El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró que la “desconfianza” y las sanciones no pueden guiar el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), y lamentó las exigencias ambientales de los europeos, tras reunirse en Brasilia con la presidenta de la Comisión Europea, la médica y política alemana Ursula von der Leyen.
La diplomática inició este lunes en Brasil una gira latinoamericana que la llevará a Argentina, Chile y México, donde hará una serie de anuncios sobre proyectos en el marco de la estrategia Global Gateway, una semana después de que la Comisión Europea aprobara una agenda para renovar las relaciones con los países de la región. “Entre socios estratégicos debe existir la premisa de confianza mutua y no de desconfianza y sanciones”, dijo Lula.
Un día después, el presidente argentino Alberto Fernández dialogó en Buenos Aires con von der Leyen, y destacó la importancia de acelerar las negociaciones para un entendimiento “equilibrado”que tenga en cuenta las asimetrías, porque “de otro modo podría ocurrir que sea un acuerdo que beneficia claramente a la Unión Europea y no beneficia tanto, para no decir perjudica, al Mercosur”.
Von der Leyen, por su parte, dijo que “sería importante” que el entendimiento comercial que podría generar un área comercial de 700 millones de consumidores “pueda firmarse antes de fin de año”. “ Queremos fijar un objetivo ambicioso, por ejemplo, que como muy tarde antes de que concluya el año se firme el acuerdo político”, afirmó la titular de la Comisión Europea y manifestó que se tiene “una ventana de oportunidad para concluir el acuerdo”.
La mencionada “ventana” se debe a que la actual composición europea puede variar en las elecciones del año próximo. La política alemana dijo que la UE ya envió al Mercosur una “carta” de intenciones para avanzar y Fernández habló de “tres puntos” que Argentina presentará a sus socios “no para trabar, sino para avanzar” en el acuerdo.
“Desde el Mercosur hemos trabajado para presentarle a la UE los requerimientos que el Mercosur hace para terminar con los desequilibrios o asimetrías que existen entre ambas economías y necesitamos aclarar para preservar el desarrollo propio de nuestra región”, dijo el jefe de Estado argentino. Se trata de tres documentos que se están trabajando con el resto de los países parte y que se presentarían en julio.
El Mercado Común del Sur, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, alcanzó en 2019 un acuerdo con la UE tras más de 20 años de negociaciones. El pacto había sido ratificado en parte debido a la preocupación en Europa por las políticas medioambientales del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y reticencias en el gobierno argentino, pese al entusiasmo del presidente uruguayo Luis Lacalle.
“Expuse ante la presidenta Von der Leyen las preocupaciones de Brasil con el instrumento” de la UE, explicó Lula, quien señaló que ese documento “amplía las obligaciones de Brasil y las convierte en objeto de sanciones en caso de incumplimiento”, afirmó. “Entre socios estratégicos debe existir la premisa de confianza mutua y no de desconfianza y sanciones”, añadió Lula.
El mandatario brasileño también criticó leyes europeas “con efectos extraterritoriales, que modifican el equilibrio del acuerdo”. Una ley sancionada en abril en la UE prohíbe importar a Europa productos como cacao, café, madera o soja que procedan de tierras deforestadas. “Esas iniciativas representan restricciones potenciales a las exportaciones agrícolas e industriales de Brasil”, añadió Lula.
A modo de despedida, Von der Leyen anunció que Europa ayudará a luchar contra la deforestación en Brasil con una contribución de 20 millones de euros al Fondo Amazonía, creado en 2008 para preservar la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo, como parte un proyecto de Global Gateway, un programa de inversiones que prevé movilizar hasta unos 300.000 millones de euros en la lucha contra el cambio climático.
También elogió los proyectos de Brasil en defensa del medio ambiente, el plan de desforestación cero hasta 2030 y la organización de la COP30 en Belém. Von der Leyen anunció y prometió participación de sus países miembros.
El clima entre los dos bloques mejoró con el regreso al poder del progresista Lula da Silva en enero, pero las exigencias medioambientales de los europeos, contenidas en un documento adicional al acuerdo presentado recientemente por la UE, han moderado el entusiasmo.
Von der Leyen dijo por su parte que la UE aguarda «ansiosa» la respuesta de Brasil a sus planteamientos medioambientales y afirmó su esperanza de que el acuerdo entre los dos bloques se ratifique «a más tardar a finales de año».
Europa quiere el litio
Respecto del Memorándum de Entendimiento suscrito antes de la declaración conjunta entre Fernández y von der Leyden, se trata de un “marco” para posibilitar inversiones en áreas estratégicas, en particular, lo relacionado con energías renovables.
“Es la posibilidad de que Europa se involucre más activamente en la producción de litio, en agregarle valor a la producción a través de la producción de baterías, en la explotación de cobre, en la explotación de hidrógeno verde, en la implementación de plantas de licuefacción de gas, todas cuestiones energéticas que Europa necesita y que Argentina y el Mercosur en general pueden ser proveedoras”, comentó Fernández.
Por su parte, Von der Leyen señaló que en torno a “las materias primas críticas” es importante crear “nuevas cadenas de valor que vaya más allá de la extracción”.
“Es muy importante que el valor añadido se quede localmente, en la región. El litio es importantísimo, porque es importante para las transición a la energía limpia”, destacó Von der Leyen.
*Economista y catedrático argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)