M.H.: «E despois do Adeus» de Paulo de Carvallho, a las 0:25 del 25 de abril de 1974 suena en radio Renacenza esta canción censurada por la dictadura de Portugal. Era la señal definitiva para desencadenar el levantamiento militar que pondría fin a los 48 años de dictadura iniciados por Antonio Oliveira Salazar y que […]
M.H.: «E despois do Adeus» de Paulo de Carvallho, a las 0:25 del 25 de abril de 1974 suena en radio Renacenza esta canción censurada por la dictadura de Portugal. Era la señal definitiva para desencadenar el levantamiento militar que pondría fin a los 48 años de dictadura iniciados por Antonio Oliveira Salazar y que desde 1968 tuviera en el poder a Marcelo Caetano.
La canción de Alfonso como el himno antifascista portugués. Para hablar de aquellos acontecimientos, ocurridos hace 45 años, estamos con quien fuera junto a su compañera, un protagonista, Aldo Casas, compañero del Consejo de redacción de la revista Herramienta.
Se me ocurre un paralelismo con este movimiento de las FF AA que protagonizó la Revolución de los Claveles y el proceso que se vive hoy en Venezuela, esa unidad entre pueblo y FF AA que hemos visto en muchos momentos de la historia latinoamericana, con Velazco Alvarado, Torrijos, Caamaño Deño; se cumple un nuevo aniversario del proceso vivido en República Dominicana en abril de 1965.
A.C.: Yo creo que claramente hay puntos de contacto. Sobre todo yo diría con Caamaño Deño. Porque la característica entre la confluencia de las FF AA y la irrupción de las masas en la vida política tiene su complejidad y sus matices, porque del mismo Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) se conoce mucho del nombre pero poco qué fue realmente.
El MFA era un núcleo relativamente pequeño de oficiales de graduación media para abajo, nunca pasaron de los 300 miembros. Y eran conscientes de que eran una pequeña minoría dentro de la oficialidad, pero que fueron empujados por la situación política y un desarrollo de los acontecimientos que los sorprendió también a ellos.
Ellos combatieron a la dictadura y el golpe militar fue una obra de ingeniería, sin tirar ningún tiro tiraron abajo la dictadura más vieja de Europa.
M.H.: Desde 1926 el Estado novo.
A.C.: Era la dictadura más vieja de Europa, el país más pobre de Europa, contradictoriamente el único país que conservaba un imperio colonial, con colonias mucho más grandes que Portugal, en Angola, Mozambique, Guinea, etc. Justamente el MFA surge porque un sector de la oficialidad se dio cuenta de que estaba perdiendo la guerra colonial y que estaba condenado a la derrota.
De ahí surgen distintos intentos de ver cómo salir de ese pantano, algunos como el que surgió en un primer momento, con el jefe del movimiento, que en realidad no lo era; era el general que había sido pasado a retiro pocos meses antes, había llegado a la conclusión de que habían perdido la guerra después de haber estado muchos años llevándola adelante y su posición era negociar una especie de Commonwelth, es decir, conservar bajo una forma neocolonial la influencia portuguesa.
El MFA eran oficiales medios para abajo que surge en un momento de crisis de la misma jerarquía militar, y ese es otro de los elementos importantes, el MFA quiebra la verticalidad de las mismas, desde su comienzo mismo. Es un ejemplo claro de cómo las medidas que toma la reacción se les vuelven en contra.
La guerra colonial tenía cada vez más años y una resistencia mayor en la población, el porcentaje de desertores era del 20% de los convocados, una razón era porque los mataban, hubo 10.000 bajas portuguesas en África y 100.000 africanos. Se suele decir que fue una revolución pacífica pero fue la resultante de una lucha sangrienta de una ferocidad y brutalidad descomunal. Esa lucha militar duró cuatro años. Entonces había un cansancio descomunal en la población, aunque contradictoriamente en los últimos años antes de la caída de la dictadura había habido un desarrollo económico relativamente importante.
Lisboa y Porto se habían convertido en centros en donde gran parte de la población había ido a trabajar como obreros, por eso había un movimiento obrero fuerte en Lisboa que no existía quince años antes. Para sancionar a los estudiantes que protestaban contra la guerra colonial, recordemos que pocos años antes había sido el ´68, la radicalización estudiantil había tenido bastante influencia en Portugal, se habían formado algunas pequeñas organizaciones pero muy activas a la izquierda del Partido Comunista, dos o tres grupos maoístas, un grupo trotskista, con mucha agitación de la Universidad.
Entonces el gobierno decidió que a los estudiantes que protestaban, si eran universitarios, ingresaran como oficiales de reserva al Ejército, los mandaban a la colonia como castigo, pero allí le calentaban la cabeza a los oficiales de carrera. El MFA se gesta en esa situación.
Cuando deciden dar el golpe, y lo dan en ese operativo espectacular, no toman el poder. Ellos dan el golpe, cae la dictadura, yo creo que con menos resistencia de lo que esperaban y ponen al frente una Junta nacional, con jerarquías del Ejército y la Marina, presidida por Spínola, como Primer ministro, Jefe de gobierno, un liberal de derecha partidario de mantener las colonias.
El movimiento del 25 de abril fue una fiesta popular
El movimiento es el 25 de abril, cuando se comienza a desarrollar el llamado insistente por todas las radios, del MFA a la población para que se queden en las casas, que no salgan, un llamado sistemático, que no es obedecido por nadie. Salen miles y miles, se suben a los tanques de las tanquetas que se usaban, y los soldados iban avanzando sin saber si iba a haber tiros, al lado iban los chicos, era una fiesta popular. Que en seguida se transforma en una exigencia, la de liberar a los presos políticos. Ahí fue donde hubo algunos tiros, el gobierno se había ubicado en el cuartel de la policía política y ahí va la gente, lo rodea, exige que los metan presos, y después van al fuerte cercano al puerto de Lisboa y exigen la liberación de los presos políticos.
Primero salieron los del Partico Comunista, el otro sector de los presos dijo que solo salían si salían todos. Por eso salieron al día siguiente, el 26 y el 27. El 1º de mayo, 5 días después, se conmemora por primera vez el Día internacional de los trabajadores, regresan del exilio Álvaro Cunhal, que era el secretario del PC portugués, una figura casi mítica, porque el PC portugués era muy pequeño, pero con un prestigio descomunal porque eran el partido de la resistencia, no debía tener más de 3.000 militantes, pero tenían una dirección fogueada de cuadros.
Alvaro Cunhal era un tipo particularmente capaz, digno de análisis. Vino de Moscú, a diferencia de la mayoría del PC español que la mayoría estaban Francia, los dirigentes del PC portugués que no estaban presos, generalmente estaban en Rusia o en la República Democrática Alemana. Un tipo de alto nivel intelectual, había sido crítico literario, con una preparación extraña y había organizado el partido en la clandestinidad. Era una figura mitológica, llegó y fue orador principal del acto.
Vuelve Mario Suárez, secretario del Partido Socialista, que se había fundado un año antes y era prácticamente un club intelectual, no eran más de 300/400 figuras, abogados, periodistas, etc. También va al acto del 1º de mayo. Se calcula que desfilaron 2 millones de personas, Portugal tenía 9 millones de habitantes, de los cuales 1,5 estaban afuera trabajando en la campaña en Francia. Es decir, el pueblo entero salió a la calle y la movilización democrática pasó a ser una movilización social, rompió todas las previsiones.
A partir de ahí empieza un proceso de radicalización que se va a ir acelerando cada vez más. Y la cuestión democrática se acelera de una manera particular con la reivindicación social. Empieza a haber un reclamo común a todos los sectores, el saneamiento de las empresas, o sea, echar a los soplones o funcionarios de la patronal que habían denunciado a los trabajadores a la policía política, que era por otro lado omnipresente en la dictadura. En todas las empresas había tipos para echar y los obreros los conocían. Obviamente la propiedad privada pasaba a un segundo plano. Se reunían y definían a quiénes echar. Esta era una consigna generalizada.
M.H.: Vos de alguna manera participaste en ese proceso.
A.C.: Yo llegué un poquito después, a comienzos de julio. Ya en ese momento había un proceso huelguístico muy importante que chocaba muy fuertemente con los llamamientos al orden que hacía el PC que era parte del gobierno, el ministro de Trabajo era del PC.
Junto con la movilización por el saneamiento de las empresas comienzan las movilizaciones por las reivindicaciones salariales y de organización sindical, etc. Hay una huelga muy importante de la TAP que era una empresa de aviación muy importante y tenía una dirección sindical a la izquierda del PC, que ocupó un lugar parecido al que tuvo en Argentina el SITRAC-SITRAM. Era el punto de referencia del clasismo que controlaba al resto de las organizaciones.
Aunque eran pocos, los militantes del PC estaban ubicados en puestos estratégicos, y tenían un trabajo sindical clandestino pero real, sobre todo en los metalúrgicos. Luego de protagonizar los procesos de saneamiento plantean: «lo esencial es la batalla de la producción, sino va a volver el fascismo y los que quieren hacer huelga son agentes del fascismo.»
Así chocaron fuertemente con los obreros de la TAP y después una huelga muy grande que fue la de los correos, que los militarizan, hay tiros, heridos. Frente a eso el MFA empieza a crujir. Hay un primer momento de radicalización, que es cuando cae el primer gobierno provisorio por la cuestión colonial justamente y el MFA se define por el fin de la dependencia colonial, por la independencia de las colonias. Ya es una primera definición. Es otra fecha revolucionaria.
M.H.: Con el General Vasco Gonçalves.
A.C.: Anterior. Se va primero el Primer Ministro y después renuncia Spínola. Le hacen firmar un decreto para terminar la guerra colonial pero él renuncia. Y ahí va a haber varios gobiernos provisorios que duran poco tiempo hasta que llega el 5º gobierno que fue el más de izquierda con Vasco Gonçalves. Un general cercano al PC aunque no pertenecía al Partido.
El PC tenía integrantes en el Ejército y en la Marina. Habían hecho trabajo en la clandestinidad y había oficiales comunistas, pero la mayoría no lo era. Cuando se ven confrontados con la movilización la primer reacción de los militares había sido «no salgan a la calle», la gente salió, se hizo el 1º de mayo y el proceso comienza a radicalizarse, siguen los procesos de saneamiento y toda una parte de la oficialidad participa de eso. Se forma una comisión para la extinción de la PIDE (Policía Internacional y de Defensa del Estado) y para recuperar los archivos secretos. Hay toda una pelea entre el PC y un sector del MFA que era independiente por esos archivos, porque era un mecanismo de control, era información valiosa.
Cuando comienza la preocupación por el desorden generalizado la primer reacción del MFA es acompañar las demandas de poner orden y entonces se militariza la huelga de correos y se quiebra aunque finalmente las reivindicaciones se obtuvieron y hubo un momento clave que fue la huelga de un astillero muy grande, una fábrica con 7.000 obreros aproximadamente.
Recordemos que Portugal estaba en crisis pero había sido una potencia naval, y este era uno de los astilleros más grandes de Europa. Era un lugar que no estaba controlado por el PC. Cuando se viene abajo todo, los sindicatos que existían antes eran corporativos, fascistas, eran cáscaras vacías. Eso facilitó un grado de radicalización que sino es casi inexplicable. Porque un movimiento obrero casi sin experiencia consigue un estallido y una radicalización continua. Porque al no haber un aparato sindical, cada empresa se organizaba en comité de trabajadores, que eran algo así como comités de huelga, que no era una organización sindical clásica. Ahí el PC no controlaba. Entonces, en Lisnave ordenan que se reprima, a las 17:00 salió una manifestación, la corta el destacamento que había mandado el MFA, les impiden salir a Lisboa y empiezan a dar orden para disparar, se ponen en posición de tiro y los trabajadores empiezan a cantar «Los trabajadores son hijos del pueblo» y los soldados se ponen a llorar. Un momento de confrontación y los oficiales deciden retirarse.
En Portugal hubo una revolución que barrió el fascismo
M.H.: Estamos dialogando con Aldo Casas, del Consejo de redacción de la revista Herramienta que fue militante de estos acontecimientos que estamos recordando, de lo que fuera la Revolución de los Claveles. La historia de Celeste Caeiro que originaría el símbolo de la revolución y a quien la revolución le debe su nombre. Camarera, costurera, estanquera y empleada en un guardarropa, aquel 25 de abril de 1974 se acercó con una cesta repleta de claveles del local en el que trabajaba a averiguar si era cierto que había una insurrección en marcha, un soldado apostado en la céntrica Plaza del Rossio le pidió a las 9 am un cigarrillo y ella, que no llevaba, le entregó un clavel rojo. Los demás uniformados imitaron al compañero y colocaron las flores en sus fusiles para mostrar que su movimiento era pacífico. Fue la imagen icónica de la jornada. «Nunca esperé que los claveles viniesen a derivar en todo esto, fue un gesto sin segunda intención», dijo Caeiro en una entrevista en 2014. Una de las últimas que ha dado.
¿Qué sobrevive de la revolución de los claveles en Portugal?
A.C.: Es una pregunta difícil porque el proceso de ascenso de la revolución, que ellos llamaban PREC (Proceso Revolucionario En Curso) duró casi dos años, después hubo un proceso casi clásico que podríamos llamar de contrarrevolución democrática, que no quiere decir volver a lo de antes, sino detener la revolución. Ese rol lo jugó la socialdemocracia. Mario Suárez en una acción que fue planificada por él, Carlucci, embajador recién llegado de los EE UU y la Socialdemocracia alemana. Calibraron todo y presentaron como una acción defensiva contra un supuesto golpe del PC y del ala radical del MFA el 25 de noviembre de 1975 lo que fue en realidad un golpe reaccionario de ellos.
¿Qué queda de eso?, después hubo un proceso de normalización, el neoliberalismo llegó con todo, primero de la mano de la socialdemocracia y Mario Suárez que fue presidente varias veces, y después de una década de gobiernos muy de derecha que provocaron una situación económica insoportable que explica que después el PS volviese al gobierno en una línea un poquito más moderada de discutir las exigencias que le ponía Bruselas.
Es difícil saber exactamente qué queda, pero algo para rescatar es que Portugal es tal vez el único país de Europa donde no hay movimientos de extrema derecha activos, ¿por qué? porque hubo una revolución que barrió al fascismo. Hay partidos de derecha pero la derecha quedó pulverizada, se tuvieron que reconstruir y saben que hay un tema tabú. Nadie que pueda ser sospechado de justificar lo que fue esa dictadura de 40 años tiene legitimidad política.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.