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Los ocupantes se enfrentan a un «enemigo invisible» en Afganistán

Fuentes: Gara

Una columna de las milicias de Kabul armadas por EEUU llegó hace días a la provincia oriental de Gazni, escenario desde hace meses de duros enfrentamientos con la guerrilla talibán, y se encontró sin enemigo. «Antes de nuestra llegada, era imposible circular por esta carretera. Los talibán estaban por todo los lados», señala el general […]

Una columna de las milicias de Kabul armadas por EEUU llegó hace días a la provincia oriental de Gazni, escenario desde hace meses de duros enfrentamientos con la guerrilla talibán, y se encontró sin enemigo.

«Antes de nuestra llegada, era imposible circular por esta carretera. Los talibán estaban por todo los lados», señala el general Abdul Fata Frugh.

«Cada vez que hay un despliegue, la guerrilla se desvanece en el aire. Pero cuando nos vamos, reaparecen», añade fastidiado un coronel que pide no ser identificado.

Y es que los militares colaboracionistas se ven obligados a reconocer que, aunque no se les vea, los talibán están muy presentes en las localidades y aldeas de Gazni, corazón del floreciente imperio Gaznávida (siglos X a XII).

Más al sur, en las provincias de Helmand y Kandahar, las fuerzas de la OTAN llevan un año tratando de recuperar parte de los muchos distritos en manos de la guerrilla. Pero, cada vez que anuncian haber acabado con los talibán, estos vuelven a reaparecer.

Diez años más

El coronel estadounidense Martin P. Schweitzer, que encabeza a la fuerza de la OTAN en la provincia de Gazni, reconoce que «esta guerra es una batalla por las ideas».

«Si sólo fuera cuestión de municiones, esto hace tiempo que habría terminado», recuerda, para añadir que la guerra terminará sólo cuando el Gobierno títere de Kabul «haya logrado el apoyo de la población local».

El comandante David Pierde se atreve a asegurar que «los habitantes de estas zonas no apoyan necesariamente a los talibán. Ellos les toleran o hacen como que no ven nada, pero más que nada para no tener problemas». añade.

Con todo, un alto funcionario de Defensa de Kabul predice que «se necesitará tiempo, entre cinco y diez años, para vencer a un enemigo invisible que pone bombas en la carretera o se transforma en bomba humana».

Más ataques en Kabul

Una «bomba humana» mató ayer a dos estadounidenses que viajaban en un convoy en Kabul, en el tercer ataque de este tipo en los últimos días en la vigilada capital.

Otro kamikaze se inmoló al paso de una patrulla de la OTAN en Paktika (este).