Imaginemos. Un perverso amarra con una cadena que aprieta nuestro cuello, el cuello de todos, y nos empuja al mar embravecido. La muerte será segura si no rompemos la cadena.
Esa es la imagen colectiva. Vivimos en un periodo especial. El gobierno federal lo sabe. Desea complacer a los acreedores y busca crear un nuevo acomodo económico con el proceso de ajuste de deuda dispuesto por la ley Promesa, mediante el cual se afectarán derechos humanos, económicos y sociales. Envía unas ayudas federales temporeras para paliar la crisis y evitar una rebelión del pueblo. Promueve el éxodo como válvula de escape. Se va vaciando la isla y extraños se van quedando con nuestros bienes.
Mientras tanto, los dos partidos principales se hunden en la corrupción e ineficiencia. Poco a poco se han ido desgastando, de 96% de respaldo electoral en el 2012 bajaron a 81% en el 2016 y a 65% en el 2020. El PNP gobierna con un 33% de respaldo. Los partidos de minoría obtuvieron el 35%, pero al ir desunidos y como rivales no pudieron ganar las elecciones.
Hay una ley que prohíbe las coaliciones electorales en Puerto Rico, es el Artículo 6.1 del Código Electoral. Esa prohibición evita que los pequeños partidos se unan y accedan al gobierno. Los partidos se niegan a reconocer esa prohibición. No han hecho nada por derogarla. Hará falta una Rebelión del pueblo como la del Verano del 2019 para sacudir a todos los partidos. (1)
Esa prohibición de las coaliciones es la cadena política que impide que el pueblo pueda evitar ahogarse y coger un nuevo respiro mediante un proceso pacífico electoral y democrático. Al pueblo lo ahogan con esa cadena. Se tiene que romper la cadena que prohíbe las coaliciones electorales . Los partidos, grupos y personas que rompan esa cadena serán los nuevos líderes del pueblo.
En Chile ganó una nueva mayoría porque pudieron aliarse distintos partidos. Manos a la obra. Estamos a tiempo camino al 2024. A romper la cadena que proscribe las alianzas electorales. Una rebelión como la del verano del 2019 si no derogan esa prohibición. A los cobardes nadie los respeta. No hay otra salida.
*Abogado, profesor, escritor de múltiples ensayos, autor del libro La Deuda Odiosa y la descolonización de Puerto Rico (Publicaciones Libre Pensador, 2018), egresado de Harvard, Magna Cum Laude (1987).
Nota:
(1) Luego de efectuar estudios constitucionales y legales del estatuto y de la coyuntura política, opino que la prohibición atenta contra el principio rector de gobierno por la mayoría del pueblo y es inconstitucional. La vía secundaria de las cortes es viable y necesaria, más tiene sus escollos en el foro federal a la luz del caso de Timmons v. Twin Cities Area New Party, 520 U.S. 351, 117 S. Ct. 1364, 137 L. Ed. 2d 589, 1997 U.S., según expliqué en el ensayo que me publicó Rebelión al que remito:
-Reflexiones sobre la prohibición de las coaliciones electorales y la renovación – Rebelion. 21 de julio de 2021.
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