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Slavoj Zizek: «Los Balcanes son como el «subconsciente» de Europa»

Fuentes: Euronews

Sociólogo, filósofo, filólogo y psicoanalista… Slavoj Zizek es uno de los principales intelectuales contemporáneos de Europa. Nacido en Eslovenia, ha escrito tanto sobre Lenin como sobre el ciberespacio, el posmodernismo, el post-marxismo y Alfred Hitchcock. Este inconformista ha charlado con euronews en el festival de cine de Sarajevo. Una cita que trata de reconstruir la […]

Sociólogo, filósofo, filólogo y psicoanalista… Slavoj Zizek es uno de los principales intelectuales contemporáneos de Europa. Nacido en Eslovenia, ha escrito tanto sobre Lenin como sobre el ciberespacio, el posmodernismo, el post-marxismo y Alfred Hitchcock. Este inconformista ha charlado con euronews en el festival de cine de Sarajevo. Una cita que trata de reconstruir la auto-conciencia de la capital bosnia que estuvo asediada durante 4 años por iniciativa del líder serbobosnio Radovan Karadzic.

euronews: Bienvenido, señor Zizek. Como una de las personalidades invitadas a este festival, cuál es, en su opinión, el papel del cine en la sociedad actual?

Zizek: Yo sigo siendo un marxista «a la antigua». Así que para mí, el cine es un campo de lucha ideológica. La lucha continúa, y esto se ve claramente tras esa horrible guerra en los Balcanes. Aquí se han producido algunas películas que son auténticas, pero desgraciadamente, los mayores éxitos no lo son. Me refiero, por ejemplo, a «Underground», de Emir Kusturica. Este filme es casi una falsificación trágica, yo no diría confusa… Porque, ¿qué imagen transmite de la ex-Yugoslavia? Una parte del mundo donde la gente practica el sexo, bebe y lucha a la vez. Asienta un mito, que es lo que a Occidente le gusta ver en los Balcanes: un mito que se mantiene desde hace mucho tiempo.

euronews: ¿Y cómo explica este fenómeno?

Zizek: Uno puede decir, irónicamente, que los Balcanes son «el subconsciente» de Europa. Europa pone y proyecta sus secretos oscuros, sus obscenidades y demás, en los Balcanes. He aquí por qué mi interpretación de lo que está pasando allí no es, como se suele escuchar, que la gente está atrapada en sus viejos sueños, y no pueden afrontar la realidad cotidiana post-moderna. Yo diría que están atrapados en sueños, sí, pero NO en sus propios sueños. El filósofo francés Gilles Deleuze decía una cosa genial: si te quedas atrapado en el sueño de otro, lo tienes muy negro. Estás fastidiado, por no decir otra cosa. Acabado. El cine debe precisamente mostrar que el folclore excéntrico aparece en algunos lugares… y todos formamos parte del mundo globalizado.

euronews: Sarajevo es, además, un símbolo del multiculturalismo. Pero usted tiene su propia opinión sobre la tolerancia multicultural, ¿verdad?

Zizek: Pienso que hemos tenido ya bastante de esta ideología multicultural, que para mí, a menudo, es como racismo a la inversa. Por ejemplo, cuando la gente viene aquí. Los típicos multiculturalistas dirían «Oh, quiero entender en qué eres diferente». No se plantean que no es que aquí la gente sea diferente. Simplemente, han vivido cosas distintas. Y en Occidente, para sentirnos bien dentro de nuestra satisfacción por no haber sufrido la guerra, los consideramos diferentes. Nos empeñamos en entendernos. Y el mundo es demasiado complejo para entenderlo, hay que escapar de este chantaje liberal. Yo odio a la gente… no me interesa entenderles. Lo que quiero es un código de comportamiento, para que incluso si yo no te entiendo, y tú no me entiendes en absoluto, podamos convivir.

euronews: ¿Por qué puede uno percibir aquí, en Sarajevo, una cierta decepción tras el arresto de Radovan Karadzic?

Zizek: La verdadera tragedia, como afirmó algún político bosnio inteligente, es que Karadzic tuvo éxito,en lo esencial. Su plan básico era que una gran parte de Bosnia se quedase étnicamente limpia para los serbios. Y eso es lo que ocurrió: La República Serbia de Bosnia es más de la mitad del territorio, y menos de un 10 por ciento de su población es «no serbia», que era justamente el plan de Karadzic. Es irónico: «el César muere, el César vence». Y también una hipocresía: condenas a la persona… pero su proyecto tiene éxito.