropas y material militar. Verbalmente hablaban de una guerra ilegal, pero en la práctica fueron cómplices. El presidente del gobierno del Estado Español, que retiró sus tropas de Irak, deja a disposición de las tropas invasoras estadounidenses las bases militares e instalaciones civiles como aeropuertos. Su oposición a lo que él mismo llamó una guerra ilegal no es nada más que propaganda electoral porque nunca retiró el apoyo logístico a las tropas invasoras. La falta de una oposición real facilita a los EEUU seguir con su estrategia bélica y seguir adelante con su siguiente objetivo.

De Irak a Irán: de una guerra nuclear encubierta hacia la guerra nuclear abierta.

El fracaso de la guerra contra Irak y la creciente protesta interna en EEUU podrían llevarnos a pensar que EEUU no iniciará ninguna otra guerra. Pero las mentes torcidas de las personas en el entorno de Bush no están dispuestas a perder todo lo que están ganando con la situación actual. Para mantener sus elevados beneficios (sobre todo en los sectores del petróleo y del entorno a la guerra como son los fabricantes del armamento y las empresas de mercenarios) están dispuestos a todo.

Irán parece la excusa perfecta para seguir con el negocio de la guerra. La campaña contra el país ya se está llevando a cabo. La creación de la imagen del enemigo peligroso ya se está haciendo con plena complicidad de los medios masivos de diversión. Las mentiras, como la supuesta voluntad del presidente de Irán de ‘borrar Israel del mapa’ o su ‘negación del holocausto’ [2] aparecen citados por varios autores, incluso en los medios alternativos de información. También se utilizan, otra vez, las armas de destrucción masiva que supuestamente el gobierno de Irán quiere fabricar. (A pesar de que no existe prueba ninguna de ello, y a pesar de que se sabe que esa excusa en el caso de Irak fue todo un montaje, los gobernantes europeos sirven otra vez de idiotas útiles y siguen a Bush en su campaña de la preparación bélica.) Y como última, y quizá más importante, será la tesis de que se puede acabar con la resistencia en Irak, atacando a Irán. Los informes de supuesta inteligencia relacionan la resistencia en Irak con el apoyo de Irán. Este será la excusa clave para acabar con la resistencia interna (en EEUU) a la guerra de Irak y crear un nuevo frente bélico. Adicionalmente, no sería sorprendente que se están preparando nuevas alarmas de ataques terroristas, incluido algún tipo de ataque de Ben Laden para remover los sentimientos de miedo y recrear el estado de psicosis. De hecho, ya ‘apareció’ un nuevo video de Ben Laden como primer paso. Además se sabe que ‘el vicepresidente Dick Cheney ha instruido a USSTRATCOM [Comando Estratégico de USA] para que elabore un plan de contingencia «a ser empleado como reacción a otro ataque del tipo del 11-S contra Usamérica».’ [3] Este plan incluiría «un ataque aéreo en gran escala contra Irán, empleando tanto armas convencionales como nucleares tácticas.» [4] Según Chossudovsky, «la planificación de los bombardeos aéreos de Irán comenzó a mediados de 2004, de conformidad con CONPLAN 8022 de comienzos de 2004. En mayo de 2004, se emitió la Directiva Presidencial de Seguridad Nacional NSPD 35 intitulada Autorización de Despliegue de Armas Nucleares» [5] En el mismo artículo Chossudovsky se refiere a un informe publicado en Yeni Safak (Turquía) que sugiere que EEUU: «despliegue armas nucleares tácticas del tipo B61 en el sur de Irak como parte de un plan para atacar a Irán desde esta área si y cuando Irán responda a un ataque israelí contra sus instalaciones nucleares». [6]

EEUU está librando una guerra nuclear encubierta contra Irak desde la guerra del Golfo de 1991. El uso a escala grande de uranio empobrecido ha contaminado grandes partes del país y está causando una destrucción masiva de la población, sobre todo en el sur del país. [7] Desde el 2003, EEUU está desarrollando nuevas armas nucleares, en violación del Tratado de no-proliferación de las armas nucleares (TNP). [8] Las llamadas ‘mini-nukes’ o ‘mini bombas nucleares’ son capaces de destruir depósitos de armas y todo tipo de instalaciones militares y civiles. La palabra ‘mini’ es bastante relativa. Se está hablando de bombas que sólo tendrán 3 veces menos potencia que la bomba arrojada encima de Hiroshima. El próximo mes de junio, EEUU hará una prueba con la explosión de 700 toneladas de productos químicos para simular la explosión de una «pequeña» bomba nuclear. [9] Irán probablemente será un escenario de guerra en el cual se probará en el terreno estas nuevas armas nucleares. La idea es destruir localmente ciertas instalaciones, sin preocuparse de la población considerada colateral, ni de la contaminación nuclear, pero eso sí, manteniendo las instalaciones petroleras intactas. En «Los peligros de una guerra nuclear en Medio Oriente» [10] , Michel Chossudovsky explica como EEUU ha ido elaborando el discurso del uso de armas nucleares en combinación con las armas convencionales.

En el plan de ataque a Irán no está previsto, en una primera fase, una invasión a escala grande, para ello ya no dispone de más tropas, sino un ataque intenso aéreo. No está del todo claro el apoyo de la Unión Europea y de la OTAN, aunque en una primera fase sí parecen dispuestos a seguir apoyando a EEUU en sus intentos de obtener una condena del Consejo de Seguridad de NNUU lo suficientemente difusa como para ser utilizable en un ataque militar. Algunos analistas, como Michel Chossudovsky [11] creen que la OTAN ya ha dado visto bueno, aunque posiblemente no participa como tal. Otros, como Wayne Madsen [12] , piensan que un ataque a Irán podría causar una ruptura dentro de la OTAN. Lo que parece asustar a los cómplices europeos es el inevitable desarrollo nuclear de la guerra.

Para EEUU, la Unión Europea no supondrá ninguna oposición real a una nueva guerra, aunque sea nuclear. Francia parece ya haber tomado posición: aunque se mantendría al margen de un conflicto directo con Irán, ya advirtió que está dispuesto a utilizar sus armas nucleares en caso de se le ocurriría a algún estado o grupo (lea Irán) tomar représales contra sus intereses.

Turquía, Rusia, India y China son cuatro estados a tomar en cuenta por EEUU en su ataque a Irán.

Turquía como estado musulmán, miembro de la OTAN y cerca del escenario de ese nuevo frente bélico no creará demasiados problemas. Durante los últimos meses ha habido un proceso intenso de contactos de altos cargos estadounidenses con el gobierno turco. Aunque la actitud del gobierno turco (igualmente ambiguo durante los inicios de la invasión de Irak) no está clara, no cabe la menor duda que Turquía es un país «comprable» para EEUU. Los elevados intereses económicos de los generales turcos, la cuestión Kurdistán o la entrada en la Unión Europea son sólo unas cuestiones que pueden ser sujetos a acuerdos favorables con EEUU como recompensa de una actitud de no-oposición.

El papel de Rusia es clave para las consecuencias internacionales de un ataque a Irán. En el pasado, los gobernantes rusos se han dejado ‘comprar’ para dar paso a una intervención militar al cual en un principio se opusieron. Los bombardeos de Kosov@ y Servia por parte de la OTAN son un buen ejemplo. (Rusia dejo su oposición a los bombardeos a Servia a cambio de un préstamo millonario del FMI y carta blanca para tratar el problema de Chechenia como un problema ‘interno’.) Pero la actual Rusia ya no es igual que entonces. Con el cierre del grifo de gas hace unos meses, por ejemplo, Putín dejó al norte de Europa temblando. (Mas que un ‘problema’ con Ucrania, era una muestra de poder frente a Europa.) Moscú ha ido construyendo nuevos aliados, por ejemplo con China, India e Irán. A este último, Rusia ha vendido armamento sofisticado.

Y aunque Putín parece oponerse verbalmente, sus actuaciones hasta ahora no han sido consecuentes con su postura de oposición. Pero Putín tiene altas aspiraciones, y seguramente, EEUU sabrá manejarlo para que Rusia tampoco se oponga más allá de una protesta verbal. De hecho, el jefe del Estado Mayor del ejército ruso, general Yuri Baluyevski, declaró que Rusia no intervendrá «ni de un lado ni del otro» en caso de que se lance una ofensiva militar contra Irán. [13]

La India es otro estado inicialmente se posicionó en contra de un ataque a Irán. Su primer ministro había garantizado a la comunidad musulmana que la India no asumiría ninguna posición contraria a los intereses iraníes. [14] Pese a esta promesa, India votó favorable en la reunión del OIEA que decidió remitir el caso al Consejo de Seguridad de ONU. El precio pagado por EEUU por los ‘servicios prestados’ ha sido un acuerdo de colaboración nuclear con EEUU que implica un reconocimiento público de la India como potencia nuclear.

También China es contraria a un ataque a Irán, pero probablemente no ejercerá más que oposición verbal. No permitirá una resolución en el Consejo de Seguridad de NNUU favorable a un ataque a Irán (como tampoco lo hará Rusia), pero lo más probable es que hará la vista gorda a pesar de los intereses petrolíferos que tiene en Irán.

Para entender esa dejación por parte de Rusia, India y China en cuanto a sus intereses (puntuales) con Irán, hay que pensar en términos geopolíticos globales y a largo plazo. En la región, se han movido muchas fichas durante el último año que demuestran un creciente y acelerado interacción de varios estados, a veces hasta contradictorios. Unos ejemplos:

– Pakistán, India e Irán alcanzaron un acuerdo para la construcción de un gasoducto de 2.600 kilómetros y está en proyecto otro que uniría India con Irán, Turkmenistán, Kazajstán, China y Birmania. [15]

– El pasado 21 de febrero, China y Pakistán firmaron trece acuerdos y un memorando sobre energía, defensa, comercio y comunicaciones. [16]

– Pakistán, India e Irán fueron admitidos como observadores de la Organización para la Cooperación de Shangai (SCO, en sus siglas en inglés)

– Rusia participó recientemente, a través de la SCO, en ejercicios militares a tres bandas (código de nombre «Indira 2005») entre Rusia, China y la India.

– El pasado año, Rusia y China celebraron sus primeros ejercicios militares conjuntos por tierra-mar-aire.

En el juego macabro de las relaciones internacionales y de las aspiraciones enfermizas de querer construir naciones e imperios grandes, las alianzas pueden ser muy inesperadas. Dejar que EEUU se hunda todavía más en otra guerra de desgaste, puede constituir para algunos su oportunidad de sustituir el imperio USAmericano decaído.

Aunque China e India se opusieran activamente a un ataque a Irán, EEUU seguiría adelante con sus planes militares, porque la guerra contra Irán tampoco es el punto final de la estrategia bélica de EEUU para mantener su posición imperialista. La oposición de las dos potencias en rápido crecimiento es el punto de partida deseado por EEUU para culminar su intento de mantener su dominación global.

De Irán a China e India: la guerra globalizada para asegurar el imperio USAmericano.

En dólares PPA, tomando en cuenta la diferencia en el coste de vida, China e India representan ya el 20% del PIB del mundo. El ritmo de crecimiento de sus economías durante los últimos 15 años ha sido del 6% para China y del 8% para India. Son dos nuevas potencias que en un futuro no muy lejano ya no serán ignorables.

Hasta ahora, China forma parte del escenario económico mundial que genera los beneficios millonarios para las multinacionales y sus principales accionistas. En este sentido no forma ningún competidor para el gran capital, al contrario. Pero China está entrando rápidamente en conflicto con los intereses capitalistas occidentales tradicionales de dos diferentes formas. Primero, el auge de China (e India) está creando de forma demasiado rápido a nuevos consumidores. Mientras tanto, no se logran con suficiente rapidez imponer las reformas destinadas a rebajar el nivel de vida en Europa y con ello ‘expulsar’ a los consumidores sobrantes. Eso significa que la presión sobre la materia prima necesaria para mantener el modelo consumista, base del actual modelo capitalista, crece demasiado rápido. En una primera instancia esta presión supone un crecimiento espectacular de los beneficios de algunas multinacionales, pero a medio plazo no será sostenible. China e India en este sentido sí son competidores no deseados. El segundo conflicto está surgiendo por los recursos que están generando las crecientes economías de China e India. Estos recursos financieros permiten a ambos estados construir un poder político, económico y militar que peligran la hegemonía del Occidente tradicional.

India importó durante los últimos 4 años, armas por un valor de casi 9.000 millones de dólares. China superó importaciones armamentísticas por un valor de más de 10.000 millones de dólares. Las importaciones de los dos países juntos suponen más del 25% del tráfico internacional de armas. (Aunque también se podría argumentar que los dos estados juntos suponen casi el 40% de la población mundial y por ello todavía están por debajo de su nivel ‘normal’.)

Ante este peligro para la hegemonía de EEUU, nada mejor que crear situaciones de guerra en los cuales los competidores se desgastan. EEUU no entrará en un conflicto bélico de forma directa, pero mantiene vivos dos escenarios de desgaste para las futuras potencias.

En el caso de la India, EEUU puede decidir en cualquier momento revivir el conflicto con Pakistán. Este último, una dictadura militar, violador masivo de los Derechos Humanos, poseedor de armas nucleares y estado implicado en el terrorismo internacional, es mas bien un estado vasallo de EEUU. (Curiosamente nunca ha sido objeto de crítica ninguna de EEUU o del Consejo de las NNUU, aunque cumple mas que ningún otro estado, a excepción de Israel, con las acusaciones hechas falsamente contra Irak o Irán.) Mientras tanto, EEUU y Europa se benefician de forma escandalosa del negocio del tráfico de armas. Hace sólo un año, por ejemplo, EEUU vendió a ambos estados (India y Pakistán) aviones capaces de transportar armas nucleares. Una guerra entre la India y Pakistán sería suficientemente desgastadora para la India, que suprimiría cualquier peligro de esta nueva potencia económica.

En el caso de China, Taiwán es el detonante perfecto para EEUU para implicar al potencial Dragón Imperial en un conflicto bélico. El presidente taiwanés Chen ganó las elecciones con la propuesta de redactar una nueva Constitución en la que se resaltara el carácter «soberano e independiente» de Taiwán. El gobierno de China reaccionó con una ley que estipula que cualquier intento de legitimar un autogobierno independiente en la isla mediante la modificación de la Constitución taiwanesa podría tener como consecuencia una acción militar por parte de China. Bush, de momento, ha pedido a Taiwán no modificar el estatus quo, pero a la vez advirtió que haría «todo lo necesario» para defender la isla frente a un ataque de China. [17] Así mantiene la llave para crear un escenario de guerra cuando convenga EEUU.

Además, en los últimos años, EEUU ha ido rodeando a China de bases militares. Cuenta con tropas militares en Coreo de Sur, Tayikistán, Kirguizistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajstán, Afganistán, Pakistán, Singapur, Indonesia y Filipinas.

EEUU, imperio en decadencia.

A pesar del aparente papel de imperio omnipotente, EEUU está definitivamente en la fase del declive. [18] Su moneda está perdiendo fuerza como referencia de la economía mundial, y con ello el poder económico de EEUU perderá su fuerza de forma bastante rápida. Las fuerzas militares de EEUU se encuentran dispersadas por el mundo, intentando controlar todos los frentes, pero en el fondo están perdiendo el control. Ejemplos son la perdida de influencia de EEUU en América Latina o el desgaste en Irak, mucho mayor de lo planificado.

EEUU, definitivamente en papel de perdedor, tratará de defenderse como un perro enloquecido. Constituye un mayor peligro que antes porque sus actuaciones cada vez se basarán menos en la lógica, sino que serán saltos caprichosos e imprevistos en intento desesperado de mantener el control económico y militar global.

Conclusiones:

Para cualquier persona con un mínimo de empatía y sentido de respeto a los demás, el escenario de una potencial guerra mundial parece tan horrible que haría lo que esté a su alcance para evitarlo. Pero Bush y su entorno, junto con los gobernantes al servicio del delirio del poder (y del capital) han demostrado todo lo contrario. El número de personas masacradas en Irak y Afganistán sobrepasa probablemente ya los 200.000. Parece que su sed de sangre y petróleo no esté calmada todavía. La historia nos enseña que las guerras siempre han sido deseadas por los gobernantes por razones diversas.

El actual gobierno de EEUU está deseando entrar en un conflicto con Irán, empujado por diversas razones:

  1. A pesar de los antecedentes, por ejemplo en Vietnam e Irak, creen que pueden ganar un conflicto bélico contra Irán y limitar su extensión.
  2. El lobby pro-israelí empuja hacia la destrucción de Irán para garantizar la aniquilación de toda la resistencia árabe contra su proyecto sionista.
  3. EEUU está perdiendo el control sobre el suministro de gran parte de las reservas mundiales del petróleo, base fundamental de su economía.
  4. EEUU piensa que podrá controlar la situación en Irak, controlando Irán.
  5. El entorno de Bush, los que realmente mandan, representan intereses elevados en el mantenimiento de la guerra.

La probable falta de una resolución del Consejo de NNUU favorable a este ataque militar por parte de EEUU no será ningún impedimento para ello. La secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice ya dijo que «el derecho a la autodefensa no necesita una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU».

Además, los gobernantes estadounidenses pueden estar buscando un conflicto a mayor escala por diferentes razones:

  1. La escalada del conflicto forzará a Europa (la OTAN) a participar y así pagar parte de los gastos de una guerra.
  2. Involucrar a las futuras potencias China e India en guerras desgastantes y autodestructoras. De está forma también quiere desminar al SCO, alianza que está cobrando fuerza y que puede llegar a ser un órgano poderoso que representa a más de la mitad de la población mundial. [19]
  3. Evitar el colapso inevitable del propio imperio. Diferentes analistas señalan varias razones por las cuales ese colapso se acerca a medio plazo.
  4. Aunque el daño a la propia sociedad y economía pueda ser muy elevado, la supremacía militar y económica de EEUU le hace pensar que seguirán siendo los más fuertes después de un conflicto global.
  5. Los fundamentalistas religiosos en el entorno de la Casa Blanca, hasta el mismo Bush que insinuó en más de una ocasión obrar por influencia de Dios, pueden aportar la última razón para un conflicto globalizado: el Apocalipsis, como consecuencia de un conflicto global nuclear, les establecerá definitivamente como pueblo elegido. [20]

Es difícil imaginarnos que todo eso (una escalada de diferentes guerras con millones de víctimas) está planificado y pensado tan fríamente. Cada uno de los frentes bélicos descritos (EEUU-Irán, India-Pakistán, China-Taiwán como mínimo) están ya diseñados en los planes bélicos de EEUU. Su ejecución se ha puesto en marcha con el sacrificio de 3.000 personas, en su gran mayoría trabajadores, en un atentado perfectamente planificado y ejecutado.



[1] Texto disponible en la sección Textos de la página web del autor: http://www.pangea.org/hendrik/

[2] Dos mentiras desmontadas en el texto «¿Quiere el presidente de Irán borrar del mapa a Israel y niega el Holocausto?», Anneliese Fikentscher y Andreas Neumann, publicado en Rebelión el 28 de abril 2006.

[3] «Los peligros de una guerra nuclear en Medio Oriente», Michel Chossudovsky, publicado en Rebelión el día 12 de marzo 2006.

[4] Philip Giraldi: «Attack on Iran: Pre-emptive Nuclear War», The American Conservative, 2 de agosto de 2005.

[5] «Los peligros de una guerra nuclear en Medio Oriente», Michel Chossudovsky, publicado en Rebelión el día 12 de marzo 2006.

[6] Ibrahim Karagul, «USA despliega armas nucleares en Iraq contra Irán», (Yeni Safak,. 20 de diciembre de 2005, citado en BBC Monitoring Europe).

[7] Ver también: «Estados Unidos sabe matar, pero mata mejor con bombas de uranio», Ernesto Carmona publicado en Rebelión el 7 de noviembre 2004; «El uranio empobrecido es un ADM (Arma de Destrucción Masiva)», Leuren Moret publicado en Rebelión el 27 de octubre 2005.

[8] El 26 de noviembre del 2003, la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aprobó una resolución en la cual urgió a Irán a cumplir con sus obligaciones internacionales en cuanto a la colaboración con la OIEA. Exactamente una semana antes, el Congreso de EEUU aprobó un presupuesto de 7,5 millones de dólares para la investigación y el desarrollo de nuevas armas nucleares que tendrán la capacidad de penetrar en capas de rocas o búnkeres. Otros 6 millones de dólares estaban previstos para el desarrollo de las llamadas ‘mini-nukes’ o ‘mini bombas nucleares’ capaces de destruir depósitos de armas y todo tipo de instalaciones militares (y civiles).

[9] En el presupuesto de defensa se habla de «Conduct the Tunnel Target Defeat Advanced Concept and Technology Demonstration(s) (ACTD) Full-Scale tunnel defeat demonstration using high explosives to simulate a low yield nuclear weapon ground shock environment at Department of Energy’s Nevada Test Site.»

[10] Publicado el 12 de marzo 2006 en Rebelión.

[11] Ver «Guerra nuclear contra Irán.», Michel Chossudovsky, publicado en Rebelión el día 10 de enero 2006.

[12] Ver «La administración Bush ultima el ataque militar sobre Irán.», publicado en Rebelión el día 9 de enero 2006.

[13] «EU no descarta un ataque a Irán ‘en nombre de la autodefensa'», publicado en Rebelión el 21 de abril 2006.

[14] Ver «Átomos y geopolítica contra Teherán y Beijing», Augusto Zamora R, publicado en Rebelión el 5 de marzo 2006.

[15] «India e Irán: otra muestra de la hipocresía occidental.», Alberto Cruz publicado en Rebelión el 6 de marzo 2006.

[16] «Movimientos de fichas en el sur de Asia», Txente Redondo, publicado en Rebelión el 11 de marzo 2006.

[17] «¿Se dirigen China y EEUU hacia un conflicto bélico por Taiwán?», Soeren Kern, 4 de abril 2005.

[18] Ver también «El colapso del imperio estadounidense», Kirpatrick Sale, publicado en Rebelión el 26 de febrero 2005.

[19] Para un análisis más profundo de la importancia del SCO, ver el texto «La pesadilla geopolítica de USA y los acuerdos estratégicos euroasiáticos sobre la energía.», F. William Engdahl, publicado en Rebelión el 13 de mayo 2006.

[20] Ver más detalles en «Apocalipsis por favor» de George Monbiot