El referéndum celebrado el domingo en Montenegro conducirá según todos los indicios al nacimiento de un nuevo Estado en Europa, puesto que los partidarios de la secesión de Serbia han obtenido el 55,4% de los votos con una participación superior al 86%, superando así las condiciones impuestas por la Unión Europea para aceptar la consulta […]
El referéndum celebrado el domingo en Montenegro conducirá según todos los indicios al nacimiento de un nuevo Estado en Europa, puesto que los partidarios de la secesión de Serbia han obtenido el 55,4% de los votos con una participación superior al 86%, superando así las condiciones impuestas por la Unión Europea para aceptar la consulta y la más que probable independencia de la república.
Historia
Montenegro flotó durante siglos entre la esfera de poder del imperio otomano y del bizantino, hasta lograr una independencia de facto a finales del siglo XVIII que confirmó en 1910. Sin embargo, tras la I Guerra Mundial fue incorporada a Serbia. Años después se convirtió en una de las seis repúblicas de la Yugoslavia comunista. A principios de los 90, se mantuvo junto a Serbia cuando la federación saltó en pedazos y Eslovenia, Macedonia, Croacia y Bosnia reclamaron su independencia. En 2003, tras una cadena de conflictos bélicos, la antigua Yugoslavia fue rebautizada como Serbia y Montenegro. Ahora Europa se enfrenta a su primer cambio de fronteras en 13 años (el último fue la escisión de la República Checa y Eslovenia).
Datos
De confirmarse el resultado del referéndum celebrado ayer, la unión política entre Serbia y Montenegro se disolvería. Serbia se quedaría con todos los derechos y obligaciones heredados de la antigua Yugoslavia, incluido el asiento en Naciones Unidas. Montenegro, como nación secesionista, debería partir de cero a la hora de negociar sus tratados internacionales. Serbia deberá aceptar el resultado del referéndum porque así se acordó en la carta de naturaleza de la república de Serbia y Montenegro firmada en 2003. La única condición que la Unión Europea, mediadora en este proceso de secesión, puso para aceptar el resultado del referéndum fue que los partidarios de la división debían lograr un apoyo superior al 55% con una participación de más del 50%.
Secesión
De confirmarse el resultado del referéndum celebrado ayer, la unión política entre Serbia y Montenegro se disolvería. Serbia se quedaría con todos los derechos y obligaciones heredados de la antigua Yugoslavia, incluido el asiento en Naciones Unidas. Montenegro, como nación secesionista, debería partir de cero a la hora de negociar sus tratados internacionales. Serbia deberá aceptar el resultado del referéndum porque así se acordó en la carta de naturaleza de la república de Serbia y Montenegro firmada en 2003. La única condición que la Unión Europea, mediadora en este proceso de secesión, puso para aceptar el resultado del referéndum fue que los partidarios de la división debían lograr un apoyo superior al 55% con una participación de más del 50%.
Unión Europea
Las negociaciones para la incorporación de Serbia en la Unión Europea no se verán afectadas con toda probabilidad por la secesión de Montenegro. De hecho, los partidarios de la independencia aseguran que el camino de la república secesionista será más rápido y sencillo que el de Serbia, pues el proceso de adhesión de este país se ha visto frenado por la falta de cooperación denunciada por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia.
Economía
Serbia y Montenegro tienen monedas (el dinar la primera, el euro la segunda) y leyes comerciales diferentes. La inflación en Montenegro lleva años por debajo del 3% cuando en Serbia se sitúa en torno al 15%, y el paro ronda el 20%, diez puntos menos que en el país vecino. A la hora de la verdad, habrá pocas cosas que dividir entre ambos países (las embajadas, por ejemplo). Montenegro deberá hacerse, eso sí, con un Ejército propio para defenderse. Queda por ver qué sucede con la Marina serbia ahora que ese país ha perdido su salida al mar. La Liga de fútbol también es conjunta.