La presidencia de la Unión Europea (UE), ocupada este semestre por la República Checa, ha sido objeto de un engaño por parte del artista al que encargó una obra para decorar la sede del Consejo en Bruselas . Este artista, el checo David Cerný, montó una instalación creada supuestamente por él y otros 26 artistas, […]
La presidencia de la Unión Europea (UE), ocupada este semestre por la República Checa, ha sido objeto de un engaño por parte del artista al que encargó una obra para decorar la sede del Consejo en Bruselas .
Este artista, el checo David Cerný, montó una instalación creada supuestamente por él y otros 26 artistas, uno por cada Estado miembro de la UE, que se han descubierto ficticios. El gobierno checo alquiló la obra «Entropa» hasta el 30 de junio de 2009. El costo del alquiler asciende a 50.000€. Otros gastos, como los de producción, sufragan los servicios del creador de la obra. El costo total de la obra asciende a 373.000€.
En un comunicado difundido hoy, el viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, se confiesa «lamentablemente sorprendido» tras descubrir que el único autor de Entropa es Cerný y no veintisiete artistas en representación de los países de la UE, como se había estipulado en el contrato con el creador.
«David Cerný es el único responsable por no haber cumplido su compromiso», subraya Vondra, que agrega que la presidencia checa está ahora estudiando qué hacer con la exposición, que ya está instalada en el edificio del Consejo y que debía inaugurarse el próximo jueves.
Polémica
La obra, que fue descubierta hoy, ha generado polémica, al asociar a cada uno de los países miembros con estereotipos y clichés.
Así, España aparece totalmente cubierta de hormigón (una visión ideada por el inexistente artista Ricardo Romeo). El tal Ricardo Romeo presenta su obra así: «Propongo que la superficie adopte la forma de un paisaje vertical deshabitado hecho de hormigón».
Italia es un campo de fútbol y Francia está tapada por un cartel con la palabra huelga.
La Presidencia checa ha facilitado un dossier de 29 páginas, con la explicación sobre las obras de cada uno de los supuestos creadores, así como información sobre su imaginaria trayectoria artística.
Según explicaba la presidencia checa antes de descubrir el engaño, el objetivo del mosaico -colgado dentro del atrio que da paso a la sede del Consejo de la UE- era «demoler las barreras y los estereotipos» y «eliminar los obstáculos a la cooperación que todavía persisten» entre los países de la Unión.
Para ello hacía uso de algunos de los estereotipos y prejuicios más habituales.
Por ejemplo, Rumanía alberga un castillo de Drácula propio de una feria, Alemania está surcada de autopistas y Grecia es pasto de las llamas .
Bélgica aparece convertida en una caja de bombones, Dinamarca ha sido construida con piezas de Lego y el mapa de Suecia se adivina bajo una caja similar a las que envuelven los muebles de Ikea.
Bulgaria aparece representada como el «inodoro turco», cosa que no ha hecho mucha gracia. «Es una humillación para los búlgaros y una ofensa para nuestra dignidad nacional».
De todos modos, la principal burla parece dirigida a la presidencia de turno checa, pues ha sido la que publicó la obra convencida de la existencia de los 27 artistas inexistentes.