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Una batalla sin frente

Fuentes: http://tlaxcala-int.org

Traducción: S. Seguí

Ayer por la mañana, circularon noticias que daban cuenta de amplios ataques «heroicos» aliados realizados con aviones no tripulados en Iraq y Siria en apoyo de la batalla por Sinjar. También supimos del asesinato de Jihadi John. Nos dijeron que algún tipo de venganza podría estar en camino. Lo prometido es deuda: ayer por la noche París se bañaba en sangre.

Bienvenidos a la III Guerra Mundial, un conflicto global con frentes de batalla ilimitados. Nosotros, como habitantes de este mundo, estamos todos atrapados en medio del desastre. Vemos que nuestro universo se está desmoronando, queremos la paz; sin embargo, ni siquiera sabemos quién es el enemigo.

Para algunos de nosotros, esta reciente escalada no ha sido un acontecimiento que nos haya sorprendido. Venimos escribiendo sobre este asunto desde hace años. Hemos examinado el impacto desastroso de la matriz de inmorales lobbies intervencionistas zio-con que han seguido abogando sin descanso por nuevos y nuevos conflictos. Organizaciones como CRIF en París, CFI en Londres y AIPAC en Washington siguen empujando hacia la escalada de la batalla contra los árabes y los musulmanes de acuerdo con el plan israelí para un nuevo Oriente Próximo.

Nos vemos obligados a aceptar el hecho de que los musulmanes extremistas están muy soliviantados y pueden golpear duro y en un plazo muy corto. Rusia sufrió el derribo de uno de sus aviones, que provocó la muerte de más de dos centenares de turistas inocentes. Paris ha sufrido de nuevo. Debemos preguntarnos, ¿es necesario? ¿Tenemos que vivir con el temor de ahora en adelante? ¿Es la paz una opción?

El terror es un mensaje que tenemos que comprender. ¿Cuál es este mensaje? «Dejadnos en paz», es lo que estos terroristas homicidas están tratando de decirnos. ¿Es esto demasiado complicado para que lo entienda el ciudadano occidental? «Vivid y dejad que otros vivan», es de lo que se trata. La implicación pragmática es obvia. Occidente debe dejar inmediatamente de estar al servicio de los intereses israelíes y sionistas universales. Debemos poner fin a todas las operaciones en Arabia y el Oriente Próximo. Para que esto suceda y para dar una oportunidad a la paz es imprescindible la oposición al sionismo mundial y a los grupos de presión israelíes.

He aquí un consejo práctico: la próxima vez que Bernard Henri Levy, David Aaronovitch o Alan Dershowitz intenten vendernos un nuevo paquete de conflictos en nombre de los «derechos humanos», deberíamos hacerles saber amablemente que hemos aprendido la lección: no más guerras por Sión. Entonces, la paz puede prevalecer.

Fuente original: http://tlaxcala-int.org/article.asp?reference=16529