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Descalabro para el laborismo en el primer reto electoral de Brown

Fuentes: Gara

Cuando lleva menos de un año en el poder, el primer ministro, el laborista Gordon Brown, ha sufrido el peor revés electoral en unos comicios municipales en cuarenta años, al quedar muy por detrás -a veinte puntos- de los conservadores e, incluso, de los liberal demócratas, y situarse como tercera fuerza política en el país. […]

Cuando lleva menos de un año en el poder, el primer ministro, el laborista Gordon Brown, ha sufrido el peor revés electoral en unos comicios municipales en cuarenta años, al quedar muy por detrás -a veinte puntos- de los conservadores e, incluso, de los liberal demócratas, y situarse como tercera fuerza política en el país. Y lo más grave para los laboristas es que han sufrido fuertes pérdidas en zonas donde tradicionalmente eran mayoría.

De los 159 municipios y 4.102 concejales en juego en Inglaterra y Gales, los conservadores incrementaron su representación en 256 concejales y doce municipios, mientras que los laboristas perdieron 331 concejales y nueve municipios, en tanto que los liberal demócratas ganaron 34 concejales y un municipio.

Sin embargo, el raquítico 26% obtenido en 2004 es mayor incluso que este 24% que, según una proyección realizada por la BBC a la espera de que concluya el recuento, habría recibido poco más de diez meses después de que Gordon Brown se mudase al número 10 de Downing Street, frente al 44% que habrían recabado los conservadores y al 25% obtenido por los liberal-demócratas.

Un balance que suma un nuevo obstáculo para el primer ministro en un contexto delicado por el malestar que algunas de las decisiones de su gabinete han causado entre sus propias filas y las cada vez más insistentes voces que cuestionan su liderazgo.

Por contra, los resultados suponen un importante respaldo para el líder conservador, David Cameron, quien también afrontaba el jueves su primera cita electoral como líder de su partido, y que ha visto cómo el resultado obtenido supera incluso las predicciones más optimistas que aspiraban a hacerse con el 40% de los sufragios.

El 44% obtenido, según la BBC, consolida las aspiraciones de los «tories» de hacerse con el poder en unas elecciones generales y extrapolado al ámbito estatal supondría una ventaja respecto a los laboristas de entre 138 y 164 diputados.

De hecho, el margen de estas últimas elecciones es similar a la derrota sufrida en 1995 por el entonces primer ministro conservador, John Major, dos años antes de que Tony Blair lo desalojase del poder que el laborismo ha ostentado desde entonces.

Así, la pérdida total de los laboristas superó los trescientos asientos de los más de cuatro mil que estaban en juego, en un contexto en el que, una vez confirmada la pérdida de plazas de la importancia de Nuneaton y Bedworth o el control conservador en consistorios en los que nunca han gozado de la mayoría, como Bury, Harlow o Southampton, todas las miradas están puestas en los resultados de Londres.

En cuanto a la participación, que en Gran Bretaña no se da a conocer hasta una vez concluido el escrutinio, habría mantenido la tónica de la escasa movilización y tan sólo un 35% del electorado se habría molestado en acudir el jueves a un colegio electoral en las quince horas que permanecieron abiertos.

«Decepcionante»

Gordon Brown, que sucedió a Tony Blair en junio de 2007, reconoció ayer que los laboristas sufrieron un «decepcionante» resultado, pero añadió que la formación que lidera aprenderá de este revés electoral y se comprometió a «actuar».

En unas declaraciones a los medios de comunicación en su residencia oficial, Brown puntualizó que su partido «ha escuchado» y «reflexionará» sobre lo que ha pasado. «Mi trabajo es escuchar y liderar, y es lo que voy a hacer», aseguró.

«Está claro que ha sido una noche decepcionante, ciertamente una mala noche para el laborismo», subrayó el jefe del Gobierno, que culpó del revés a la actual crisis económica.

A su juicio, el resultado negativo se debió en gran parte de la inquietud que las «complicadas circunstancias económicas» de los mercados financieros internacionales han generado entre los ciudadanos, ya que «la gente quiere estar segura, y de hecho lo está pidiendo, acerca de que el Gobierno podrá guiarlos a través de estos tiempos difíciles».

En consecuencia, aseguró que las medidas adoptadas por su Gabinete, entre las que figura la polémica eliminación de la tasa del 10% del impuesto sobre la renta, se concretarán «en los próximos meses» como la respuesta a las necesidades de los británicos: «Un liderazgo no se prueba en torno a lo que acontece en períodos de éxito, sino en torno a lo que ocurre en circunstancias difíciles».

En cuanto a los resultados de los comicios en Londres, Brown se limitó a destacar los logros conseguidos por el actual alcalde y aspirante laborista, Ken Livingston, durante ocho años al frente de la institución municipal. Estos comentarios fueron interpretados como una señal de que los asesores laboristas anticipan una victoria de Boris Johnson.

«Gran día»

Por su parte, el líder conservador, David Cameron, constituyó ayer la antítesis de Brown al haber superado en cuatro puntos las predicciones más optimistas que apuntaban a un 40% de apoyo como objetivo a lograr para demostrar sus posibilidades en los comicios generales, previstos para 2010 si no se produce un adelanto electoral que, a tenor de los resultados de la cita del jueves, parece difícil. «Es un gran día para el Partido Conservador», afirmó.

En unas declaraciones al salir de su casa en Londres, destacó el «voto de confianza» que su formación ha recibido en esta cita electoral. Consideró que el panorama derivado del 1 de mayo no representa «sólo un voto contra Gordon Brown y su Gobierno» sino una apuesta «de confianza positiva» hacia su formación, en la que los británicos «ven posibilidades de mejora, ven unidad y que hay un fuerte equipo de líderes que les hablan de las cosas que verdaderamente importan».

Por ello, Cameron descartó que las posibilidades de mudarse al número 10 de Downing Street dentro de dos años estén sustentadas «en la base de un Gobierno fallido».

«Queremos probar a la gente que podemos llevar a cabo los cambios que quieren ver en todas las cuestiones que realmente les importan y eso es lo que vamos a hacer en los próximos meses», declaró, tras reivindicar la»confianza» generada por los conservadores entre los votantes.

Apuntó que «creo que es un gran momento para el Partido Conservador, pero no quiero que nadie piense que merecemos ganar una elección ante el fracaso del Gobierno».

331 concejales

El Partido Laborista ha perdido 331 concejales y nueve municipios, mientras que los «tories» han ganado 256 ediles y doce municipios, en tanto que los liberales demócratas lograron 34 concejales y un municipio.

mala noche

Gordon Brown subrayó que «ciertamente ha sido una mala noche para el laborismo», que atribuyó en gran parte a la inquietud ante la situación de los mercados financieros internacionales, pero afirmó que su partido aprenderá de este revés.

confianza

El líder conservador, David Cameron, consideró que el panorama derivado de las elecciones del 1 de mayo no representa «sólo un voto contra Brown y su Gobierno» sino una apuesta de «confianza positiva» hacia su formación.

Johnson se perfila como el primer alcalde conservador de Londres

El candidato conservador a la Alcaldía de Londres, Boris Johnson, se encontraba ayer a un paso de convertirse en el primer alcalde «tory» de la capital británica. Sin resultados oficiales, pero con el 80% de los votos escrutados, Johnson encabezaba el recuento en ocho de los catorce distritos electorales de Londres, mientras que el actual alcalde y aspirante laborista a la reelección, Ken Livingston, lo hacía en los seis restantes.

La participación en la capital fue de alrededor del 45%, frente al 37% que se registró en los comicios de 2004, lo que significa que 2,4 millones de 5,4 millones de electores convocados a las urnas acudieron a votar. Una tasa de participación más elevada de lo esperado y superior a la registrada en el resto de municipios de Inglaterra y Gales, lo que prolongó más de lo previsto el recuento de votos. Además, la participación fue más alta en los distritos periféricos, lo que favorece a Johnson.

Preguntado por la mañana por una predicción sobre los resultados, el candidato conservador señaló a la BBC que «no tengo ninguna pista, tendremos que esperar a ver lo que dicen los resultados oficiales».

Londres es la única de las grandes ciudades británicas cuyo alcalde es elegido por voto popular y a medida que avanzaban las horas se iba esfumando la única oportunidad que les quedaba a los laboristas para salvar su cara ante el estrepitoso fracaso en las elecciones municipales de Inglaterra y Gales.

Boris Johnson ha sido una apuesta personal del líder conservador, David Cameron, por lo que su victoria podría darle un impulso definitivo.