Ian Camilo Cintrón-Moya (Puerto Rico, 1985) ha sido un destacado historiador, educador y líder estudiantil. Ha estudiado y laborado en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. También, ha militado en el Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores, y en su brazo estudiantil, la Unión de Juventudes Socialistas. Combina su accionar sociopolítico con el deporte, en especial el baloncesto para niños y jóvenes. Cintrón-Moya ha contestado todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas en Puerto Rico y Estados Unidos? ¿Por qué?
– Ian Camilo Cintrón-Moya (ICCM, en adelante) – A través de los años desde los movimientos independentistas y de liberación hemos exigido el fin del colonialismo en Puerto Rico. Así que estos momentos no puede ser la excepción. De hecho, ahora más que nunca es que debemos articular un proceso que nos encamine hacia la soberanía e independencia del país porque uno de los pilares sobre los que se ha mantenido el colonialismo en las últimas décadas está seriamente amenazado, los fondos federales. Actualmente, el gobierno republicano de ultraderecha de Donald Trump y su camarilla de multibillonarios, expresan y apuntan abiertamente hacia la eliminación de muchos de los programas de beneficencia social y económica de la cual amplios sectores de la sociedad estadounidense y puertorriqueña dependen para su sustento. Todo esto para favorecer a los sectores más pudientes y privilegiados que no se conforman con pertenecer al 1% más rico del mundo entero. Si se materializan muchas de las políticas que Trump está impulsando esto representaría un duro golpe para las vidas de miles de familias de limitados recursos económicos. Por tanto, tenemos que ir preparándonos para un escenario de esta naturaleza y exigir el fin del colonialismo.
Para reponer en algo los daños que el colonialismo de los Estados Unidos ha provocado sobre el pueblo puertorriqueño a través de más de un siglo de usurpación de nuestra soberanía nacional, de la explotación de nuestros recursos naturales, de los daños a los terrenos de nuestras islas municipios por los bombardeos de parte de la Marina de guerra, por los abusos cometidos contra miles de mujeres puertorriqueñas que fueron utilizadas para experimentar con las píldoras anticonceptivas, y un sin número de otros atropellos cometidos contra nuestra población, el gobierno estadounidense está obligado a responder económica y políticamente por todos estos daños cometidos.
– WRS – ¿Qué relación si alguna vez entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?
– ICCM – La migración puertorriqueña hacia los Estados Unidos ha estado presente desde principios de la invasión de las tropas de los Estados Unidos a nuestro archipiélago borincano. Miles de puertorriqueños han sido expulsados de Puerto Rico por las condiciones económicas prevalecientes en nuestro país desde hace mucho tiempo. Este proceso adquiere mayor auge a mediados del siglo pasado cuando el gobierno de Luis Muñoz Marín y el Partido Popular Democrático (PPD) acuñaron como parte de su proyecto de industrialización y modernización de Puerto Rico la promoción de la migración de miles de puertorriqueños, sobre todo hacia la ciudad de Nueva York. Cuando en este periodo se promovía y fomentaba la migración lo hacían en gran medida por la incapacidad del modelo colonial de desarrollo económico dependiente de suplir la demanda laboral y proveerle unas condiciones de vida dignas a las grandes mayorías de la población. Así que desde ese periodo en adelante la migración ha venido a complementar los distintos modelos capitalistas-coloniales impuestos en la Isla. Podríamos decir que en el transcurso de los años del colonialismo estadounidense han sido expulsados de Puerto Rico miles de familias, particularmente familias trabajadoras, para facilitarle a las grandes corporaciones establecer sus capitales con múltiples beneficios contributivos y con una fuerza laboral susceptible a niveles de explotación económica mucho mayores cuando se compara con el costo de estas en otras jurisdicciones de los Estados Unidos. En fin, la migración se ha utilizado como válvula de escape para contener posibles explosiones sociales en la Isla. Ha sido fomentado directa e indirectamente como una medida para atenuar las deficiencias que el modelo colonial capitalista en la dependencia ha generado en el país.
– WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?
– ICCM – Los sectores académicos, o intelectuales en general, deben jugar un rol importante en facilitar el análisis y la comprensión de la realidad social puertorriqueña enmarcada en sus relaciones con las dinámicas internacionales. Podrían auxiliar en llevar a cabo las investigaciones necesarias para profundizar en el análisis de un posible proceso de transición hacia la independencia y de los múltiples escenarios en los que Puerto Rico podría encontrarse. Además, tendrían un papel crucial en articular las propuestas sobre cómo debería conducirse un Puerto Rico independiente que logre superar y mejorar las condiciones de vida de las mayorías de las personas que viven en el archipiélago. Porque a fin de cuentas la obtención de la soberanía nacional debe ser un instrumento para que los sectores mayoritarios desposeídos en Puerto Rico mejoren sus condiciones de vida y sean quienes en realidad puedan tomar las decisiones fundamentales sobre el destino de esta nación.
– WRS – ¿Cómo el Comisionado Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?
– ICCM – Lo primero es que haría falta un comisionado residente de Puerto Rico que entienda que los problemas económicos-sociales aquí son producto principalmente de los intereses que las grandes corporaciones estadounidenses han creado y del modelo dependiente que han creado. Las ganancias que estas empresas extraen anualmente de Puerto Rico se calculan en sobre $30 billones anuales. Así que haría falta un Comisionado que reconozca esta realidad para que su óptica y compromiso político sea denunciar las condiciones de explotación económica de las que estas corporaciones han gozado, y que dirija sus esfuerzos a exigirle a los congresistas como la solución para empezar a encaminar y superar los problemas económicos-sociales aquí, la asignación a Puerto Rico de los recursos necesarios para que pueda reconstruir su infraestructura.
Lo mismo aplica a los congresistas de origen puertorriqueño. Entiendo que ellos tienen una doble función. Por un lado, deben servir de voceros para denunciar los atropellos que el régimen colonial ha cometido y comete en Puerto Rico, y velar por los intereses y las necesidades del pueblo puertorriqueño. Por otro lado, deben destacarse en las luchas sociales que se llevan a cabo en el seno de la sociedad estadounidense. Deben estar de parte de la clase trabajadora y sectores oprimidos en general impulsando las transformaciones sociales y económicas que hacen falta en los Estados Unidos. En la medida que las luchas sociales avancen en los Estados Unidos contribuirán grandemente a superar los escollos que el sistema capitalista imperial provoca y los efectos que ejerce sobre sus posesiones coloniales.
– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?
– ICCM – Los movimientos estadistas (anexionistas) han sido incapaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos porque esa nunca ha sido su intención ni propósito. El movimiento estadista ha sido históricamente una expresión política de ciertos sectores de la burguesía criolla que ante su incapacidad de articular un proyecto de desarrollo económico y social propio se han conformado con ser apéndices y beneficiarios de los intereses corporativos estadounidenses en Puerto Rico. Aspirando no mucho más que a seguir acomodándose en ese andamiaje socioeconómico y gozar de las regalías que les puedan extender. Este sector ha tendido a recurrir a un movimiento populista para lograr ganar a su haber a las mayorías trabajadores y empobrecidas, haciéndoles creer que el verdadero progreso se logrará con la incorporación de Puerto Rico como un estado de la unión norteamericana. Como parte de este populismo impulsado con la “Estadidad es para los pobres” de Luis A. Ferré (primer gobernador anexionista), con la “Estadidad Jíbara” de Carlos Romero Barceló y luego con la articulación del reclamo de la estadidad como un asunto de derechos civiles enarbolado por los Rossellós, el acervo nacionalista nunca se ha puesto en entredicho y se ha incorporado a su proyecto. Logrando con esta prédica apelar a un sin fin de puertorriqueños y puertorriqueñas. Por eso el movimiento estadista más que confrontar al gobierno de los Estados Unidos lo que ha hecho ha sido cargarle las maletas a los intereses estadounidense en Puerto Rico al igual que lo ha hecho el PPD con su concepción de unión permanente con los Estados Unidos, recurriendo a venderles cuentos de camino y puro ilusionismo a la mayoría del pueblo puertorriqueño. Porque si fueran honestos con la gente y le dijeran lo que realmente el gobierno estadounidense piensa sobre los puertorriqueños y la estadidad no tendrían el apoyo de una sola persona.
– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?
– ICCM – Quienes han ocupado la presidencia de los Estados Unidos por los pasados años no han hecho más que afianzar el colonialismo en Puerto Rico. Siendo su máxima expresión la aprobación de la Ley Puerto PROMESA, que le impone a Puerto Rico una Junta de Control Fiscal con amplios poderes sobre los recursos económicos y el presupuesto del gobierno. Esta ley fue aprobada durante la presidencia de Barak Obama y continuada bajo las presidencias de Donald Trump y Joe Biden. A casi diez años de haberse aprobado esta ley y de la imposición de la Junta, no se ha hecho más que revelar las verdaderas intenciones de este cuerpo antidemocrático que persigue garantizar a los acreedores de la deuda del país la mayor cantidad posible de dinero y de introducir políticas fiscales que pretenden favorecer a los dueños del capital en detrimento de las condiciones de vida del pueblo pobre y trabajador. Así que lejos de mitigar la crisis económica y social de Puerto Rico los gobiernos estadounidenses lo que han hecho ha sido afianzarla.
– WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?
– ICCM – Para romper verdaderamente con el colonialismo es necesario que amplios sectores de la población acojan como suya la idea de la necesidad de la independencia como primer paso para un proceso de descolonización. Para que esa idea sea acogida por la mayoría de la gente la independencia debería concebirse junto a un modelo de poder político democrático y de redistribución de las riquezas. Nosotros identificamos este modelo bajo un socialismo verdaderamente democrático. Hasta que un sector considerable del pueblo puertorriqueño no abrace la independencia como la verdadera salida a muchos de los problemas económicos y sociales que nos aquejan no podremos hablar del fin del colonialismo estadounidense. Al momento, la mayoría de la población no ve un problema mayor el que mantengamos una relación política directa con los Estados Unidos ya sea a través del modelo actual de Estado Libre Asociado (ELA) con ciertas modificaciones o como un estado más de la unión norteamericana. Esta concepción está muy enraizada en la psiquis colectiva por todos los años de colonialismo y por las bases materiales que han sustentado este tipo de modelo colonial un poco distinto a otras experiencias coloniales en el mundo. Es decir, por la dependencia económica que el colonialismo ha provocado en muchas personas. Por tanto, como se señaló anteriormente, la reparación de los Estados Unidos hacia el pueblo puertorriqueño por tantas décadas de colonialismo no debe estar ni en duda.
– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?
– ICCM – Cuánto el gobierno de los Estados Unidos le debe pagar al pueblo puertorriqueño por todos los años de colonialismo y explotación económica es una cifra difícil de cuantificar porque hay experiencias que simplemente no se pueden reponer con dinero como lo son las pérdidas de vidas humanas, la represión, la contaminación permanente de los recursos naturales, entre otras atrocidades. Ahora bien, al momento de establecer un monto por los daños y reparaciones, porque definitivamente Estados Unidos tiene que responder por sus atropellos, prefiero dejarlo a los especialistas en economía a que lo establezcan. Sin embargo, lo que no se puede dejar pasar por alto es que como parte de esas reparaciones debe estar la condonación de la deuda pública de Puerto Rico. No se puede considerar un proceso de transición y de pago por reparaciones del colonialismo sin que la traba de la deuda no se elimine. Las emisiones de deuda en Puerto Rico se han usado principalmente para financiar el funcionamiento del modelo colonial capitalista que nos han impuesto. Como este modelo se ha basado en crearles un paraíso fiscal a grandes corporaciones a las cuales se les han extendido grandes beneficios para extraer jugosas ganancias, el país colonizador tiene que asumir responsabilidad por esta deuda.
– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?
– ICCM –Todos los puertorriqueños deben tener derecho a regresar a su patria. Para que eso sea posible es necesario garantizarles unas condiciones de vida dignas que les permitan restablecerse en el país. Parte de las conversaciones que se tendrán que dar en un proceso de transición hacia la independencia serán cómo recompensar a muchas de las personas que tuvieron que abandonar Puerto Rico ante la incapacidad gubernamental para ofrecerles oportunidades viables para ellos y sus familias. Estas personas deben obtener algún tipo de beneficio que les haga atractivo volver al terruño del cual una vez tuvieron que partir.
– WRS – Recientemente ha estado moviéndose un proyecto de Orden Ejecutiva para el reconocimiento de la soberanía de Puerto Rico por parte del Presidente de los Estados Unidos. ¿Qué le falta a ese proyecto de Orden Ejecutiva? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de Orden Ejecutiva? ¿Por qué los Estados Unidos merecen algo mejor? ¿Por qué Puerto Rico merece algo mejor?
– ICCM – Creo que el enfoque principal del independentismo y las izquierdas debe estar dirigido a que cada vez más puertorriqueños y puertorriqueñas se convenzan de la necesidad de la independencia como proyecto político, social y económico. Aunque no dudo que el grupo de personas que elaboró la propuesta de Orden Ejecutiva lo hizo con las mejores intenciones para adelantar la causa independentista, no creo que esa sea la prioridad para el trabajo político que el movimiento independentista debe realizar.
Ahora bien, si algo hay que reconocerle a esta propuesta es que ha puesto por unas semanas el tema de la relación colonial entre Puerto Rico y los Estados Unidos en la opinión pública. El detalle está en que difícilmente un gobierno con ínfulas imperialistas como el de Donald Trump vaya a querer soltar a la colonia que tantos beneficios le ha traído desde principios del pasado siglo hasta el presente. Además, si los Estados Unidos decidiera terminar su relación colonial con Puerto Rico y la mayoría de la población puertorriqueña continuara aspirando a ser parte integral de los Estados Unidos no se habría terminado con el colonialismo que tanto nos arropa. Por tanto, hay que continuar impulsando el trabajo difícil y retante de seguir persuadiendo a más personas de la necesidad de la independencia y el socialismo democrático como las verdaderas alternativas a la vorágine que el imperialismo capitalista estadounidense provoca en Puerto Rico.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
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