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Zeus hospitalario

Fuentes: London Review of Books

Traducido para Rebelión por José Daniel Fierro

Desde el [pasado] fin de semana, la policía griega ha acorralado a cerca de 6.500 inmigrantes en Atenas. Alrededor de 1.500 carecían de documentos y están actualmente en prisión en espera de deportación, en centros de detención superpoblados donde las condiciones son espantosas.

Más de tres cuartas partes de las personas identificadas por la policía son completamente inocentes. Pero la mayoría de los medios de comunicación (incluso The Guardian) lo han descrito como una operación contra inmigrantes ‘ilegales’. También parece que se han reproducido documentos de la policía donde literalmente se afirma que las redadas indiscriminadas contra los inmigrantes son una manera de acabar con todo tipo de conductas delictivas, desde el consumo de drogas y la prostitución a las infracciones de la legislación sanitaria en establecimientos.

El nombre en clave de la operación es «Xenios Zeus» (Zeus hospitalario). El nombre de Zeus, utilizado únicamente por hoteleros y por la oficina de turismo griego, ha golpeado a muchas personas como una decisión extraña, sobre todo con el epíteto xenios que lo señala como el dios de la hospitalidad, el protector de los extranjeros. Algunos críticos pensaron que el sarcasmo indignante, ofensivo, era una provocación directa y flagrante. Otros lo interpretaron sin intención irónica. Pero en la mitología antigua, las figuras clásicas y los monumentos han sido a menudo utilizados por los regímenes autoritarios para justificar o encubrir las políticas represivas. Durante la guerra civil griega (1946-1949) la isla-cárcel de Makronisos, utilizada por el gobierno para la «rehabilitación» ideológica de los ciudadanos de izquierda y los soldados, era conocida como el Nuevo Partenón.

La mayoría de los inmigrantes detenidos esta semana llegaron a Grecia desde Asia o África. Llamar a la operación «Xenios Zeus» es una apelación a la autoridad clásica, parte del intento de hacer valer la diferencia entre la «civilización occidental» y «barbarie oriental», haciendo el camino de regreso a la antigua Grecia. Según el ministro de orden público, Nikos Dendias, «el país se está perdiendo. Ni desde la llegada de los dorios, hace 4.000 años, el país había visto una invasión de tal escala… Se trata de una bomba en los fundamentos de la sociedad y del Estado». No importa que no haya evidencias arqueológicas de la «llegada de los dorios», no importa que hace 4000 años no existiera Grecia como tal, no importa que las etiquetas étnicas como «los dorios» están seriamente cuestionadas hoy en día por los arqueólogos e historiadores.

La retórica de la «invasión» se hace eco del lenguaje usado por los grupos neonazis. Hace un par de meses, en el período previo a las elecciones, otro ministro calificó a los inmigrantes como una «bomba de salud». Este fue probablemente un intento de socavar el apoyo a Amanecer Dorado, quien pidió a los griegos a votar por ellos en junio para así poder «limpiar la suciedad». La extrema derecha extiende el uso de la antigüedad clásica, llevando a cabo ceremonias en los sitios arqueológicos como las Termópilas. Estas son las mismas personas que organizan las donaciones de sangre «sólo para griegos», y que montan un gran espectáculo de distribución de alimentos para los necesitados en la plaza Syntagma, pero pidiendo el carnet de identidad para asegurarse de que ningún extranjero reciba algo.

Parece que el gobierno quiere ocupar el mismo terreno retórico que los grupos más extremistas y abiertamente xenófobos de la sociedad griega. «El problema de la inmigración es quizás aún más grave que la crisis financiera», dijo Dendias, como otro paquete de severas medidas de austeridad esperando a la vuelta de la esquina.

8 de agosto, 2012

Fuente: http://www.lrb.co.uk/blog/2012/08/08/yannis-hamilakis/hospitable-zeus/