
Los análisis de coyuntura política deben tener ingredientes de economía política, caso contrario se corre el riesgo que los problemas analizados y soluciones propuestas no sean efectivas y más bien profundicen el conflicto al generar mayor inestabilidad y desinformación en la población, acompañado de violencia e incluso violaciones sistemáticas de derechos humanos.[1] No cabe duda que hay dedicatoria y beneficiarios de estos análisis, que no dudan en presentarlos como válidos dotados de alta cientificidad que no la tienen.