Traducido del francés por Joaquín Rodríguez Burgos
«Los gobiernos franceses sucesivos han mantenido la posición según la cual no se debe reconocer oficialmente las particularidades étnicas, religiosas o culturales de los ciudadanos», se inquieta la Organización de las Naciones Unidas. A través del informe de la experta independiente Gay Mc Dougall «sobre las cuestiones relativas a las minorías», el Consejo de derechos humanos de este organismo patentiza sus temores. Concluye que los derechos de las minorías no son respetados en el Estado francés.
Este informe, publicado el 3 de marzo, pone, entre otras cuestiones, el acento sobre la falta de respeto de los derechos lingüisticos y culturales de bretones, vascos, catalanes y occitanos. Al hilo de la investigación efectuada in situ desde el 19 al 28 de septiembre de 2007, Mc Dougall ha constatado que «los gobiernos tienen la política de promover el francés en detrimento de las lenguas regionales». Cuestiona la modificación llevada a cabo en 1992 en la Constitución, que afirma que la lengua de la República es el francés.
La experta ilustra sus afirmaciones con la situación que vive la comunidad vasca. «A pesar del deseo de la comunidad por mantener y preservar la lengua vasca, hoy la hablan 5.000 personas menos que hace diez años» y «está seriamente amenazada en Francia por falta de reconocimiento oficial».
Caso de discriminación
Es precisamente esto lo que el organismo vasco Hizkuntza Eskubideen Behatokia ha defendido repetidas veces ante las comisiones de la ONU. La asociación de defensa de los derechos lingüísticos se reunió con Mc Dougall duranta su misión. Abordaron entonces «el caso de discriminación inquietante que representan los comportamientos del Servicio Nacional de Ferrocarriles y de Correos» frente a esta lengua, según Paul Bilbao, miembro de Behatokia.
Sin embargo, Mc Dougall subraya que el sistema francés está dotado de un cuadro legislativo y de mecanismos institucionales «muy completos», destinados a combatir el racismo, la discriminación y el antisemitismo. No obstante, esto no es suficiente. La experta del Consejo de derechos humanos concluye con unas recomendaciones dirigidas al Estado francés. Afrontar las causas profundas del descontento de las comunidades minoritarias, reconocer la existencia de minorías «nacionales o étnicas, religiosas y lengüísticas», y modificar la legislación de forma que permita sancionar las prácticas discriminatorias son algunas de las recomendaciones.
Ratificación de textos
Antes de eso, el gobierno francés, debería ratificar numerosos textos internacionales. La enviada de la ONU le pide «retirar su reserva al artículo 27 del Pacto Internacional relativo a los derechos civiles y políticos, que concierne a los derechos de las personas pertenecientes a minorías. Pide igualmente la ratificación de los procedimientos europeos relativos a los derechos humanos.
Finalmente, Mc Dougall preconiza una política decidida para frenar los efectos a largo plazo de la discriminación. Pero para atacar el mal hace falta delimitarlo bien y Mc Dougall pide intrumentos apropiados para ello. «La recogida de datos socioeconómicos desglosados según criterios tales como la pertenencia étcnica y la religión mas también el sexo» son indispensabes según ella.
Clara discriminsación de las minorías étnicas y religiosas
El informe de la ONU no se limita a los pueblos minoritarios autóctonos. Se ocupa también de la suerte de otras comunidades religiosas o étnicas presentes en el hexágono, y constata que sufren regularmente frustraciones.
«Los miembros de las comunidades minoritarias testimonian frecuentemente la frustración que experimentan al constatar que no basta convertirse en ciudadano francés para ser plenamente aceptado por el resto de la sociedad», subraya. Carga este fenómeno en la cuenta de la «visión rígida» sobre la identidad nacional francesa. Un obstáculo para estas identidades minoritarias, que han debido desechar aspectos esenciales de su propia identidad, según el informe.
Este documeneto considera que su participacion en la vida política y social es limitada. Califica la infrarrepresentación de las minorías en el cuerpo legislativo y en el conjunto del aparato político de «problema extremadamente grave». Tanto más cuanto este mismo texto subraya que «el auge de la ideas de extrema derecha en Francia influye sobre la naturaleza del discurso y de las decisiones políticas»
A pesar de las discriminaciones, Gay Mc Dougall señala que el Comité interministerial contra el racismo, el antisemitismo y la xenofobia está inactivo. Éste debería asegurar la coordinación de las políticas y de las prácticas que ponen en marcha los ministerios para solucionar estos problemas. Según informa, esta instancia no se ha reunido deesde 2005.
Entre otras recomendaciones, la ONU subraya la importancia de la enseñanaza y del respeto de los derechos humanos en la contratación laboral. En este terreno, pide al sevicio público dar ejemplo. Y reclama una atención particular para las mujeres que son doblemente discriminadas.
Para leer el original en francés:
http://lejournal.euskalherria