Finalmente solo se trataba de recortarse las barbas, ponerse un traje y ajustarse el nudo al cuello, de la corbata se entiende, para que todo fluyera con armonía, para que los terroristas que desde 2011 asolaron Siria sean recibidos en los puntillosos salones de Occidente como verdaderos lacayos. (Ver: Siria, la nación amancebada).