Porque luchamos por una Europa Democrática que defienda la igualdad de derechos, la libertad y la autodeterminación de los pueblos de Europa, mientras que la constitución actual niega a una gran parte de las nacionalidades y realidades socio-culturales su identidad misma y el derecho a decidir sobre las grandes cuestiones económico-sociales y jurídico-políticas que les […]
Porque luchamos por una Europa Democrática que defienda la igualdad de derechos, la libertad y la autodeterminación de los pueblos de Europa, mientras que la constitución actual niega a una gran parte de las nacionalidades y realidades socio-culturales su identidad misma y el derecho a decidir sobre las grandes cuestiones económico-sociales y jurídico-políticas que les afectan
. Porque necesitamos una Europa que defienda los derechos colectivos de todos y la biodiversidad político-cultural, mientras el nuevo mercado-imperio se asienta en los grandes Estados-Nación que reprimen su realidad multinacional, destruyen sus comunidades autóctonas y aniquilan sus culturas.
.Porque necesitamos una Europa de Paz que profundice la democracia en la resolución de los conflictos, mientras que la nueva Europa se asienta en la defensa de los grandes Estados-Nación que cierran cauces democráticos en la resolución de los problemas, impone la lógica de la guerra, ocultan la feroz opresión que viven muchas nacionalidades y disidencias políticas, y niegan la naturaleza política de sus luchas y el carácter político de sus encarcelados/as y refugiados/as.
. Porque estamos por una Europa antiimperialista y solidaria con los pueblos del mundo y no por una Europa de la dominación y explotación, que cimentada en la destrucción de una gran parte de sus comunidades propias y después de haber arrasado las tierras de África, Asia y América, une las grandes potencias imperialistas de la historia con los herederos del Tercer Reich para , en alianza-contradicción con los Estados Unidos de América, continuar sojuzgando a las sociedades del planeta..
. Porque las comunidades y pueblos de Europa necesitan un desarrollo endógeno que les permita una mayor vertebración política y territorial y un desarrollo económico, social, ecológico y cultural, más equilibrado; mientras el actual modelo europeo representa un espacio económico dominado por los centros de poder del gran capital financiero y limitado por la hegemonía de las grandes corporaciones internacionales, que nos imponen un modelo exógeno, de manera que las actividades productivas que se localizan en esa economías son en gran medida una prolongación dependiente, subordinada y radial del entramado productivo transnacional. .
.Porque de esta manera, la nueva unión europea desvertebra económica, social, política, cultural y territorialmente nuestras comunidades y nacionalidades, dejándonos a merced de los grandes estados, de los poderes económicos y de las multinacionales; y negándonos la soberanía política y los instrumentos políticos que necesitamos vitalmente para defender nuestra cohesión social, cultura e identidad.
. Porque estamos por una Europa social, política y ecológica, mientras nos presentan una Europa dominada por la lógica neoliberal que subordina estos aspectos a la lógica estrictamente económica impuesta por el mercado mundial. Se crea así una Europa de la marginación de la competencia y de la exclusión en la que no puede vivir el Estado de Bienestar. Se trata de una Europa marcada por el retroceso de los derechos laborales, la destrucción del tejido productivo de los países y regiones débiles, la insostenibilidad territorial, la pérdida de la biodiversidad, la dualidad social, la precariedad en el empleo y la degradación de los servicios y prestaciones sociales.
.Porque necesitamos una Europa más justa, equilibrada y solidaria, mientras que la nueva Europa es sobre todo un gran mercado al servicio de sus empresas multinacionales que concentra el capital, la tecnología y la actividad económica en un eje que pasa por Londres, París, Bruselas, Ámsterdam, Bonn, Munich, Lyón, Milán….. mientras consolida las diferencias de renta y riqueza entre los Estados, agudiza las diferencias regionales, exacerba las diferencias sociales , generaliza la precariedad socio-laboral de los trabajadores, campesinos y clases populares y mantiene 55 millones de personas en la pobreza.
. Porque necesitamos una Europa de la libertad, culta, solidaria, democrática y comunitaria, mientras que el actual proyecto neoliberal nos impone una lógica material donde se desarrollan los nuevos fenómenos ideológicos y culturales como el individualismo, la insolidaridad, la competencia, el corporativismo y la lógica del orden, el control y la seguridad.
.Porque necesitamos una Europa ecológica y social, gobernada por una política macroeconómica que abarque y vertebre las políticas fiscal y social, salarial y de rentas, laboral y de ordenación territorial, mientras que la actual Europa del mercado y la moneda se asienta exclusivamente en una política monetarista que prohibe aumentar el déficit público para generar gasto social y mantiene las diferencias en las actuales estructuras de costes, permitiendo al capital financiero y a las empresas multinacionales utilizar sus implantaciones productivas y deslocalizaciones para presionar hacia la flexibilización, la precarización y la regresión social
.Porque necesitamos una Europa construida a través de los derechos sociales y no esta Europa que hace imposible los derechos de huelga y sindicalización, exige unanimidad para construir una esfera social común ,se olvida de regular derchos tan fundamentales como el derecho al trabajo, a un salario digno, a la cobertura social o a la pensión y concibe lo social como un proceso subordinado, cristalizado en convergencia con el deterioro de las condiciones de trabajo y del aumento de la precarización , y destinado a paliar las consecuencias negativas de la Europa monetaria y neoliberal.
Porque necesitamos una Europa que pacte con la tierra y aplique la lógica de la solidaridad intergeneracional en la organización del territorio y en la explotación de los recursos y no esta Europa sin rumbo ni conciencia que aplica a nuestros ecosistemas un modelo de producción, energía , consumo y transporte, que sacrifica lo existente en aras del beneficio económico y la productividad.
Porque necesitamos una Europa decididamente asentada en la igualdad de la mujer y en los derechos derivados del reconocimiento de las diferentes opciones sexuales y no una Europa patriarcal asentada sobre la discriminación de la mujer, la feminización de la pobreza, la penalización del aborto y la marginación de las minorías sexuales.
Porque necesitamos vitálmente una Europa donde reine la democracia y la participación y no una Europa fundamental y estructuralmente antidemocrática, donde el único organismo elegido, el parlamento europeo, tiene una capacidad decisoria mínima, mientras dos instituciones conformados por los representantes de los gobiernos de los estados miembros, el Consejo de Ministros y la Comisión Europea, acaparan las competencias decisionales que orientan las políticas comunitarias; donde el principio democrático de la subsidiariedad se limita a regular el reparto de competencias entre la Comunidad Europea y los estados miembros, y donde en coherencia con el proceso , los pueblos y Naciones sin Estado, no tienen ningún tipo de reconocimiento, ni participación en el proceso Eurocomunitario
Porque necesitamos la elaboración de un catálogo de derechos civiles, económicos, sociales, políticos y culturales aplicables a todos/as los residentes en Europa y no una carta de derechos fundamentales que se olvida de derechos sociales básicos, del derecho a la nacionalidad, de los derechos lingüísticos y culturales y se aplica exclusivamente a los/las nacionales de los Estados miembros.
Porque necesitamos una Europa abierta, sensible a las grandes exclusiones, solidaria con el Sur, que avance en la creación de la ciudadanía universal y no una Europa fortaleza asentada en el control y restricción de derecho a los inmigrantes extracomunitarios.
Porque necesitamos una Europa de libertad y paz sensible a los problemas y que profundice en las lógicas democráticas en la solución de los conflictos y no disfraces democráticos para una Europa fascista asentada en la defensa de los intereses occidentales, interviniendo en los asuntos internos de los países pobres, que cierra cauces democráticos en su terapia frente a los conflictos, que elimina el derecho de asilo, que silencia la práctica de la tortura, y que fortalece la lógica policial y militar contra la disidencia interior y sus propios pueblos. .
.Porque necesitamos en definitiva una Europa de los Pueblos vestida con el arco iris de la diversidad; donde brille el color rojo de la igualdad, el color verde de la ecología y el morado de la feminidad. Mientras nos presentan esta otra Europa que tras la capa purpúrea de prosperidad, democracia y paz silencia con contundencia a la Europa de la exclusión, a la de las masas explotadas, a la de las mujeres discriminadas, a la de la tierra esquilmada y a la de los pueblos sin libertad.