Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Inspirados en las protestas en contra del gobierno apoyadas por Estados Unidos en Venezuela, la oligarquía de El Salvador se prepara para seguir la misma estrategia.
Si los resultados electorales no le benefician, la oposición venezolana respaldada por Estados Unidos casi siempre se niega a reconocer el resultado de las elecciones justas en Venezuela. Este es ahora también el caso en El Salvador. El partido de extrema derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) de la oligarquía que dirige el país está utilizando la misma estrategia que los oligarcas venezolanos. Los dirigentes de ARENA se han negado a reconocer que perdieron las elecciones presidenciales de 2014 y que ganó el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
ARENA acusó al FMLN de fraude antes de que se terminara de contabilizar todos votos y afirmó que las elecciones eran fraudulentas. El candidato presidencial de ARENA, Norman Noel Quijano González, prometió que ARENA no permitiría «que se nos robe esta victoria como en Venezuela» a los oponentes de los chavistas. Haciéndose eco del líder de la oposición venezolano Henrique Capriles y su llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ARENA ha afirmado estar «preparado para una guerra».
Muchas personas temieron por un momento que El Salvador, un país profundamente polarizado, volviera a una situación de guerra civil. ARENA estaba urgiendo al ejército salvadoreño a derrocar al gobierno de San Salvador y permitir a su candidato tomar la presidencia.
Finalmente ARENA se vio obligado a reconocer su derrota y al vicepresidente Salvador Sánchez Cerén y a Oscar Ortíz respectivamente como presidente electo y vicepresidente electo.