Una cosa es el soborno de 3.5 millones de dólares de que habla The Wall Street Journal y otra la sobrevaluación en la compra de los aviones Súper-Tucanos, que asciende a 87 millones de dólares. En esa estafa no solo están involucrados como dice el Wall Street altos oficiales de aquí y de Brasil y […]
Una cosa es el soborno de 3.5 millones de dólares de que habla The Wall Street Journal y otra la sobrevaluación en la compra de los aviones Súper-Tucanos, que asciende a 87 millones de dólares.
En esa estafa no solo están involucrados como dice el Wall Street altos oficiales de aquí y de Brasil y el coronel Piccini que recibió el soborno junto a un Senador anónimo, sino además, muy especialmente, el expresidentes Leonel Fernández.
Se maneja así, con ese perfil atenuado, desde EU y por la Procuraduría Fiscal (que admite estar en la «investigación internacional»), porque al parecer solo quieren darle un uso para joder a algunos subalternos de Leonel y picarle cerca a éste; esto es, solo para presionarlo a recular con la postulación, para seguir «marcándolo», pegándolo «tuche» a la pared; procurando que desista de la candidatura leonina y le abra el paso aDanilo.
Hay señales de que los gringos, quienes querían que ese tipo de aviones se lo compraran a sus corporaciones y les interesa ahora joder a Brasil, podrían además estarse inclinando en esa dirección favorable a Danilo, por lo conflictivo, turbulento e inestable que pudiera ser una vuelta de Leonel a la presidencia; desvencijado como está el partidismo tradicional en el contexto del uni-partidismo estatal peledeísta y remoto un relevo opositor.
El plan destructivo mega-minero entra en esos cálculos e involucra al Palacio Nacional, a la Casa Blanca y a Wall Street. Con ese plan el presidente Danilo Medina está muy comprometido.
Otros casos, específicamente narco-casos, relacionados con los capos Quirino, Nelson Solano (el «Zar de la Heroína»), Figueroa Agosto…eventualmente podrían ser usados también con esos fines, dada las conexiones detectadas con altos militares y altos funcionarios de Leonel guardadas en bóvedas judiciales estadounidenses.
Unos y otros sirven para inhabilitarlo o para colocarlo como Balaguer situó a Jorge Blanco.
La disputa interna morada está que arde.
Observen al presidente de la junta electoral, Roberto Rosario, hombre de Leonel, confrontando con el Palacio; y a Danilo visitando el Tribunal Constitucional/TC durante dos horas, y no para hablar tetas de yegua.
Observen el movimiento danilista lo que el pueblo decida, inaugurado frente al Congreso Nacional y de cara a la reforma constitucional pro/reelección.
Danilo, sin máscara post veto a Miranda, con los corruptos Boció al lado y la multi/crisis económica-política y social en expansión, está más obligado que antes a serrucharle el palo a Leonel para poder re/postularse, aun pareciéndose cada vez más a él y -sobretodo- a Balaguer, especialmente en lo taimado.
Eso es lo que pasa dentro de un sistema en crisis. Falta lo que se está gestando fuera de él, lo que ya perturba a algunos de sus ideólogos y de sus plumíferos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.