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Sobre las dudosas intenciones de Chávez

Fuentes: Rebelión

Recientemente en artículo publicado en Rebelión sobre el encuentro del Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías con el Presidente de Colombia y el usurpador del poder en Honduras Porfirio Lobo titulado «Una reunión dudosa entre Chávez, Lobo y Santos» (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126955), se vierten algunas consideraciones sobre las intenciones del líder bolivariano para realizar dicho encuentro. Aunque […]


Recientemente en artículo publicado en Rebelión sobre el encuentro del Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías con el Presidente de Colombia y el usurpador del poder en Honduras Porfirio Lobo titulado «Una reunión dudosa entre Chávez, Lobo y Santos» (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126955), se vierten algunas consideraciones sobre las intenciones del líder bolivariano para realizar dicho encuentro. Aunque el tema puede ser polémico y caer en el campo de la especulación, quisiera dar mis consideraciones sin menoscabo al punto de vista del autor.

Ante todo pienso que es necesario entender que Chávez no fue al encuentro con Lobo, fue a un encuentro con el Presidente de Colombia Santos, que representa un paso estratégico en el afán del Presidente Bolivariano de disminuir las tensiones entre Colombia y Venezuela y así quitarle a los EE.UU la plataforma del pretexto de un enfrentamiento con Venezuela en aras de la defensa de su socio colombiano. Para Venezuela y América Latina esto es una tarea de primer orden, ya que evitaría una confrontación que involucraría invariablemente a todos los países que tienen gobiernos progresistas en la región.

En el artículo se cuestiona desde el principio las razones de Chávez para el encuentro y se pretende hacer ver que con toda intencionalidad fue al encuentro de Lobo con la intención de «legitimarlo». Pienso ante todo que la conducta de Chávez ha sido diáfana y pretender confundirla con un paso «oportunista» o «irresponsable» no es consistente con el proceder del Presidente bolivariano. El propio articulista reconoce que el encuentro debió realizarse al final de la gira latinoamericana de Chávez y que una «supuesta» avería la postergo. No creo en la avería y si en la actitud de Chávez de ir a un encuentro evidentemente tramposo. Los que conocemos un poquito al Presidente venezolano sabemos que él no tiene miedos a los enfrentamientos y mucho menos si este es contra un enemigo político. Ha dado incontables pruebas de su actitud y valentía.

Si Chávez fue posteriormente al encuentro con Santos, a sabiendas de que podría estar Lobo, es porque algún objetivo perseguía. Estoy absolutamente seguro que obtuvo el consentimiento de las fuerzas sociales de Honduras y el del depuesto Presidente Zelaya. Como se reconoce en el artículo Zelaya estuvo en Caracas el día anterior al encuentro y participo en cierto modo en este, planteando las exigencias que debería cumplir Lobo para un dialogo.

Cabría preguntarse ¿Y para que necesitaba Chávez dialogar con un usurpador?

Primero que todo pienso que no es Chávez el que quiere dialogar con Lobo, sino Lobo el que quiere dialogar con Chávez. El «Gobierno» Hondureño está en una posición difícil, por un lado los movimientos sociales se han estructurado en el país como nunca antes, lo que ha obligado al régimen a utilizar la violencia y como todos sabemos, cometer múltiples violaciones de los derechos humanos. Incluso sus aliados estadounidenses que tienen intereses en el país ya que este ocupa una posición privilegiada para la expansión y control del Comando Sur en la región con las bases militares en territorio hondureño, se ven limitados para defender al régimen hondureño que ha convertido al país en un verdadero baño de sangre y terror. Por otro lado la presión internacional sobre los usurpadores es grande y Lobo sabe que los países del Alba y otros gobiernos progresistas no van a permitir que se «legitime» el régimen de facto, sin consentimiento de los grupos sociales y el ex Presidente Zelaya.

Posteriormente se pretende señalar que la expresión de Chávez: «nos da mucho gusto ser útiles en este proceso de armonización», ha dejado muda a la izquierda latinoamericana. En realidad no sé porque, si Lobo quiere hablar con Chávez y este consensua sus criterios con los movimientos sociales en Honduras y con Zelaya, ¿Por qué no ir al encuentro? ¿A qué tiene que temer Chávez? ¿No es esta una oportunidad para decirle o reiterarle a Lobo que su régimen no será homologado y que lo único que puede hacer es aceptar las exigencias del pueblo hondureño? Si alguien en la izquierda le surgen dudas o confusiones, no es porque Chávez haya conversado con Lobo, esto no legitima nada, solo demuestra la estatura como estadista del líder venezolano y su capacidad de concertación.

Posteriormente el articulista hace un recuento de la supuesta situación de los movimientos sociales en Honduras y prácticamente los conmina a claudicar y convertirse en parte del circo político que los golpistas mantienen en el país para al final tener alguna posibilidad de «ganar» las elecciones. O sea, si entiendo bien negociar sobre la base de principios con el presidente Lobo «confunde» a las fuerzas de izquierda y claudicar ante los golpistas aceptando su corrupto sistema eleccionario y «un posible retorno de Zelaya, la disminución de la represión del gobierno para reinsertarse en la OEA, y la construcción de un programa político del FNRP«, son ideas salvadoras. En realidad quien me parece pretende confundir a los izquierdistas es el autor del trabajo.

Si entiendo correctamente, la solución del problema hondureño pasa porque el FNRP se convierta en un partido político en un país donde la maquinaria eleccionaria esta corrupta hasta la medula, presionar internacionalmente para que acepte las justas reivindicaciones de los hondureños «confunde» a las fuerzas de izquierda y es casi una traición del Presidente Chávez, el retorno de Zelaya sin condiciones previas «ayudará» a que el pueblo tome el poder, la disminución de la represión del gobierno permitirá que se reinserte en la OEA, (se supone que no haya muchos muerto y desaparecidos, sino un poquito menos para hacer potable el régimen de facto) y por último la construcción de un programa político del FNRP le permitirá obtener los votos necesarios para desalojar a los golpistas.

O el articulista es demasiado ingenuo o el que nos pretende confundir es el.

La batalla por las reivindicaciones justas de los hondureños es compleja y ardua, debemos recordar siempre que detrás de todo este entramado están los EE.UU que en su nueva estrategia militar dirigida por su Comando Sur pretende expandirse por toda América Latina para contrarrestar el nacimiento de nuevas democracias participativas y tratar de destruir las existentes. El aumento de la presencia militar en Colombia, la reinstalación de las bases en Panamá, el fortalecimiento y ampliación de las bases en Honduras y la enmascarada presencia militar en Costa Rica, demuestran las verdaderas intenciones de EE.UU en la región. No nos llamemos a engaño el régimen hondureño no actúa por cuenta propia, su agenda se aprueba en Washington, por lo que Chávez sabe que no está pulsando con Lobo, sino con los intereses del imperio.

Pienso y no son mentiras mías, que el enfoque de este artículo es el que pretende generar confusión entre las izquierdas. Desde el sugestivo título hasta las incontables interrogantes que pretenden cuestionar la legitimidad de las intenciones de Chávez, se intenta poner en tela de juicio su gestión, pero ante todo su fidelidad.

No quisiera concluir sin dar mi opinión a la última «duda» que tiene el autor del material: ¿el avión de Chávez tuvo una avería en Bolivia siendo la causa de la postergación de la reunión con Santos o fue una excusa a los medios para preparar la mediación entre Lobo y Zelaya?

El avión de Chávez no está averiado ni pierde el rumbo, su transparencia le permite utilizar la estrategia adecuada en el momento adecuado. No necesita de excusas, en el ajedrez de la política no siempre la movida es para donde el contrincante quiere, yo diría que debe ser para donde el contrincante no espera. ¿Nos hemos puesto a pensar si el objetivo era precisamente obtener una negativa de Chávez para presentarlo como intolerante y falto de capacidad para negociar los problemas internacionales que nos aquejan?

Aquí todo vale y parafraseando al autor, Chávez tuvo una reunión Ruidosa con Santos y Lobo. ¿No serán ellos los confundidos?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.