Traducción Susana Merino
Un desgarrador artículo de Keep Talking Greece actualiza la dramática situación sanitaria griega. El aumento de la mortalidad infantil, las personas sin recursos para curarse, los adultos y los niños desnutridos demuestran que la austeridad mata. Es interesante advertir los efectos de las políticas que se aplican y apoyadas incluso entre nosotros: la fusión de hospitales hace inaccesible la salud en países completos, el uso de un bono de consulta impide el acceso a la salud de los más indigentes, etc. En el seno de la eurozona, Italia corre el riesgo de terminar como Grecia.
La dura austeridad económica asociada a las ayudas del plan de rescate mata. Matan a los griegos. El Banco de Grecia no lo declara melodramáticamente en su informe sobre la política monetaria del 2015-2016. Sin embargo, las conclusiones del capítulo «Reforma de la salud, crisis económica e impacto sobre la salud de la población» son impactantes y confirman lo que hemos oído decir a parientes y amigos en los últimos años: que la salud física y mental de los griegos se ha deteriorado, en parte a causa de la inseguridad económica, del paro, de la precariedad laboral, de la reducción de los ingresos, de la permanente exposición al estrés. En parte a causa de los problemas económicos que obligan a los pacientes a interrumpir sus tratamientos, en parte a causa de los increíbles recortes y a las deficiencias del sistema de salud pública.
El informe comprueba que «mientras se necesita más tiempo para registrar los efectos con exactitud, las tendencias muestran el empeoramiento de la salud de los griegos durante los años de los préstamos y de los recortes debidos a la austeridad».
El Banco de Grecia señala que:
– Han aumentado los suicidios. Los riesgos de mayores tendencias suicidas aumentan cuando aparecen factores de riesgo primario (condiciones sanitarias psiquiátricas), mientras que otros factores secundarios (la situación económica) y terciarios (edad, sexo) influyen en los suicidios, pero solo si los factores primarios se están presentes previamente.
– La mortalidad infantil ha aumentado un 50% principalmente por la muerte de chicos de menos de un año y la reducción de los nacimientos ha llegado al 22,1%. La mortalidad infantil aumentó del 2,65% en 2008 al 3,75% en 2014.
– Han aumentado las enfermedades mentales, especialmente la depresión: un 3,3% en 2008, un 8,2% en 2011, un 12,3% en 2013. En 2014 el 4,7% de la población mayor de quince años declaró sufrir depresión: en 2009 era un 2,6%
– Aumento de las enfermedades crónicas: cerca del 24%.
El Banco de Grecia observa que «los enormes recortes del gasto público no fueron acompañados por cambios y mejoras en el sistema sanitario que permitieran limitar las consecuencias en los ciudadanos más débiles y vulnerables de la sociedad».
El informe del presidente del Banco de Grecia menciona las investigaciones llevadas a cabo por la autoridad estadística griega (ELSTAT) según las cuales se han producido:
– Un significativo aumento del 24,2% de las personas mayores de 15 años que sufren problemas crónicos de salud.
– Un aumento del 15% de aquellas personas que han reducido su actividad por problemas de salud en 2014.
– El porcentaje de nacimientos de bajo peso (bajo los 2,5 kg) aumentó un 19% entre 2008 y 2010, asociado a los efectos negativos a largo plazo sobre la salud y el desarrollo de los chicos.
Citando datos de la OCSE de 2013 el Banco de Grecia subraya que el 79% de la población griega no tiene cobertura médica y, por lo tanto, no cuenta ni con remedios ni con medicinas a causa de los prolongados períodos de desempleo, mientras que los trabajadores autónomos no pueden permitirse pagar las cargas sociales.
Un sondeo realizado en 2014 por el ELSTAT puso de manifiesto que la población mayor de 15 años necesita atención médica, pero no la recibe a causa de la falta de recursos.
El 13% de la población no cuenta con atención médica ni con tratamientos.
El 15,4 % no recibe tratamientos odontológicos.
El 11,4% no ha recibido atención médica mental.
El 11,2 % no compra los medicamentos que le prescriben los médicos.
La misma investigación muestra una disminución de la hospitalización en centros privados y un aumento de la misma en los hospitales públicos, con la consecuencia de que los hospitales públicos no están en condiciones de atender estos requerimientos debido a los cortes de austeridad en los presupuestos y en el personal. Las hospitalizaciones públicas fueron en 2009 de 1,6 millones de pacientes y de 2,5 millones en 2014.
Según las investigaciones, el porcentaje de población que debería recibir atención médica y de enfermería, y la recibió tardíamente o no la recibió fue el siguiente:
– 13,1% a causa de las largas esperas.
– 6 ,1% a causa de la excesiva distancia o a problemas de transporte
– 9,4% a causa de la falta de personal especializado o de personal de salud.
El informe del Banco de Grecia advierte que la crisis económica y la reducción del sector sanitario están haciendo correr el riesgo de reducir las expectativas de vida.
Todos los que viven en Grecia conocen muy bien las largas listas de espera a las que hay que hacer frente para obtener una cita médica o para el control diagnóstico en los hospitales públicos. En algunos casos puede haber un año de espera para una cita para un simple control. Debido a la fusión entre hospitales y centros de atención primaria, las personas deben recorrer hasta 120 km para ver el médico que necesitan. Hace solo un par de días KeepTalking Greece contó la situación dramática de la ciudad Yérapetra en el sur de Creta y de la desesperante situación de personas que prefieren acudir al auxilio de un veterinario local debido a la falta de médicos.
Pero además la crisis no afecta solo a los pacientes. Afecta también al personal sanitario. Hace solo dos días un amigo mío, un médico especializado en problemas vasculares, me contaba que mientras hace algunos años lograba mantener una distancia correcta con los pacientes ha comenzado ahora a percibir sus problemas debido a la crisis económica que sufren sus pacientes. «La situación allí afuera es dramática y no puedo hacer como que no me doy cuenta», declaró.
Uno de los farmacéuticos del lugar me ha hablado a veces de la dramática situación de los pacientes que no puede permitirse pagar el costo de las medicinas que se les prescriben. Muchos de sus clientes reducen las dosis del medicamento – por ejemplo, algunos toman las píldoras diarias para el colesterol solo día por medio – y otros han decidido dejar completamente de curarse. «Para algunos la elección es entre el medicamento y la comida».
Esta situación viene desde el 2012 cuando el entonces ministro de Salud de Grecia adopto el sistema alemán de un «bono para el medicamento prescrito y para los exámenes de laboratorio» y recortó algunos servicios primarios para la salud, pero olvidó adoptar otro aspecto del modelo alemán que prevé que los pacientes no deben gastar más del 2% de sus ingresos en servicios y atención médica.
Pero ya he repetido esto muchas veces ¿no es verdad?. Pensaba dejar un poco de lado el «drama griego» pero la realidad es más fuerte que los deseos y la voluntad de un bloguero.
Fuente: informe del Banco de Grecia, más detalles aquí y aquí.
PS.: ¿Disminuirán las expectativas de vida? ¡Supongo que los acreedores estarán más que felices! Si la gente se muere no habrá que pagarles las pensiones y se habrán salvado las compañías de seguros.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción