Artículos
El país que conocemos como México surgió hace dos siglos y Andrés Manuel López Obrador es su político más carismático desde 1940, cuando Lázaro Cárdenas dejó el poder.
Hoy México se enfrenta a lo que Max Weber llamaba “el problema de la sucesión”.
Buena parte de la izquierda tiende a darle un trato de «revolucionarios» al tipo de políticos que son lo opuesto. En la angloesfera este fenómeno es particularmente acuciante. Los medios de la izquierda en inglés tienden a reproducir el discurso de gobiernos como el de AMLO, ignorando las voces desde abajo, desde los movimientos sociales y comunitarios que padecen el extractivismo, el militarismo, la continuidad neoliberal, etc.
Si alguien duerme tranquilo con la nueva Ley Minera mexicana, adoptada en abril, son las propias empresas del sector. Ellas quisieran haber conseguido más, pero lo que han conquistado en décadas está a salvo y seguirán disfrutándo muchos privilegios.
A dos años de terminar su periodo presidencial, Andrés Manuel López Obrador dejará unas fuerzas armadas muy fortalecidas y una profunda ortodoxia económica. El autor analiza las consecuencias de la militarización bajo la presidencia de AMLO.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cumplió dos años el pasado 1 de diciembre. Desde que era opositor hasta ahora que está en el poder, ha sintetizado su agenda en una frase: “primero los pobres”. Sin embargo, a dos años, esta afirmación se ha convertido en una pregunta.
Tenemos en el poder a una derecha nueva, una muy original, una que logró la magia: el lobo vestido de oveja, el rey que va desnudo sin que demos crédito a nuestros ojos.
El post-neoliberalismo es la nueva política de Estado. Pero lo que el Estado no va a decir es que detrás de ese término se esconde el mismo neoliberalismo, pero ahora con ropaje y gestos de izquierda. Los científicos sociales, en especial los que se consideran «críticos», en teoría podrían ayudar a comprender la situación. Sin […]