Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
» No es la calle quien gobierna «, acaba de declarar el primer ministro francés.
Tiene razón. Nuestra democracia no es una democracia. Antes de ser elegidos, los políticos hacen dos tipos de promesas. A «la calle» y a sus financieros. Pero sólo cumplen las que hacen a los financieros.
La viuda de François Mitterrand – que, en cualquier caso, entiende de ello – acaba de declarar que ni Estados Unidos ni Francia son una democracia porque » los electos hacen unas leyes que ellos nunca han propuesto y que nosotros nunca hemos querido».
Así pues, para inventar un auténtico debate el movimiento ‘alter’ se encuentra ante este dilema: La Bolsa o la democracia, ¡hay que elegir!.