Los filántropos y la caridad están de más en la sociedad humana; paso a la justicia.
Piotr Kropotkin, 1898
UPM anuncia que va a ‘potabilizar el agua para una población de 600 habitantes’, en rigor nos cuenta que con un proyecto de potabilización mediante ósmosis inversa, UPM va a ampliar la disponibilidad de agua potable en Carlos Reyles, en el dpto. de Durazno, a pocos km de Pueblo Centenario, lo cual le permitirá a aquella población albergar se estima que algunos cientos de trabajadores de la planta de UPM, que se está levantando en Pueblo Centenario.
Tal es el anuncio. Uno de los tantos que publicita UPM en su tarea asistencial, educacional, con los cuales procura demostrar los enormes beneficios de su presencia en el país.
Ahora lo nuestro: ¿qué estructura mental tenemos para que una empresa tenga éxito con operaciones del tipo ‘potabilizar agua para 600 habitantes’ siendo la misma empresa la que contaminará el agua para una cantidad incalculablemente mayor de habitantes?
La demanda de UPM para su plan de producir 2 millones de toneladas de celulosa anual en el corazón territorial del Uruguay exige, según las estimaciones presentadas, unos 135 millones diarios de litros diarios, que volverán no totalmente (unos 110 millones) en forma de efluentes de la planta procesadora, es decir como agua contaminada y recalentada, y que como tal, alterará aguas abajo todos los factores bióticos; flora, fauna.
¿A cuántos altera este resultado industrial? Incomparablemente a muchos más que a 600. La diferencia es que aquellos 600 reciben claramente una potabilización del agua y quienes van a convivir, y sufrir, con los efluentes de UPM, serán muchos más, pero recibirán un daño más difuso, algo menos determinado.
Se podría argüir incluso que el agua del río Negro luego del paso por UPM no tiene por qué ser usada (al menos de inmediato). Tal vez eso podría tener una cuota de verdad para emplazamientos industriales en zonas despobladas, donde el agua recupere lentamente, lo haría muy lentamente, sus atributos naturales, pero eso es manifiestamente falso en el caso que nos ocupa, donde el río Negro presta una serie de servicios bañando sus costas, albergando la fauna y flora respectiva; como generador de agua para el ganado, asiento de pesca y hasta lugar de esparcimiento. Todo eso se altera con el uso industrial del agua como enfriador y vehiculizador de los efluentes tóxicos de la planta.
No nos chupamos el dedo. Esos “servicios” de nuestro principal río interior ya estaban en entredicho por la agroindustria y su empleo discrecional de agrotóxicos, por los cuales ya se han registrado denuncias de ganaderos que han visto morir sus reses por tomar agua directamente del río Negro.
UPM, entonces, no creará los problemas de contaminación; pero los agravará de un modo decisivo, introduciéndonos en una problemática de deterioro ambiental sin precedentes.
Y sin embargo, persuadiéndose y persuadiéndonos de que nos ayuda… la crudeza de los hechos va a mostrar los verdaderos móviles de UPM −la renta por despojo− pero para nosotros, los que aquí vivimos, llegará un poco tarde.
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