La Revolución de los Claveles, (O 25 de Abril) fue un golpe de Estado llevado a cabo por militares izquierdistas el 25 de abril de 1974 en Portugal, que permitió el fin de una dictadura, no se convocaban elecciones democráticas desde 1925. Ese día llegó el fin de una larga dictadura de 48 años, se restauró la democracia, fue posible que todas las colonias portuguesas excepto Madeira y Macao en China— lograran su independencia antes de concluir 1975, actualmente la isla de Madeira de población casi exclusivamente portuguesa como el único vestigio del poder portugués en el mundo, se convocó una asamblea constituyente, durante meses el poder estuvo entre el Movimiento de las Fuerzas Armadas con ideología de izquierdas y la clase trabajadora.
La Revolución en Portugal tuvo una influencia importante en el Estado español, porque la situación geográfica en el tablero mundial era estratégica en una posible guerra con la URSS, porque trufó la sucesión que Franco había diseñado tras su muerte y EEUU presionó e influyó en la llegada a la jefatura de estado del rey Juan Carlos I. También influyeron los países europeos como Francia, Alemania e Italia a los partidos afines en el Estado español con la llegada de la democracia. Los militantes de partidos españoles viajamos a Portugal con frecuencia con la ilusión de una Revolución en el Estado español y nos encontrábamos con los portugueses en la Pza. del Rossío todos los días, algo parecido a lo que aconteció aquí el 15M en 2011.
Antecedentes
Portugal, un país europeo atrasado y pobre de régimen dictatorial de características fascistas, fiel servidor de los intereses de la burguesía presidido por Marcelo Caetano, un personaje mayor que se dormía en los consejos de ministros y que en aquel año no servía ya a los intereses del capital industrial y financiero de los bancos. Con colonias en África -Cabo Verde, Guinea Bissau, Mozambique- y Macao en Asia, atravesadas por movimientos guerrilleros que querían la independencia, lo que suponía numerosos muertos de personas civiles y militares, el asesinato del líder guerrillero Amílcar Cabral en Guinea Bissau había causado muchos problemas al gobierno, los conflictos en África habían generado enfrentamientos entre la sociedad civil y la élite militar. El modelo económico propugnado por el Gobierno, basado en la autarquía y en la exportación de materias primas procedentes de las colonias, hacía que Portugal permaneciera como el país más pobre de Europa Occidental y generara una fuerte emigración, principalmente hacia Estados Unidos, Francia, Venezuela y Alemania Occidental.
El Movimiento dentro Fuerzas Armadas portuguesas, MFA, crean en Setiembre de 1973 en Viana del Alentejo una coordinadora o Movimiento de Capitanes. Este movimiento fue liderado por Otelo Saraiva de Carvalho, Vitor Alves y Vasco Lourenço que elaboraron un programa liderado por Meló Antunes en la que se propone una transición hacia el socialismo en las que se incluyen medidas para luchar por la independencia de las colonias, luchar por valores y no por intereses personales, convocar elecciones libres para una asamblea constituyente, libertad de asociación y reunión, formación de un gobierno provisional y luchar contra el analfabetismo del país.
En marzo de 1974, intentan un golpe de Estado un grupo de oficiales del MFA en Caldas de la Reina, pero fracaso y motivó que el régimen de Marcelo Caetano aumentara la represión dentro del Ejercito, ordenando detenciones y traslados de guarniciones. Los jefes del MFA tuvieron claro que necesitaban recurrir a un golpe de Estado para derrocar al régimen, siendo inviable una salida negociada y pacífica para asegurar el éxito inmediato y evitar una guerra civil y acelerar los planes de la revuelta.
Así que el 25 de Abril, a las 00h, suena en Radio Renascença Grândola, Vila Morena,(el pueblo es que ordena) una canción revolucionaria del cantante Jose Afonso, cuya emisión estaba prohibida por la ley del Gobierno. Era la segunda señal pactada por el MFA para ocupar los puntos estratégicos del país, mediante una serie de coordinaciones militares fijadas por un puesto de mando establecido por el mayor Otelo Saraiva de Carvalho en el cuartel del Pontón en Lisboa.
Los sublevados y el Gobierno de la dictadura hacen por radio llamamientos a la calma y a quedarse en los hogares, pero la población se echa a la calle para saludar la revolución y una camarera que regresaba a casa cargada de las flores que iban a ser entregadas a los asistentes de un banquete, un soldado le pide un cigarrillo desde un tanque en la plaza de Rossio, donde los tanques de los sublevados aguardaban nuevas órdenes en una tensa espera desde la madrugada y le dio uno el soldado lo puso en su cañón y los compañeros repitieron el gesto colocándolos en sus fusiles como símbolo de que no deseaban disparar sus armas, extendiéndose la acción por toda la ciudad y generando el nombre con que la revuelta pasaría a la historia, después el gesto simbólico se reproduce en todo Portugal.
El presidente del Gobierno, Marcelo Caetano, y el resto del Gabinete, incapaces de contener la situación, se refugiaron en el cuartel del barrio del Carmo, en Lisboa, que fue cercado por el MFA apoyado por una multitud de manifestantes mientras los comunicados del MFA declaran tener bajo control todo el país, cada vez estaba más cerca un cambio político.
La caída del Gobierno de la dictadura
El Gobierno de la dictadura tras el ultimátum de las 16 horas se rinde y siendo imposible contar con apoyos significativos en las Fuerzas Armadas, Marcelo Caetano se rindió ante el general Antonio de Spínola, uno de los jefes del MFA, quien acudió al Cuartel del Carmo para recibir la rendición del presidente del Gobierno. Caetano indicó a Spínola que capitulaba con todo el Consejo de Ministros ante un militar “para evitar que el poder caiga en la calle” y fue sacado con los que habían sido sus ministros en medio de la multitud en las calles. Horas después, con la mediación de EEUU y las potencias europeas, Caetano y los ex ministros fueron autorizados por el nuevo Gobierno revolucionario a volar hasta las islas Azores, desde donde partieron al exilio hacia Brasil.
Por la tarde, el Ejército ya bajo el mando del nuevo presidente en funciones, Antonio de Spínola, arrestaron a altos cargos del Gobierno depuesto que se habían refugiado sin resistencia, el Ejército retomó el control de los últimos cuarteles de Lisboa donde resistían oficiales leales al ex presidente Caetano, que se negaban a reconocer al nuevo Gobierno. Estos oficiales se rindieron sin lucha, en tanto la gran mayoría de reclutas y suboficiales ya habían reconocido horas antes la legitimidad del nuevo Gobierno, las mayores resistencias a la sublevación se hacen en las sedes de la policía secreta PIDE. Se producen solo 4 muertos, los funcionarios y los que apoyan al régimen abandonan el país vía Brasil y España.
Se liberan los presos, se pide el retorno de los exiliados políticos y se constituye una Junta de Salvación Nacional presidida por el General Spínola. Retornan los líderes de las partidos socialistas, Mario Soares, y el comunista Alvaro Cunhal. Se monta un gobierno provisional que convoque elecciones libres para una asamblea constituyente, libertad de asociación y reunión.
En junio, el general Antonio de Spínola asume la presidencia de la Republica, el gobierno lo forman ministros del Partido Socialista (PS), Partido Popular Democrático (PPD) con miembros moderados, socialdemócratas y fascistas, Partido Comunista (PC), Movimiento Popular Democrático (MPD-CDE), cinco independientes y un militar. Se producen muchas ocupaciones de tierras en el Alenteio, se forman cooperativas y fuerzan a los partidos politicos a promover una Reforma Agraria.
El Movimiento de la Fuerzas Armadas, MFA, se divide en 3 grupos ideológicos. Uno procomunista en cabezada por Vasco Gonsalvez. Otra con influencias Socialistas que lidera Vasco Lorenzo y Melo Antunes. Y una tercera denominada “Poder Popular” con influencias del modelo Chino. La lidera Otelo Saraiva de Carvalho, también participa el Movimiento Izquierda Socialista MES, Partido Revolucionario del Proletariado PRP. Hay que tener en cuenta que en aquellos años la URSS y China estaban enfrentadas. En los grupos de Poder Popular también hay organizaciones de carácter libertario como la LUAR.
En marzo de 1975 el ala de oficiales comunistas del Movimiento de las Fuerzas Armadas junto al Partido Comunista PCP da otro golpe de estado y anuncia que se había iniciado la “transición al socialismo”. El 25 de Abril de 1975 se realizan las primeras elecciones libres después de 50 años para elegir la asamblea constituyente formada por Partido Socialista 116, PPD 81, PC 30, CDS 17. MPD-COE 4, UDP 1, se estableció una democracia parlamentaria de corte occidental.
A mediados de setiembre crece la tensión contra MFA, la derecha inicia una movilización de apoyo al general Spínola “el gobierno de Gerald Ford apoya con mucho dinero a los partidos burgueses por medio Frank Carlucci – embajador de EEUU- que llega a Lisboa con 80 agentes de la C.I.A., este se reúne con oficiales golpistas al norte del país y montan centrales de escucha telefónica”, tal y como cuenta un funcionario de la embajada de EEUU en su libro Contos Prohibidos, de Rui Mateus.
La clase obrera y las fuerzas populares comienzan a movilizarse ante la evidencia de otro golpe de Estado de la derecha y MFA prohíben una manifestación de la derecha que se autodenominan “mayoría silenciosa”, se detienen a personalidades fascistas implicadas en el proyecto de golpe de estado, es obligado a dimitir Spinola y es sustituido por Costa Gomes.
Durante los siguientes años se suceden 5 gobiernos provisionales de diferentes radicalidades con fuertes enfrentamientos de luchas entre derechas e izquierdas, en el Norte hay unas posiciones más derechistas y anticomunistas.
Fue nacionalizada toda la banca colonial y la mayor parte de la gran industria y se reparten las tierras de los latifundios. La revolución favorece la lucha en todos los planos politicos y económicos, y se moviliza la clase trabajadora en particular las grandes empresas industriales, se ocupan y autogestionan numerosas empresas, en el campo los campesinos del sur ocupan tierras y constituyen tribunales populares sustituyendo a fuerzas policiales, se crean comisiones “moradores” autónomas populares que escapan al control de los partidos tradicionales y no se traslada su poder a los aparatos del estado nuevo.
Los protagonistas indiscutibles de la revolución fueron las clases trabajadoras. El crecimiento económico durante los años de la dictadura favoreció el aumento y la diversificación de esta clase social, al mismo tiempo que creó nuevos sectores productivos. Los transportistas, los empleados bancarios, los obreros comerciales iban a jugar un rol clave desde su posición estratégica, evidenciando la capacidad de la clase obrera para intentar fundar un orden social nuevo, en alianza con el pueblo pobre y los vecinos de las ciudades y las periferias de estas.
Otro sector de la nueva industria moderna será el sector periodístico y de las artes gráficas en general. Habrá conflictos como el de O Diario, N´O Seculo, Radio Renascença. En la industria farmacéutica, los trabajadores de las multinacionales Sandoz, Wander y Ciba-Geigy Portuguesa y los Laboratorios BeechamBencard se pusieron en lucha. Se pusieron en marcha Comisiones Obreras, junto a las grupos anticapitalistas iniciaron embriones de doble poder en las empresas más grandes pero no logran influencia en el nuevo poder.
Tras 19 meses de ascenso revolucionario, los hechos del 25 de noviembre de 1975 marcaron un golpe fuerte contra la revolución y se inició el descenso de las movilizaciones. Los distintos gobiernos lusos posteriores retoman la actuación intentada por el primer presidente Antonio Spínola, llevando adelante un programa económico según las directrices y con la ayuda técnica y económica del Fondo Monetario Internacional. Un plan de ajuste, que duró unos 10 años, contra las condiciones laborales y sociales de las clases trabajadoras lo que lleva a una crisis económica y de exclusión social de estos.
El fracaso y descarrilamiento de la revolución portuguesa se transformó en un triunfo del imperialismo norteamericano y la socialdemocracia europea cambiando la relación de fuerzas a su favor el de la derecha y el poder económico en Europa.
La Revolución portuguesa y España
El Gobierno español de Franco ve con preocupación lo que está ocurriendo al otro lado de la frontera, pero tiene problemas más importantes que resolver dentro del país. La sucesión de Franco, los movimientos sindicales que empiezan a montar huelgas importantes, la muerte de Carrero Blanco, la decisión de dar garrote vil a Salvador Puig Antich, los fusilamientos del 27 de septiembre de miembros de ETA y FRAP y una posible copia en el ejército español de la Unión Militar Democrática UMD, esta organización clandestina defendía la convocatoria de una asamblea constituyente que elaboraría una Constitución de tipo europea, el restablecimiento de las libertades democráticas, la lucha contra la corrupción, unas mejoras socioeconómicas para la mejora de vida de los trabajadores cambios en la Justicia Militar y en la Ley del Servicio Militar. Algunos fueron detenidos, una decena de ellos condenados en 1976 por un delito consumado de conspiración para la rebelión militar y apartados de las Fuerzas Armadas y que el PSOE margino tras la muerte de Franco.
Comenta Joan E. Garcés “que los que están mas preocupados son los gobiernos de EEUU y los de Europa, porque España no están en la OTAN”, en el tablero político tienen una importancia estratégica en una hipotética guerra con la URSS y necesitan aumentar las bases en el Mediterráneo, la CIA tiene que presionar y maniobrar para que la revolución se detenga, “el Gobierno de EEUU de Gerard Ford proponen bombardear Lisboa, pero vence el criterio de los gobiernos de Francia, Alemania e Italia de no tolerar un nuevo Pinochet en Europa y proponen apoyar a los partidos cristianos y socialistas para establecer regímenes mas democráticos y de corte europeos”.
“El partido Socialista portugués que ya había sido contactado en 1967 por la CIA reciben grandes cantidades de dinero directamente o a través de fundaciones norteamericanas y de la socialdemocracia Europea de Billy Brand y Carlos Andrés Pérez de Venezuela” para las campañas de las elecciones que se suceden a lo largo de la Revolución2, los socialistas intentan un golpe de estado para desalojar del gobierno a los sectores pro soviéticos que querían instaurar una revolución de Soviet en el país.
Y según cuenta Alfredo Grimaldos, “para ello contaban con personas que ya habían cooptado anteriormente como Mario Soares en Portugal y Felipe González que se impusieron en el congreso de Surennes” el contacto en la CIA fue por medio Enrique Múgica que fue ministro de los gobiernos de González. A su vez el gobierno de EEUU y la CIA hacen el diseño de la sucesión de Franco por medio de Juan Carlos I por ”medio de la operación sucesoria diseñada en EEUU junto a las potencias europeas y con los lideres cooptados Felipe González y Santiago Carrillo para elegir la reforma monárquica del estado» Joan E. Garcés.
En 1976 cambia la política exterior de EEUU con la llegada de Jimmy Carter al Gobierno y con una nueva política Internacional por medio de la Comisión Trilateral que legitima la sucesión del franquismo sin alterar las estructuras socioeconómicas, represivas o de la justicia en el Estado español.
Felipe González y Santiago Carrillo que habían reclamado y demandado Amnistía, gobierno provisional y referéndum para elegir al Jefe del estado cambian de posición y ordenan votar la monarquía de Juan Carlos I como forma de estado.
LLama la
atención que las encuestas que se realizaron en 1970 sobre el sistema
preferido por los españoles para cuando muriera Franco saliera
mayoritario la Republica, según el Informe FOESA-Caritas de 1970. En las
primeras elecciones del estado español no todos los partidos se
presentaron en igualdad de condiciones. Los que no estaban a favor de la
monarquía no pudieron presentarse, PTE, LC, LCR, ORT, MC, etc.
La historia de la Revolución de los Claveles en 1974 tuvo una influencia grande y marco el devenir posterior de los acontecimientos políticos en el estado español de aquellos años y que no ha sido investigado apenas, pocos historiadores o políticos se han preocupado por desempolvar documentos clasificados aquí, pero desclasificados en EEUU, Francia, Alemania e Italia.
La revolución se alejo para aquellos jóvenes españoles y portugueses que creíamos que estaba al alcance de la mano, pero las grandes potencias de EEUU y Europa no lo consintieron.
José Daniel López, Red Autogestionada de Consumo (RAC) y Madrid Agroecologico (MAE)