El polémico proyecto de modificar la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK) continuaba hoy en marcha sin hacer caso al rechazo de Serbia y Rusia ni a la falta de aval del Consejo de Seguridad. «Para muchos, puede no ser del todo satisfactorio, porque no responde por completo a sus aspiraciones, de hecho no […]
El polémico proyecto de modificar la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK) continuaba hoy en marcha sin hacer caso al rechazo de Serbia y Rusia ni a la falta de aval del Consejo de Seguridad.
«Para muchos, puede no ser del todo satisfactorio, porque no responde por completo a sus aspiraciones, de hecho no es la solución con un solo ganador», según el autor de ese proyecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Lo que propone el ex canciller surcoreano es transferir de manera gradual las responsabilidades de la UNMIK como administración interina de Kosovo a una misión de la Unión Europea (UE) denominada EULEX.
La misión de la ONU fue establecida en 1999 por la Resolución 1244 luego de los bombardeos de la OTAN contra Belgrado en respaldo a los separatistas albaneses en la sureña provincia serbia de Kosovo.
En una primera etapa, la UNMIK pasará a la EULEX sus responsabilidades operativas en materia de policía, justicia y aduana, según el plan del titular de la ONU.
Durante un agrio debate celebrado el viernes sobre este tema en el Consejo de Seguridad, el presidente de Serbia, Boris Tadic, censuró a Ban por tratar de imponer en Kosovo medidas ajenas a las resoluciones de la ONU y a las leyes internacionales.
Tadic rechazó el proyecto elaborado por Ban porque «parece consentir la injustificable violación de la Resolución 1244» y, además, insistió en que su país jamás reconocerá la independencia de Kosovo.
Serbia, al igual que Rusia sostienen que cualquier alteración de la UNMIK y el previsto despliegue en Kosovo de una misión europea requieren el visto bueno del Consejo de Seguridad, donde la representación diplomática de Moscú cuenta con poder de veto.
«La transferencia de responsabilidades de UNMIK a la UE es inaceptable, y tratar de hacerlo sin el consentimiento del Consejo de Seguridad es incorrecto», apuntó el embajador ruso Vitali Churkin.
Pero el titular de la ONU sostiene que en Kosovo las cosas han cambiado después de la declaración unilateral de Independencia en febrero último y la reciente entrada en vigor de una constitución aprobada por los separatistas albano-kosovares.
A su juicio, en Kosovo predomina «una nueva realidad en la cual la UNMIK ya no es capaz de actuar efectivamente como una administración interina».
Las autoridades en Belgrado rechazan esos argumentos de Ban al indicar que esa nueva realidad en Kosovo está sustentada en una proclamación de independencia y el ejercicio de una constitución que no cuentan con el visto bueno del Consejo de Seguridad.
Funcionarios diplomáticos comentan en privado que la situación de Serbia es sumamente compleja y que merece la debida atención.
El presidente Tadic declaró ante el Consejo de Seguridad que «Serbia es una democracia europea que trata de preservar su integridad y soberanía». Al respecto, el embajador ruso Churkin dijo a la prensa que Ban tiene que llegar a un consenso con Belgrado sobre cualquier cambio para que sea aceptable.
Mientras tanto, el italiano Lamberto Zannieri asumirá a partir de hoy la jefatura de la misión de la ONU en Kosovo en sustitución del alemán Joachim Rucker, con la tarea de llevar adelante los cambios previstos por el secretario general.
La independencia de Kosovo ha sido reconocida hasta ahora por 40 de los 192 Estados miembros de la ONU.