Serbia formalizó en Estocolmo su solicitud de adhesión a la Unión Europea. El presidente serbio, Boris Tadic, entregó el documento al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, en presencia del comisario de Ampliación, Olli Rehn. «Este paso histórico nos recuerda el éxito del atractivo de la UE», subrayó Reinfeldt. Tadic, por su parte, prometió que hará todo lo posible para arrestar a Ratko Mladic y Goran Hadzic.
Serbia presentó ayer oficialmente su candidatura de adhesión a la Unión Europea (UE) en una ceremonia celebrada en Estocolmo. El presidente Boris Tadic entregó el documento al primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt, que ostenta la presidencia de la UE. En el acto también estuvo presente el comisario de Ampliación, Olli Rehn.
La solicitud incide en que la candidatura «refleja el consenso de la sociedad serbia respecto a la orientación europea. Consideramos que tras casi un decenio de preparativos, es posible iniciar una nueva fase».
Reinfeldt calificó de «histórico» el paso dado por Serbia, que espera obtener el estatus de candidato para finales de 2010. Tadic remarcó que «más importante que el estatus formal es efectuar reformas, atraer nuevas inversiones y crear nuevos puestos de trabajo».
Para el mandatario sueco, la decisión de Serbia «es una muestra de la firme determinación del Gobierno y del apoyo del pueblo de ir hacia la UE».
«La decisión de Serbia también nos recuerda el éxito del atractivo de la UE mientras proseguimos el proceso de ampliación. Nos recuerda uno de los pilares fundamentales de la creación de la UE, que es la unión de Europa y el acercamiento de sus ciudadanos», manifestó.
Aseguró que la petición de Serbia es importante, no sólo para este país sino para el desarrollo de los Balcanes. No obstante, advirtió que «la vía hacia el ingreso es larga y muy exigente y que serán necesarias grandes reformas».
Tadic recogió el guante prometiendo que hará todo lo posible por capturar a Ratko Mladic y Goran Hadzic, acusados de crímenes de guerra. Esa es una de las principales exigencias de Bruselas para avalar el ingreso del país en los Veintisiete. «Si los dos prófugos aún pendientes están en territorio serbio, estad convencidos de que serán capturados», afirmó.
Respecto a Kosovo, reiteró que nunca reconocerá su independencia y que seguirá defendiendo la integridad territorial de Serbia. Dijo que espera que el recién iniciado debate sobre la legalidad de la independencia en la Corte Internacional de Justicia abra nuevas negociaciones sobre el estatuto de este territorio. «Esta es una Serbia diferente a la de los años noventa, una Serbia que defiende sus intereses nacionales legítimos con medios diplomáticos y legales», añadió. Se mostró convencido de que Kosovo no será el obstáculo para la adhesión a la UE.
Por su parte, Rehn celebró la candidatura serbia como «la corona de la presidencia sueca».
«Serbia ha pasado un largo camino en los últimos diez años para llegar del pasado nacionalista hasta el futuro europeo», manifestó en alusión al ex líder serbio Slobodan Milosevic.
Holanda retiró su veto al acuerdo comercial interino de la UE con Serbia debido a la mayor cooperación de Belgrado con el TPIY en la búsqueda de Ratko Mladic. Además, la semana pasada, la UE abolió el visado para los ciudadanos serbios.
Ni Reinfeldt ni el comisario Rehn se han atrevido a dar una fecha para la adhesión, sin embargo Tadic ha afirmado que Belgrado se ha «propuesto como meta» ingresar en la UE en 2014, un objetivo que él mismo ha reconocido que «no será fácil».
Al presentar su candidatura para negociar la adhesión a la UE, Serbia ha encarrilado definitivamente su complicado trayecto hacia la Unión Europea. El momento de la solicitud no fue elegido de forma casual, ya que la UE acaba de abolir los visados de entrada para ciudadanos serbios, lo que causó cierta euforia en el país.
«La candidatura es un acto simbólico, pero es sólo el comienzo de un largo y difícil proceso», dijo en declaraciones a Efe Vedran Dzihic, politólogo de la Universidad de Viena y autor de varios libros sobre los Balcanes. En todo caso, «para poder llegar a la UE, Serbia deberá superar dos grandes retos: entregar a Mladic y solucionar el contencioso de Kosovo. Con la postura rígida actual, no podrá haber nunca una adhesión comunitaria, ni para Serbia ni para Kosovo», manifestó.
Serbia emprendió su proceso de acercamiento a la UE en otoño de 2000, tras el derrocamiento de Slobodan Milosevic. La llegada al Gobierno de Zoran Djindjic en enero de 2001 fue un primer impulso. Pero su muerte en marzo de 2003 supuso un casi letal revés. Djindjic fue sucedido por Vojislva Kostunica, que durante años frenó el paso de Serbia hacia la UE.
Coincidiendo con la independencia de Kosovo, vivió en una fuerte crisis política y dos ciclos electorales. Bajo la presidencia de Boris Tadic y el Gobierno del primer ministro Mirko Cvetkovic, Belgrado ha emprendido algunas reformas políticas y económicas. Aún tendrá que hacer muchos cambios en el ámbito económico, judicial y administrativo, luchar contra la corrupción y cumplir una larga serie de condiciones técnicas y políticas antes de entrar en la UE.